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Devaneos

Por María Elena Maldonado

*El peligro de Los Migrantes

Argonmexico / Entiendo que tomar la decisión de dejar su casa –por humilde que sea- y emprender un camino inseguro, atreverse a cargar con hijos, familia, debe ser provocada por una situación extrema en la esperanza de encontrar algo mejor. Ahora sucedió que desde Honduras viene una caravana a la que se han unido gente del Salvador, Guatemala incrementándose a su paso y en un grupo que les da fuerza. Yo ya acabo por creer todo y no creer nada.

Escucho que estos grupos son manipulados por Trump, para tener el pretexto de militarizar la frontera y así detener definitivamente la migración. Ya miles han traspasado fácilmente la de México y las “autoridades” ya les cubren sus necesidades; un país que tiene 40 millones de personas pobres, un alto porcentaje en miseria extrema y un presidente electo con una visión fuera de la realidad y la razón, que así de boca pronta les ofrece visas de trabajo pues asegura habrá para todos, el inconsciente ni siquiera ha tomado el poder, el inconsciente no ha solucionado la grave problemática de nuestra gente y se atreve a ofrecerle a miles de extranjeros miserables la solución a sus problemas, en un país que requiere a gritos educación, escuelas dignas, justicia, equidad.

Requerimos un gobierno con un equipo de visionarios, talentosos y con las agallas necesarias para subsanar la enorme cantidad de carencias, desigualdades, rezagos, injusticias, corrupción, impunidad, violencia y lo que hemos acumulado en años de ineficiencia, pésimas decisiones y saqueos.

Regresando a los migrantes, sabemos las paupérrimas y violentas condiciones de sus lugares de origen, también hay que recordar que los Estados Unidos han contribuido a crear las pésimas condiciones de las que estas personas escapan.

En un artículo de la BBC News, Joseph Nevins, experto en Centroamérica del Vassar College, en Nueva York, opina, por su parte, que el motivo por el que emigran a Estados Unidos no solo está vinculado con que este país sea el más desarrollado de la región, sino también con la propia influencia que Washington ha tenido allí por décadas. "La migración es a menudo una manifestación de una relación profundamente desigual entre los países que envían migrantes y los países de destino. Y es lo que pasa en este caso", señala.

De acuerdo con Elizabeth Oglesby, profesora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Arizona, detrás de ese situación se halla una de la raíces de los diferentes desplazamientos que han tenido lugar en los últimos 40 años.

"Debemos recordar que los primeros grandes flujos migratorios tuvieron lugar cuando cientos de personas de Centroamérica intentaban huir de las masacres y persecuciones que fueron factor común en la región entre las décadas de 1970 y 1980 y que fueron financiadas de forma indirecta por EE.UU." La especialista recuerda varios momentos centrales de aquellos años oscuros de la Guerra Fría, como el golpe de Estado contra Jacobo Arbenz en Guatemala -financiado por Estados Unidos- o las diferentes intervenciones militares que se extendieron incluso hasta Panamá.

Esto es interesante tomarlo en cuenta para ampliar la información de estos movimientos sociales, pero mi preocupación es su paso por México y el gran temor de que se queden en nuestro territorio; ya bastantes problemas tenemos para aumentar el número de ellos que vienen con cada individuo que se sume a nuestros indigentes. Y tal parece que no vienen en son de paz y armonía.

De experiencia propia les público lo vivido por Eli Rosas, tomado de su muro en Facebook:

Me quedé con una terrible experiencia al ir a atender a la caravana migrante y quiero compartir el otro lado que no se cuenta.

Se les está dando mucho apoyo, a mí me mandaron a realizar limpiezas dentales, por parte del gobierno de la ciudad de México, se les brinda además atención médica, psicológica, legal y les dan una tarjeta enmicada donde vienen sus derechos, básicamente en esta tarjeta dice que el gobierno receptor debe de brindarles todos los servicios necesarios para que ellos estén lo más cómodos posibles.

Debo de admitir que fui temerosa a atenderlos, nunca había estado trabajando en situaciones tan precarias que fueran un riesgo tan grande a mi salud, pero los que me conocen saben que soy un amor como dentista y que todo lo hago de la manera más ética y amable posible; así que la atención que brinde fue ética y con todo el respeto de mi parte.

Al llegar al lugar note que estaba muy sucio, se entiende en parte por la sobrepoblación, además se sentía este olor a marihuana y pegamento, no me espanta porque estamos en mexiquito, hasta ahí todo normal.

Cuando bajamos las cosas de los camiones y las cargamos a la carpa asignada las personas al ver las bolsas negras enormes, se acercaban preguntando qué regalábamos, al aclararles que era un servicio se decepcionaban y se iban molestos.

En alguna ocasión llegaron exigiendo pastas y cepillos de dientes. Los cuales note después, los cambiaban por cigarros (de una marca en específico).

Más que estar en un viaje en donde se esmeran en tener una vida mejor, los migrantes se veían como si estuvieran de vacaciones, todos en chanclas, los hombres sin playera y las mujeres enseñando la panza, como balneario. Llegué a escuchar que extendían su estancia porque el gobierno les está dando todo.

Son personas que no son educadas (Me refiero a modales), que escupen, se acuestan, hacen del baño y tiran la basura donde sea. Gritan "piropos" cada vez que se les atraviesa una mujer, pocos dicen "gracias" y nadie dice "por favor". Son personas que están exigiendo cosas a diestra y siniestra. Tienen una carpa con toda la ropa donada, les dieron demasiado ropa, la mayoría nueva, pero no les importa si es nueva ellos quieren ropa de marca; "si no son tenis "naic" no los quiero", escuché decir a un sujeto. La ropa que no quieren la tiran a un lado y la pisan como si nada.

Tiran la comida que se les da y se van a comprar pizzas, van al mercado por comida corrida, a los tacos de enfrente (en donde les dan precio especial de migrante). El día viernes había un señor mexicano en situación de calle pidiéndoles la comida que ellos no querían, ya que él no había comido en días, no se la dieron.

A dos compañeros les robaron material, se metieron a la carpa y sacaron dos bolsas con cavitrones, guantes y piezas de baja velocidad. Atrás de la carpa dejaron las bolsas destruidas, las cajas rotas, todo deshecho; igual, justo atrás de la carpa, a la altura donde yo estaba atendiendo fueron a defecar. Al coordinador del evento (por parte de la CDMX) le dio igual y nos pidió seguir atendiendo.

Todo lo que se les da es de buena fe, con la intención de ayudar, a ellos no les importa el esfuerzo y los gastos que implican, sólo quieren más y lo exigen. Y ellos lo único que hacen es drogarse, emborracharse, jugar cartas y sentirse en vacaciones. Finalizo Eli.

Así la situación, ya usted dirá, mientras en Nayarit hace más de doce días, 180 mil personas en ocho municipios carecen de lo indispensable por el desastroso paso del huracán Willa.