El senador Martí Batres Encabezó Develación del Nombre Ifigenia Martínez en la Sala de Protocolo de la Mesa Directiva
Por Jaime Arizmendi
Argonmexico / SENADORA VANESSA RUBIO MÁRQUEZ: ¿Cómo están? Muy buenos días.
Antes que nada, mi mayor honor y mi mayor orgullo de tener aquí a doña Ifigenia Martínez, amiga querida, senadora, economista, diplomática, académica, luchadora social y, sobre todo, un gran ejemplo para todas las mexicanas de México.
Es un orgullo tenerte a ti como parte de esta Legislatura y poder convivir contigo todos los días y aprenderte durante todo este tiempo que hemos estado juntas.
Saludo al presidente Martí Batres, y a mis compañeras y compañeros senadores.
Desde luego, a las hijas, al hijo de la senadora, a sus nietos, a sus amigos y a toda la prensa que está aquí presente.
Presenté esta iniciativa, junto con la senadora Nuvia Mayorga, este punto de acuerdo, el 12 de febrero, en donde lo que pedíamos era un reconocimiento total del Senado; que ya lo tiene, lo tiene y se lo hacemos patente todos los días que la vemos.
Pero queríamos que quedara una huella escrita aquí en el Senado de la República, y sus letras han sido grabadas aquí, ahora en el Salón de Protocolo; porque eso, lo que refleja, es que no sólo queremos, apreciamos, sino que también honramos todo el trabajo que ha hecho Ifigenia Martínez por las y los mexicanos, por las luchas sociales, por la estabilidad económica en nuestro país.
Yo he de decirles que cuando supe que iba a ser senadora de la República, desde luego, uno de los grandes honores de mi vida, a las pocas semanas quien me invitó a una cena luego, luego, y fue la primera que me puso a chambear, fue doña Ifigenia, todavía ni siquiera tomábamos protesta.
Es una mujer incansable, es una mujer tenaz, es una mujer brillante. Y como mexicana, me siento de verdad muy orgullosa de que esté cerca de nosotros y, este tipo de homenajes creo que es honor a quien honor merece.
Así es, que no me resta más que decirles, que de sobra este homenaje a doña Ifigenia por lo que ha hecho por nuestro país; pero, sobre todo, por la gran brecha que ha abierto a las mexicanas que también queremos hacer historia, como ella la ha hecho en nuestro país.
Muchas gracias y bienvenidos a todos.
Muchas felicidades, doña Ifigenia.
SENADORA BLANCA PIÑA GUDIÑO: Buenos días a todos y a todas.
Es un honor estar aquí, a un lado de la gran doctora Ifigenia Martínez, maestra. Mucha admiración le tenemos, mucha gente en el país, y para eso quiero dirigirle unas palabras.
Me siento muy honrada de poder expresar unas palabras durante este acto, que busca ser un humilde reconocimiento a una gran mujer, que ya forma parte de la historia de nuestro país.
La doctora Ifigenia Martínez es una de las figuras políticas y sociales más importantes de México, que ha trazado camino para que quienes siguiendo modestamente su ejemplo, buscamos un país más democrático, más justo y más igualitario.
Cómo no recordar que la doctora Ifigenia es un ejemplo para la lucha de las mujeres. Su legado en la política, la academia y la lucha en defensa de las riquezas de nuestro país, la inscriben ya como parte de nuestra historia colectiva.
Si es cierto que el giro democrático que vivimos hoy inició con el movimiento de 1988, es indiscutible que Ifigenia tiene un papel como precursora y protagonista de esta gran transformación.
Son los esfuerzos de mujeres, como la maestra Ifigenia, los que nos demuestran que las ideas se vuelven fuerzas tenaces cuando la persistencia se materializa en convicciones democráticas. Es importante recordar que ella abrió la brecha en la democracia de este país, al ser la primera senadora de la República de un partido de oposición, en la LIV y LV Legislaturas.
