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Si la Gente Desconoce qué es la Danza, Seguirá Siendo un Arte Elitista

Mario Iván B. Ruíz

*La UNAM es un espacio donde se hace visible esa disciplina de manera amplia y contundente, destaca Evoé Sotelo *Con motivo del día internacional de esta expresión artística, que se festeja el 29 de abril, la Universidad Nacional organizó espectáculos en los cuales participarán artistas nacionales e internacionales *Para más informes, consultar:  https://www.danza.unam.mx/did24/cartelera

Argonmexico / Con 177 compañías, mil 700 artistas, 170 actividades en siete escenarios y 12 horas continuas de espectáculos, el próximo 27 de abril la UNAM celebrará, en el Centro Cultural Universitario, el Día Internacional de la Danza, informa la titular de la Dirección de Danza de esta casa de estudios, Evoé Sotelo.

De manera simultánea, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, la Sala Miguel Covarrubias y el Salón de Danza; los foros abiertos La Espiga, La Fuente, el jardín Julio Castillo, la explanada de la Sala Nezahualcóyotl y en el estacionamiento 3, ese día se presentarán artistas de México, Colombia y España. Estos espectáculos Incluyen géneros como ballet clásico, neoclásico, danza flamenca, árabe, polinesia y contemporánea, bailes de salón, folklore mexicano, así como danzas urbanas y performances.

En ocasión de la efeméride, que se celebrará el 29 de abril, la bailarina afirma: la UNAM es el único espacio en México donde disciplinas como la danza contemporánea todavía tienen la posibilidad de desarrollarse, de tener espacios para la investigación, experimentación, hallazgo, presentación y producción de obra.

Gran parte de la comunidad de profesionales de este arte en México puede constatar que es el lugar donde se hace visible de manera amplia y contundente. De ahí la respuesta a esta celebración, a la cual acudirán bailarines provenientes de Baja California, Puebla, Querétaro, Veracruz y Oaxaca, por ejemplo.

Se espera una asistencia de 24 mil a 30 mil personas, como ha ocurrido en otras ediciones. “Creo que no hay otro encuentro con este nivel de convocatoria” en nuestro país, añade Sotelo. La programación completa del DID24 se puede consultar en https://www.danza.unam.mx/did24/cartelera

Bajo el lema de este año, “Provocando el movimiento”, se presentarán agrupaciones de la UNAM como el Taller Coreográfico y la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea; también compañías nacionales como el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández. De igual manera, el coreógrafo y performer español Juan Domínguez compartirá una muestra del trabajo realizado con artistas mexicanos durante una residencia de tres semanas en Danza UNAM.

En momentos críticos como los que vivimos en el país y el mundo, nos interesa hacer un gran evento de confluencia, donde podamos reunirnos, abrazarnos, celebrar, bailar y ver bailar. Con la danza podemos refrendar nuestros lazos, porque es una forma de arte que nos confirma que no estamos solos, agrega Sotelo.

Se celebra a diario

La artista menciona que dicha expresión artística es una posibilidad, una forma de manifestarnos con libertad, un ejercicio de expresión inherente a las personas, el cual genera empatía con los demás, o la posibilidad de reconocerse en el otro como alguien que es afín a ti, cuya naturaleza compartes. La danza siempre es compartir y un acto de esperanza.

A través del cuerpo los seres humanos hacemos visible nuestras emociones, entonces la danza puede estar relacionada también con alegría, miedo o zozobra. Desde tiempos ancestrales y hasta la actualidad, seguimos bailando para entender el mundo en el que vivimos, añade.

Se trata de una disciplina amplia, que abarca numerosos géneros: múltiples formas de baile urbano, ballet clásico y neoclásico, o contemporáneo -desde el tradicional hasta el más experimental-, y formas dancísticas transdisciplinarias donde, por ejemplo, se confunde con el teatro.

Por ello, “siempre he estado a favor de hablar de las disciplinas del cuerpo, porque cuando se disuelven esas parcelas disciplinarias podemos sentir con más libertad que traspasamos a otros espacios”, como los del teatro, la música, la literatura o la plástica. Y en esa medida se generan también posibilidades y hallazgos para el arte.

En la UNAM, asevera la experta, esa disciplina se celebra todos los días y de múltiples maneras, por ejemplo con la edición de libros; promoción para comunidades de adultos mayores, con capacidades diferentes o de la diversidad sexual. “Así apostamos a un ejercicio político muy importante, que tiene que ver con erradicar prejuicios y con generar un pensamiento crítico y una sensibilidad más amplia e incluyente”.

Evoé Sotelo señala que es momento de fomentar espacios de conocimiento y para que la danza se desarrolle de mejor manera, esta y las artes en general tendrían que ser parte de un programa de formación educativa de las infancias y las adolescencias; es decir, en el nivel educativo básico debe existir una materia de expresión artística.

“No estoy segura de que ayude mucho aprender flauta o a bailar el jarabe tapatío, porque eso es una experiencia que pasa y no necesariamente deja huella. Sería mejor una clase de apreciación artística en la cual los alumnos puedan tener en su escuela a un bailarín, verlo bailar y hablar con él, lo mismo que a un músico o un artista visual”.

Ese tipo de ejercicios, desde la edad más temprana, son importantes por una razón: uno no puede desear lo que no conoce. Si la gente desconoce qué es la danza seguirá siendo un arte elitista, para unos cuantos, con un determinado nivel cultural y educativo, y cierto nivel económico para pagar un boleto, enfatiza.

Evoé Sotelo invita a formar parte de la celebración del Día Internacional de la Danza, a bailar y ver bailar, y a provocar el movimiento, no sólo de los cuerpos, sino de las emociones y los pensamientos.

El Día Internacional de la Danza fue creado por el Comité Internacional de la Danza del Instituto Internacional del Teatro ITI, el socio principal de la UNESCO para las artes escénicas. Es una celebración para aquellos que pueden ver el valor e importancia de la forma de arte “danza”, y actúa como un llamado de atención para los gobiernos, políticos e instituciones que aún no han reconocido su valor para las personas, y tampoco se han dado cuenta de su potencial para el crecimiento económico.