Alimentos Chatarra
argonmexico.com / En los últimos años se ha incrementado sustancialmente el consumo de alimentos chatarra en nuestra niñez. Su gran demanda los hace accesibles en las cooperativas escolares, y fuera de ellas. Su bajo valor nutricional, deficiente contenido energético, grasas y harinas, tienen como consecuencia que México se dispute el primer lugar de niños con sobrepeso y obesidad en el mundo.
Es muy plausible que en últimas fechas la Secretaría de Salud iniciara investigaciones sobre los efectos del consumo de estos productos. Esto contribuye a la serie de medidas que se deberán tomar para su control. Las coincidencias en el Senado de la República para regular el consumo de estos alimentos en las escuelas, definitivamente son buenas noticias.
Por mucho tiempo el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, ha tenido como principal objeto, disuadir a funcionarios de salud y de educación para que se haga absolutamente nada al respecto, y en convencer a legisladores impidan cualquier iniciativa que minimice el consumo, por las pérdidas económicas de las empresas productoras que, por cierto, en su mayoría son transnacionales.
Por mencionar algunas: Barcel, Bimbo, Coca Cola México, Grupo Gamesa, Grupo Jumex, Jugos del Valle, Kellogs de México, Nestlé México, Pepsi Cola, Sabritas, Sara Lee Branded, Sigma Alimentos Corporativo, entre otras.
Esto no fuera noticia, pero el asunto es que, la obesidad es la causa principal de enfermedades como diabetes, cáncer, problemas cardiacos e hipertensión entre otros, padecimientos que se han incrementado considerablemente en los infantes.
Lo decepcionante es que sobre el tema, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal, dijo que reducir la estrategia del gobierno federal a un reglamento de cooperativas o tiendas escolares para evitar la venta de chatarra porque ha contribuido a la obesidad de los niños, es un debate inútil, ya que es un problema endémico de la vida social y salud pública que responde a causas multifactoriales.
Señor secretario, el debate no consiste en si es endémico o no, y es muy claro que es consecuencia multifactorial. Aquí lo único inútil es… no hacer nada. Considero que usted, como primer educador de nuestro país, debe ser el primero en cambiar la actitud de los alumnos, para respetar el principio fundamental del proceso enseñanza-aprendizaje.
Y este cambio de actitud tendrá como consecuencia, cambiar los hábitos negativos. Este hecho, desde luego, debe ser regido por la congruencia; y esta nos dicta que no se vendan alimentos chatarra en las escuelas.
Nuestro querido México, es privilegiadamente un gran productor de frutas.