Ella es un referente innegable en la lucha de la defensa por nuestra riqueza, al formar parte de la lucha por la defensa de nuestro petróleo.
Compartir esta Legislatura, es un verdadero honor para todos y todas las senadoras.
Muchas gracias. Enhorabuena, maestra.
SENADOR CRISTÓBAL ARIAS SOLÍS: Muchas gracias, senador Martí Batres, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, por invitarme a estar en este acto memorable, histórico. Para mí es un honor.
Siempre, desde muy joven he admirado a la maestra Ifigenia, aun antes de conocerle por su trayectoria profesional, académica y política.
Tuve la fortuna también de coincidir con ella y otros destacados mexicanos, encabezados por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, por el licenciado Porfirio Muñoz Ledo, en los albores del movimiento popular, democrático, de lucha de México, en 1988.
Provengo, con la maestra, de la Corriente Democrática y luego en el Frente Democrático Nacional, que buscaba justamente la democratización de la vida política de nuestro país, frente a un sistema que se negaba, se resistía a propiciar democracia en nuestro país y a revisar las políticas económicas empobrecedoras, que han llevado a una crisis recurrente a nuestro país, empobreciéndolo.
Tuve también la gran fortuna de ser, junto con la maestra Ifigenia, con Porfirio Muñoz Ledo, con el doctor Robles Garnica, los cuatro primeros senadores de la oposición en México.
Y hoy tengo el alto honor de coincidir con ella muchos años después de esa lucha, que culmina con el triunfo de las fuerzas democráticas, entonces, y que se sumaron ahora en este movimiento que va a transformar a nuestro país, encabezado, en la Cuarta Transformación, por nuestro Presidente de la República, el licenciado Andrés Manuel López Obrador.
Estoy seguro, maestra, que nuestro esfuerzo, la lucha de usted y la modesta que yo pude aportar a lado suyo, del ingeniero Cárdenas, de Muñoz Ledo y otros, no ha sido en vano.
Aquí estamos y vamos a seguir juntos, maestra, aportando nuestra capacidad, nuestro esfuerzo, por la Cuarta Transformación Nacional de México.
Muchas gracias.
Felicidades, querida maestra.
SENADOR MARTÍ BATRES: Muchas gracias.
Saludo con mucho cariño, respeto y admiración, a la maestra Ifigenia Martínez. Por supuesto, saludo con mucho cariño a su familia, a todos los amigos, amigas, que se encuentran con nosotros, senadores, senadoras.
Muy buenos días a todos, amigos de los medios de comunicación.
Se puede hablar de la maestra Ifigenia Martínez desde muy amplios frentes, desde muy distintas ópticas, desde muy distintos perfiles y desde muy distintas posturas políticas.
Como verán, este mismo evento, es un evento plural y la propuesta para ponerle este nombre al Salón de Protocolo también tiene una fuente de pluralidad.
Incluso vino de una senadora de una fuerza política distinta a la que pertenece la maestra Ifigenia. Nuestra gratitud a la senadora Vanessa Rubio.
Se puede hablar de la maestra Ifigenia Martínez como académica; se puede hablar de la maestra Ifigenia Martínez como diplomática; se puede hablar de la maestra Ifigenia Martínez como política, como estadista; se puede hablar de la maestra Ifigenia Martínez como mujer triunfadora, exitosa, vanguardista, pionera.
Se puede hablar de la maestra Ifigenia como funcionaria pública; se puede hablar de la maestra Ifigenia como legisladora; se puede hablar de la maestra Ifigenia como amiga, como compañera.
Cada quien, desde una óptica, desde su propia experiencia, desde su propia postura, puede hacer un perfil y hablar de la maestra Ifigenia Martínez.
No quisiera yo hacer una recapitulación tan amplia de tantos elementos y quisiera concentrarme, sobre todo, en un par de visiones.
