Familias se Reencuentran por Iniciativa ‘Abrazos, no Muros’
Después de años de no verse, familias pudieron reencontrarse en el río Bravo, justo en la frontera de México y Estados Unidos, se trata de una iniciativa que busca acortar distancias y eliminar muros
Al ritmo de la popular canción de “Las mañanitas”, interpretada por un mariachi, cerca de 150 familias de migrantes mexicanos comenzaron a pasar, a mediados de la mañana, el río para encontrarse con sus seres queridos, a quienes no veían por años, mientras eran vigilados por las autoridades.
La iniciativa, que comenzó en 2016, permite a las familias separadas por políticas migratorias reencontrarse por unos minutos tras años de separación.
A diferencia de otros años, en esta oportunidad el evento se dio en medio de una fuerte custodia de las fuerzas de seguridad estadounidenses que han reforzado la vigilancia y cercado con alambrado la frontera ante la previsión de una enorme llegada de migrantes a la zona limítrofe por la próxima la cancelación del Título 42, una norma sanitaria que se impuso al comienzo de la pandemía que permitía expulsiones inmediatas con la excusa del COVID-19. Bajo el amparo de esa normativa Estados Unidos realizó más de 2,8 millones de expulsiones de migrantes desde marzo de 2020. El gobierno del presidente Joe Biden pondrá fin al Título 42 a las 11:59 de la noche del 11 de mayo, según el Departamento de Estado. La decisión “no significa que la frontera está abierta”, agregó.
Nunca habíamos tenido una frontera tan militarizada como hoy”, dijo el activista Fernando García, jefe de la Red en Defensa de los Derechos de los Migrantes, al quejarse de la fuerte vigilancia y aseguró que esa situación complicó como nunca la realización del acto que consideró como un “evento de protesta ante toda esta política irracional”.
“Hay una guerra contra los migrantes, los refugiados, contra nosotros los fronterizos”, agregó.
Entre los asistentes al evento estaba el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, quien en los últimos meses ha sido centro de críticas por proponer el endurecimiento de las políticas hacia los miles de migrantes que han desbordado la ciudad fronteriza, situación que ha desatado fricciones con los pobladores.
Pérez Cuéllar suavizó su postura luego del trágico incendio ocurrido a finales de marzo en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración donde perecieron 40 migrantes y 27 resultaron heridos. La mayoría de los fallecidos eran guatemaltecos, seguidos de salvadoreños, hondureños, venezolanos y un colombiano.
El alcalde alabó la iniciativa de “Abrazos, no muros” y dijo a la prensa que el tradicional evento “es una manera de recordarnos que somos una comunidad, que sí somos dos países y tres ciudades, pero somos una comunidad”.