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Miedo o Precaución con Elba Esther Gordillo

Argonmexico / Es curioso lo que pasa en México con ciertos personajes, como la maestra Elba Esther Gordillo Morales, quien durante casi  tres décadas manejo el poderoso Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE).

El férreo control en que mantuvo ese gremio que agrupa a más de un millón y medio de trabajadores, la hizo temible, pero sobre todo odiada por mucha gente, al grado que cuando en 2013 fue apresada y metida a la cárcel, acusada de diversos delitos, casi el 100 por ciento de los mexicanos manifestamos nuestro beneplácito y en muchas regiones hubo fiesta para celebrar la caída de la Maestra, quien permaneció en prisión hasta hace un mes que le concedieron la prisión domiciliaría.

Al margen de que los fiscales de la PGR no le han podido probar nada y el proceso sigue en pie, la maestra Gordillo Morales ya no es vista igual que hace cinco años, pues quienes la condenaron hoy  pegan el grito en el cielo porque la PGR le quiere limitar sus derechos fundamentales como ser humano, al pretender que no hable con nadie que no esté autorizado por la institución, o el juez de la causa. Ya no es tan odiada, no solo porque está enferma y recluida en su departamento y hasta la consideran víctima del autoritarismo gubernamental. Como cambia la percepción, pero además se demuestra que no tenemos memoria, dicen que es por causa de la tortilla, el alimento básico de los mexicanos.

Lo cierto es que todo esto que hace el gobierno Federal, por medio de la PGR, es por el miedo que le tienen a la Maestra Elba Esther Gordillo, de quien temen que le dé su apoyo a Andrés Manuel López Obrador y lo convierta en presidente de la República, como si mantuviera el control del sindicato y fuera capaz de hacer que voten por quien ella diga. Está claro que, a estas alturas de la vida, la maestra Gordillo no tiene ningún interés en la política, pues aunque se diga lo contrario, ya le queda muy poco de vida plena y lo menos que debe interesarle es recuperar algo de poder.

No obstante, tal parece que el gobierno de Peña Nieto busca anularla totalmente, como hizo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari en perjuicio de Joaquín Hernández Galicia, La Quina”, quien no solamente fue apresado y mantenido encarcelado sin dictarle sentencia, sino que lo acosaron hasta que murió, pensando que tal vez podría recuperar el gran poder que tuvo en el Sindicato de Trabajadores Petroleros, por medio del cual, dicen los que saben, llevo al triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones de 1988, pero como quien asumió la presidencia fue Salinas de Gortari, nadie sabrá nunca la verdad de esa elección. Será que con la maestra Gordillo Morales se quieren “amarrar” el dedo antes de cortárselo. Conste que es pregunta.

Por cierto, el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, ni suda ni se acongoja ante la embestida de algunos medios, que anuncian un día sí y al otro también, su salida de la dirigencia del tricolor. Inventan que ya lo llamó a cuentas el presidente Enrique Peña Nieto, para que le explique cómo le va a hacer para levantar la imagen de José Antonio Meade, a quien ya dan por muerto a pesar de que faltan cuatro meses y medio para que se decida la elección presidencial. Ochoa Reza asegura que no va a ser relevado del cargo y que no hay preocupación por la campaña de Meade, pues está convencido de que el PRI es el único partido con estructura en todo el territorio nacional y con eso van a ganar la elección el 1 de julio. Veremos.