Por un lado, este pensamiento que expresa la maestra Ifigenia Martínez. Es la visión de la responsabilidad del Estado para construir una sociedad socialmente justa.
Y en esa visión, la idea de la política económica como un gran instrumento de política pública para la equidad social, Esta es una gran columna vertebral.
Ya en nuestros días no es tan frecuente que se vea la política económica de esa manera, pero esta es la parte, desde mi punto de vista, angular, la parte sólida que le da perspectiva a la presencia pública y universal de la maestra Ifigenia Martínez. La visión, su visión del Estado y particularmente de la política económica del Estado por una sociedad con equidad social, con justicia social, con igualdad social.
Este es un punto de referencia que va a estar siempre en el discurso político de la maestra Ifigenia Martínez.
La otra visualización a la que quiero referirme es a la maestra Ifigenia Martínez como una mujer de Estado, con una visión de transformación, y con una visión histórica muy precisa de los momentos que vive el país.
Ahí, vimos a la maestra Ifigenia Martínez como una voz muy importante de la vertiente nacionalista del Estado, nutrida por nuestra historia, por la historia derivada de la Revolución Mexicana, por la historia derivada del cardenismo y de otros periodos nacionalistas en la vida del Estado Mexicano.
También, vemos a la maestra Ifigenia Martínez como una de las principales dirigentes de un proceso de ruptura en la conformación política del Estado.
El 88 marca un punto de partida nuevo para el país, pero también para muchas mexicanas y mexicanos.
Ese momento lo encabezan Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, y la maestra Ifigenia Martínez.
Es un momento que cambia todos los paradigmas políticos, todas las ideas de certidumbre, de seguridad política que había entonces.
Se adelantan al proceso de cambio, estos grandes dirigentes, que va a vivir el país.
A partir de entonces, se da una gran batalla democrática en México y una reivindicación de un ideario de reforma social que impulsa este movimiento de la corriente democrática en aquellos años.
Es, de alguna manera, como diría el poeta Octavio Paz, es la idea de la vuelta y la revuelta, es la visión hacia la historia, pero también hacia el futuro.
La maestra Ifigenia Martínez es ya, en 1988, una personalidad muy importante, de muchos años, pero en 1988 comienza una nueva historia.
Han transcurrido un poco más de 30 años de aquel entonces y a lo largo de estos años la maestra Ifigenia Martínez ha estado en cada momento importante de transformación.
En el 88, en la corriente democrática; en el 89, en la fundación del PRD; en el 88, como parte de la primera bancada de oposición en la historia del Senado Mexicano, junto con Cristóbal Arias, Porfirio Muñoz Ledo, y Roberto Robles Garnica.
Está, también, la maestra Ifigenia Martínez, en El Constituyente de la Ciudad de México en el 2016-2017, y, también, forma parte, hoy, de la bancada de Morena, en el Senado de la República, en un nuevo momento político de cambio, siempre con una visión de Estado y con una visión de transformación.
Si pudiéramos decir qué visión del país, con cuál nos identificamos, con ésta que ha expresado en su historia y en su discurso, la maestra Ifigenia Martínez.
Por eso, me da mucho gusto que el día de hoy, como un reconocimiento, que es modesto y forma parte de un reconocimiento merecido, mucho más amplio, que el día de hoy estemos poniéndole su nombre a este Salón de Protocolo de la Mesa Directiva del Senado, en el cual se da vida a muchas de las expresiones y muchos de los órganos del Senado de la República, porque aquí, una de las grandes senadoras ha sido la maestra Ifigenia Martínez.
Felicidades, maestra.
Muchas gracias Vanessa, senadora, Blanca, Cristóbal, Alejandra, Verónica, Lupita, Juan José, otra Verónica, muchas gracias, y a la familia de la maestra Ifigenia, un abrazo muy fuerte.
Buenos días.
MODERADOR: Agradecemos el emotivo mensaje a cargo del presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, el senador Martí Batres Guadarrama.
