Regulación, no hay de Otra Para Intermediarios no Bancarios
Argonmexico
• González Aguadé, no con la desregulación
• Mesa de fondeo, decepción
• Fonatur no paga
• Nace autodefensa en la sierra de Guerrero
El tema que reinó tanto en las mesas como en los pasillos, en el Octavo Congreso de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), que se realizó los pasados jueves y viernes, fue el regreso a la regulación de los intermediarios financieros no bancarios.
Incluso el hecho de que la subsecretaria de Hacienda, Vanesa Rubio, le haya cedido al presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González Aguadé, el presidir el evento y llevar la representación del gobierno de la República, fue interpretado como un respaldo al tema regulación financiera, aprovechando que el evento fue dirigido a accionistas y directivos de todos los intermediarios financieros no bancarios y a los que se sumaron una buena cantidad de emprendedores Fintech.
Y ello lo corrobora la aclaración que hizo González Aguadé al iniciar su discurso, en el sentido de manifestar que no estuvo de acuerdo en la desregulación de las sociedades financieras de objeto limitado que efectuó Francisco Gil Díaz y su equipo, en sus tiempos de secretario de Hacienda y Crédito Público en la administración de Vicente Fox, para crear la figura de las sociedades financieras de objeto múltiple, a las que hoy se quiere regresar a un marco de supervisión y regulación efectiva.
Sin embargo, el proceso no es algo fácil. Como parte de la Reforma Financiera se implantó un proceso para que la Condusef registrara a todas las sofomes que pulularon a lo loco para hacer de todo, menos para lo que supuestamente fueron diseñadas en la cabeza de Paco Gil y amigos, a efecto de aplicar sobre todo las medidas de prevención de lavado de dinero.
De 5 mil, mil 500 realizaron su registro, lo que podría presumirse como una depuración, pero resulta que la realidad es que una gran cantidad de ellas cambiaron su razón social a Sociedad Anónima, y muchas otras más, en el colmo del cinismo, optaron por ampararse para poder continuar como sofom pero sin tener la supervisión gubernamental.
En el congreso se hizo hincapié de la conveniencia de la regulación para que los intermediarios obtengas mejor acceso al fondeo, sin embargo el panel sobre el tema dejó mucho que desear. Posiciones conformistas y nada nuevo o disruptivo, pero eso si un discurso triunfalista que fue opacado desde las palabras de bienvenida al evento por parte del presidente de la AMFE, Enrique Bojórquez.
Resulta que el fondeo de las afiliadas -que son las sofomes y entidades especializadas más grandes del mercado- que mayor crecimiento registró de 2013 a 2016, paradójicamente fue el de la banca comercial en 65 por ciento, seguido por el del mercado de deuda del 59 por ciento, los préstamos de otros organismos con el 30.5% y por créditos de instituciones de la banca de desarrollo y de entidades de fomento en 11.25 por ciento.
Pero en suma fue un congreso muy productivo y fructífero para sus participantes, empresas financieras y autoridades, que dejó un grato sabor de boca y que marca pauta para los que vendrán en los siguientes años.
Fonatur no paga a ejidatarios
De gira por el estado de Guerrero y una vez concluidos los trabajos del Foro AMFE 2017, nos extendimos hacia Ixtapa Zihuatanejo, para darle seguimiento a los temas sobre turismo en la zona y nos encontramos con que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) se encuentra en un conflicto de no pago a los ejidatarios.
Denunciaron incluso que el Fonatur, que dirige Miguel Alonso Raya, y que tiene como eterno representante en Ixtapa a Pedro Castelán, un funcionario de medio pelo que surgió de las reservas del célebre, controvertido y problemático Miguel Gómez Mont, desde que éste era vicepresidente en Corporación Geo y luego fue nombrado director de Fonatur en el sexenio de Felipe Calderón, los hostiga y amedrenta a más no poder.
Durante ocho sábados continuos los 110 ejidatarios afectados, acompañados por sus hijos, nietos y demás familiares han marchado por las calles de Ixtapa en protesta por el incumplimiento de Miguel Alonso Raya de darles audiencia con el fin de tener una solución al conflicto.
De los 110 ejidatarios afectados por el fondo desde 1973, son 3,000 familias las que están sufriendo la falta de pago de la expropiación a 44 años de la creación de Fonatur.
El ejido de Zihuatanejo, que el pasado 12 de enero cumplió 79 años de existencia, tuvo su origen a través de la lucha campesina, y son ya 4 generaciones de ejidatarios que demandan el pago de las 400 tierras expropiadas. Pero en Fonatur siguen con los oídos sordos.
Autodenfensas, ahora en la sierra de Guerrero
A ocho columnas se desplegó en la prensa local de Zihuatanejo la noticia sobre el surgimiento de nuevos grupos armados de las llamadas autodefensas.
Alrededor de 200 comunidades de la zona de la sierra del estado comenzaron un movimiento de autodefensa para hacer frente a los grupos de la delincuencia organizada.
Unas 3,000 personas de los municipios de Heliodoro Castillo, Apaxtla de Castrejón, Teloloapan, Eduardo Neri y Leonardo Bravo, se dieron cita en Tlacotepec, para anunciar el levantamiento armado. Portando armas de bajo calibre, marcharon por las principales calles de esa cabecera municipal, celebrado la conformación de la policía comunitaria, que desde el pasado lunes asumió el control de la seguridad en la principal zona de siembra de enervantes.
En qué estará pensando realmente el gobierno del estado, que encabeza Héctor Astudillo Flores, para detener, por un lado el incremento de los actos violentos de la delincuencia organizada que ha desplazado a comunidades enteras de sus tierras de origen, y por el otro evitar el desbordamiento de grupos armados, que en legítima defensa comienzan a organizarse ante la nula actuación gubernamental.
El gobernador Astudillo Flores está convertido en un auténtico promotor de inversiones hacia su estado, compromiso que adquirió desde su compaña. En su primer año de gobierno ha tenido buenos resultados en ese sentido, pero en lo sustancial (seguridad) aún le falta mucho (casi todo) por hacer.
