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Durante Parlamento Abierto Sobre la Iniciativa Presidencial que Reforma y Adiciona la Ley de la Industria Eléctrica

Por Daniel Gómez Trejo

Argonmexico / Buenos días compañeras diputadas, compañeros diputados. Efectivamente hablo a nombre de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo.

Y a nombre de esta fracción, digo con absoluta claridad que el Partido del Trabajo respaldará de manera absoluta y contundente la iniciativa preferente del compañero Presidente, López Obrador. Lo digo sin ambages, lo digo sin eufemismos y digo las razones.

Hoy se reabre un debate de dos días de Parlamento Abierto y que continuará en las semanas subsiguientes de dos posiciones: quienes estamos convencidos de recuperar la soberanía energética del país, quienes estamos convencidos de hacer de Comisión Federal de Electricidad una de las empresas más importantes, no solo de México y del mundo.

Antes de la mal llamada Reforma Energética, lograda con sobornos de Odebrecht a legisladoras, legisladores del PRI y el PAN, que hicieron pedazos Pemex y Comisión Federal de Electricidad, Comisión Federal de Electricidad estaba en el lugar 491 de las 500 principales empresas del mundo, Pemex en el lugar 39, luego las desaparecieron, hicieron pedazos a ambas empresas del pueblo, no de los gobiernos que encabezaban.

Entonces, para nosotros es muy importante recuperar la posición de Comisión Federal de Electricidad. Les espanta el monopolio estatal, así estaba establecido en la Constitución, porque es una empresa pública, como aquí se comentó, creada por el General Lázaro Cárdenas del Río, ése gran patriota al servicio de nuestro pueblo.

Y esta la otra posición que, con la careta de energías limpias, con la careta de barato; decía mi abuela que lo barato sale caro, en realidad están defendiendo a las empresas extranjeras.

Con la careta de defender el medio ambiente, ellos que defienden el libre mercado, no quieren libre mercado, quieren que le des preferencia a las empresas extranjeras sobre nuestra empresa nacional, sobre nuestros intereses, sobre nuestra soberanía, sobre los intereses del pueblo.

Quieren que sigamos subsidiando con miles de millones de pesos esas empresas extranjeras que no pagan ni un centavo del uso de toda la infraestructura, que por décadas se vino construyendo con Comisión Federal de Electricidad y con Luz y Fuerza del Centro, que acabaron cerrando de manera verdaderamente canalla, mandando a más de 40 mil trabajadores, 44 mil si mal no recuerdo, a la calle de la noche a la mañana.

Pretenden que nos es benéfico empresas que han despojado a comunidades indígenas, a comunidades… comunales, que han pagado miseria, que han dividido, que han contaminado y pretenden además decir que eso es en beneficio del pueblo cuando evidentemente, esas empresas no regalaron el año pasado, que fue una crisis sanitaria terrible y un aumento importante de energía en los domicilios, no regalaron ni un Kilowatt.

Ganaron hasta hartarse, mientras Comisión Federal de Electricidad tuvo que asumir las pérdidas.

Si dicen preocuparse por el medio ambiente y no han movido ni un solo dedo para parar a las mineras canadienses que han, verdaderamente, arrasado, han hecho minas a cielo abierto, contaminado tierra, contaminado agua, contaminado aire, avasallando comunidades. Buena parte del territorio nacional está concesionado, hipocresía pura.

Bajo el argumento de supuestas preocupaciones ambientales y de desarrollo tecnológico, no reconocen que esa reforma energética, fue totalmente contrario a los intereses nacionales, que no nos ha transferido energía, tecnología de punta alguna y que ha sido absolutamente desventajosa para nuestro país.

Nuestro compañero Presidente, nos dijo en algún momento, que no podía modificarse el que cerca del 45 por ciento del mercado nacional estuviera en manos de estas compañías extranjeras y que aspiraba a mantenerlo como estaba, sin mucho, al 60-40.

A mí se me fue el corazón al piso porque pensé que íbamos a recuperar la totalidad del mercado nacional y esta iniciativa no pretende sacar a las empresas extranjeras del mercado nacional, ni pretende desalentar la inversión, simplemente pretende generar una competencia mucho más equilibrada, porque resulta que no tenemos mayores subsidios para el pueblo.

Hemos logrado que no aumente la energía eléctrica en estos años y sí estamos subsidiando a transnacionales que tienen ganancias multimillonarias.

Yo no quiero terminar sin parecer maniqueo porque quiero reconocer la intervención del compañero Arturo Escobar, aliado nuestro, que con mucha sinceridad plantea el respaldo a la iniciativa con una serie de preocupaciones y matices, que a mí me parecen absolutamente respetables y que no se inscriben en esta posición hipócrita de supuesta preocupación por el medio ambiente, pero que en realidad es de defensa de los intereses de las empresas extranjeras.

Valoro muchísimo la intervención de la diputada Dulce María Sauri, ha sido inclusive un recuento histórico y me parece, termino, que lo que estará en controversia en estos días, son estas dos posiciones.

Una posición nacionalista, una posición que busca la soberanía energética, una posición que está poniendo en el centro los intereses del pueblo y la preocupación del desarrollo de nuestra patria.

Y una posición hipócrita, maniquea, tergiversadora, que está financiada, lo sostengo, que está financiada por las empresas extranjeras y que defiende los intereses absolutamente bastardos de esas empresas, legítimas en el mercado nacional, pero ilegítimas en la pretensión de imponerse por encima de los intereses de nuestro pueblo y por los intereses de nuestra patria.

Muchísimas gracias. Una de las ausencias es que no hay aplausos en estas intervenciones. Entonces, me aplaudo yo solo.