Señoras y señores:
Ahora se realiza esta develación, a cargo de los senadores de la República, junto a la senadora Ifigenia Martínez y Hernández.
(DEVELACIÓN)
SENADORA IFIGENIA MARTÍNEZ HERNÁNDEZ: Muy inmerecido para mí, pero, compañeras senadoras, senadores; compañeras, compañeros que nos rodean aquí, incluyendo, desde luego, a periodistas, otras personas, todos los mexicanos.
Mis primeras palabras son para agradecer a las senadoras Vanessa Rubio Márquez y Nuvia Mayorga Delgado, quienes propusieron imponer mi nombre a esta sala de protocolo, así como a la cálida acogida que me han otorgado todos ustedes, para aprobar esta propuesta. Concretamente al senador Martí Batres, presidente de la Mesa Directiva y al senador Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, aquí están.
Me encuentro muy emocionada por el gran honor que el día de hoy me ha conferido este honorable Senado.
Expreso mi reconocimiento y gratitud por tan inmerecido reconocimiento, que comparto con mis colegas de esta Legislatura, así como con todas las compañeras y compañeros, con quienes he tratado desde antiguas lides en una larga lucha política desde diversos escenarios.
Al escucharlos con emoción, me fue inevitable traer a mi memoria una trayectoria política y legislativa que se inició en la Cámara de Diputados en el antiguo recinto, en la L Legislatura, en el lejano año del 76, 1976-79, en la cual, acompañada con un grupo de economistas, tratamos de sentar las bases de un nuevo modelo de desarrollo económico y social, democrático, bajo la rectoría del Estado Mexicano, y en el cual todos compartieran los beneficios del desarrollo económico y social del país; que no hubiera niños sin escuela, mexicanos sin médico cuando lo necesitaran, y sobre todo sin empleo.
Todo se puede hacer en este vasto territorio que tenemos y generoso territorio, siempre y cuando pongamos la atención y el propósito para hacerlo.
La continuación de esa primera etapa de participación política, en los fines de los 80’s, me llevó a ser electa la primera senadora de la República de oposición, LIV Legislatura, 88-91, en la vieja Casona de Xicoténcatl, compartí con mis amigos Porfirio Muñoz Ledo, sobre todo con él, y ciertamente siguiendo su ímpetu opositor, la enorme responsabilidad de argumentar y debatir para contener al neoliberalismo naciente, a partir de las elecciones de 1988, cuyo resultado nos defraudó y tarea que no hemos terminado.
Actualmente, a partir de participar con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y habiendo vencido en la tercera campaña presidencial, llegamos a asumir tareas públicas en dos ámbitos independientes y de diferente naturaleza, pero que pueden y deben complementarse sin perjuicio de la división funcional y de la autonomía, como se ha demostrado en las semanas que tenemos ya funcionando en esta LXIV Legislatura.
Me embarga una emoción muy particular y, al mismo tiempo, me compromete a poner todo mi empeño y experiencia para que todos juntos marquemos el destino de este nuestro México, con la medida puesta en el combate a la desigualdad, a fin de erradicar la pobreza en un ambiente de paz, cuyo eje central sea la justicia y la prosperidad para todos.
Estoy convencida que nuestra labor y aportaciones como legisladores, se dará bajo un clima de respetuosa pluralidad para sumar nuestros esfuerzos en la búsqueda de un cambio profundo, pacífico y radical, orientado a que la soberanía vuelva a radicar en el pueblo de México.
A todos los presentes, muchas gracias.
Trabajaremos juntos para el resurgimiento de nuestra patria, que hoy demanda la unidad nacional y el sentimiento patriótico de todos los mexicanos.
Muchas gracias.
MODERADOR: Agradecemos el mensaje de la senadora Ifigenia Martínez Hernández.
Le brindamos la más cordial bienvenida al senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, la senadora Nestora Salgado y la senadora Jesusa Rodríguez.
Muchísimas gracias por acompañarnos.