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Cierre de Campañas en el Estado de México

Por Beatriz Nava Altamirano / Colaboradora Especial

Argonmexico / Se acerca el cuatro de junio, y este último domingo de mayo tuvo como marco la terminación de las campañas políticas en el Estado de México. Bueno, al menos para el proselitismo abierto, ya que el que se practica tras bambalinas continuará, inclusive durante la jornada electoral. Lo furtivo siempre ha atraído más a los mayores que a los novatos.

Los más acostumbrados en los campos electorales presumen que las autoridades de la materia son como las macetas de los corredores que engalanaban las construcciones de principios del siglo diecinueve: agradables a la vista, exclusivamente. Las fiscalías creadas para perseguir delitos electorales-en consonancia con las que investigan otros delitos-, hacen como que actúan, y su parsimonia sirve para que los hechos consumados se vuelvan irremediables.

Arrancaron siete candidatos. Uno, no llegó ni al primer debate, nos referimos a Isidro Pastor Medrano, ya que lo descarrilaron los mismos que lo animaron a presentarse como “independiente”. El abanderado del Partido del Trabajo (PT) Oscar González Yáñez, hombre que se resiste a soltar el hueso y partido casi inexistente, “declinó” a favor de la representante MORENA, partido creado por otro que no suelta el hueso, además de ser un peligroso tabasqueño; y esa “declinación” no significa que los puntos que le dan presencia en el Estado de México, vayan a las alforjas del favorecido.

Quedaron cinco. De una, poco puede hablarse, ya que los recursos a su alcance poco le sirvieron para dar a conocer sus propuestas-claro, si las tuvo-, ya que sólo se le escucharon bocetos que no terminaron por atraer a los simpatizantes que en su plataforma soñaron…además, subió al ring sin el abrigo de partido alguno, y dijo representar los intereses de la sociedad. En síntesis, muy genéricos sus tramas.

El Partido Acción Nacional mandó a la gresca a la dama que perdió la elección presidencial pasada, pero que no tuvo empacho de levantar la mano a quien consideró ganador, a pesar que el entonces IFE aún no salía a dar resultados preliminares: ¿hará lo mismo ahora? Su campaña fue gris; y ella nos mostró una abulia sin remedio. Su participación confirmó el resquebrajamiento al interior de su partido, y que explica entre muchas y poderosas razones el porqué del trabajo sin descanso en la contienda del partido en el poder nunca fue un plan “B” la distinguida señora, y su carencia de simpatía no impedirá la obtención de la medalla de bronce. La película que nos brindó el panismo se repetirá sin remedio en la elección presidencial del 2018; y los culpables están a la vista. Pudieron hacer un papel más digno, pero la ambición sin límites de quienes quieren repetir la “hazaña” de Vicente Fox, acabó con lo que fue algún día un importante granero electoral.

Alrededor de Juan Zepeda, apoyado por el PRD, se han escrito demasiadas historias. Su papel, sin duda, fue el de pulverizar el voto de la llamada “izquierda”. Podrá decirse que esas actitudes sólo se observan en las telenovelas. Nada más alejado de la verdad, y como muestras, dos botones: en los "debates" enfocó sus baterías en denostar a la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional; y su pleito callejero con el menospreciado López Obrador, bajo el mismo repertorio que usa también en su contra el gobernador de Veracruz.

¿A qué intereses oscuros responden estos personajes? No lo sabemos. Lo cierto es que difícilmente podrá desbancar a Josefina Vázquez Mota, y tendrá que conformarse con el cuarto sitio…y el desprecio de quienes confiaron en él para hacer de la campaña del preferido de los dioses como un bonito día de campo.

La presea áurea, entonces, queda reservada al candidato del PRI-¿valdrá la pena escribir las siglas de los grupos que lo acompañan?-, Alfredo del Mazo Maza, o a la candidata de MORENA, Delfina Gómez Álvarez-Andrés Manuel López Obrador, dixit-.

Mucha tinta ha corrido. ¿Empate técnico? ¿Ganará el voto duro al voto útil? ¿Definirán la elección quienes algún día fueron indiferentes a los procesos electorales? ¿Será una elección ejemplar? ¿Los órganos electorales cumplirán al pie de la letra su razón de ser? ¿Más de lo mismo o algo novedoso pero nunca extremo?

Los que aseguran que todos son iguales deben entender que su apatía acaba por favorecer a alguien, del que sin remedio, habrán de quejarse amargamente. Para consuelo de muchos, ha de decirse que en esta lid no participó algún personaje emergido de la izquierda en la extensión de la palabra. Los reclamos ciudadanos convergen: honestidad, seguridad, educación, rendición de cuentas, empleos y atención al campo…¿alguien mencionó la urgencia de un cambio de modelo económico? Entonces, ¿qué sentido le dará a su voto?