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Por Francisco Rodríguez
Argonmexico / Después de adular a Trump, ahora la 4T es antiimperialista
Como si no hubiéramos tenido suficiente con los ridículos con los que hasta ahora nos han avergonzado los próceres de la 4T, ahora llega la temporada escatológica del chusco régimen de pacotilla. La época de soportar el modito de las posturas antiimperialistas huehuenches. Los estilos de Chávez, Maduro, Evo Morales, y hasta su imitación en las posturas y en la forma de hablar, para demostrar que somos muy machos.
Una mezcla de absurdas posiciones fallidas dizque bolivarianas, combinada con la revolución pueril de los fósiles universitarios del rancho grande, para quedar ante sus fanáticos como redentores, en lugar de lo que son: una caterva de incompetentes que confunden la política con la soberbia. Tan fácil que hubiera sido reconocer que se equivocaron, en lugar de meter al país en un torbellino de insensateces.
Trump ordenaba sentarse… y en Palacio Nacional se empinaban
Las posturas antiimperialistas de mentiritas para tapar con una cobija inmunda los errores de parvulitos que cometieron. Las falacias y agravios al respetable que se hubieran corregido con la simple aceptación de haber regado el tepache en todos los sentidos. Ya fue insoportable aguantar la complicidad y la sumisión con Donald Trump y sus bárbaros golpistas.
Sólo se trataba de aceptar que se habían agachado de manera imprudente y descastada ante el otro aturdido anaranjado del Norte, que cuando les ordenaba sentarse, se empinaban. La pérdida absoluta del decoro, la dignidad y el sentido de la proporción para no defender a tiempo la lealtad que le debían al pueblo, es lo que ahora quieren que pague el pueblo.
Pronto, los chairos protestarán frente a la embajada gringa
Detrás de esas actitudes que ya empezaron, peligrosas en grado sumo para el país, no hay otra cosa que soberbia. La necesidad fisiológica de la reelección imposible, la falta de arrestos para aceptar, aunque fuera por única vez que habían jugado con la estabilidad y la gobernanza de una Nación a punto del hambre y la desesperanza.
La misma actitud que asumen los fósiles estudiantiles que, cuando no pueden con las materias de rigor en las escuelas, adoptan posiciones radicales para empujar al estudiantado a la güeva, para lograr las buenas calificaciones a través de amenazas y rijosidades. Los adoradores de El Mosh llegaron con todo, vienen por sus fueros absurdos.
Ahora se va a ocupar todo el tiempo y el espacio del Estado, el que debería dedicarse para trabajar y salir del marasmo, para una serie de zarandajas ochenteras, para la compasión de los verdugos yanquis de siempre. Veremos a los borregos y a las falanges que ocupan su tiempo protegiendo al “caudillito” de los linchamientos en las giras por provincia…
… protestando en la embajada gabacha, desplegando sus talentos para revivir todos los agravios del pasado, reciente y remoto. Los ciudadanos seremos presa de todas las farsas de los ensarapados de anarquistas chichimecas hacer todo tipo de incoherencias y desaseos. Pagaremos el pato de la falta de prudencia, todos los que no tuvimos que ver nada en ellas.
Ya en EE. UU. le bajaron los billetes robados a Cienfuegos
Ahora sí empezó en serio y en cascada todo el show bolivariano en nuestra propia casa. El libretito que los llevó a la ruina, de la que jamás podrán salir, todo por no rectificar a tiempo, todo por darle el aire escaso y agónico que necesita Morena y sus decaídos chairos para llegar equipados a las elecciones intermedias. Allá quien se lo crea.
¿Por qué no haber aceptado que se portaron como una canalla doblegada ante las intrusiones del republicano dislocado? ¿El pueblo mexicano tiene que pagar forzosamente por la inepcia de sus mandarines? ¿Por qué no aceptar que le bajaron los billetes robados a Cienfuegos, y hasta la copa que tenía que repartir en Palacio Nacional?
Proteger la virginidad ideológica y el absurdo remoquete de no robar, no mentir y no traicionar, todos ellos verbos burlados por el de Tepetitán, no debe tener un costo tan alto como para aparecer ante el mundo como un pueblo indefenso ante los mamarrachos. Debe haber un poco de dignidad y de pundonor en todas las bravatas.
Cambiar el nacionalismo democrático por el antiimperialismo de petate
La conducta desquiciada que resulta de no aceptar las equivocaciones es propia de los tiranos y los dictadores de todos los tiempos. La imposibilidad de vencer la soberbia de los palurdos es propia de pocos países que como México eligieron con su voto una forma democrática de gobierno, no un despotismo ignorante.
Pero como dicen atinadamente los taurinos decepcionados con el espectáculo: corrida de expectación, puros toreros chungos con toros del agarradero. Los primeros no se arriman y los bureles no embisten. Mala tarde para el coso.
Cambiar el nacionalismo democrático por el antiimperialismo de petate es realmente ridículo. La gente tal vez lo comprenda, porque se trata de paladines que jamás entendieron lo que significaba el modelo nacionalista democrático y lo cambian a la mera hora por un disfraz de mentecatos que no reconocen haberse agachado innecesariamente ante el Imperio.
Tienen la filosofía de La Chimoltrufia, como dijeron una cosa, dicen otra
Jamás reconocerán ante sus fanáticos que creyeron que la reelección de allá iba a impactar de fondo para aceptar la reelección de acá. Nunca se detuvieron a leer, aunque sólo fuera en defensa propia, el contenido del Pacto de impunidad firmado en la Torre Trump, en Nueva York, que les permitió sentarse en Palacio Nacional.
Eran sujetos de cuarta a prueba, no los gigantes candidatos a la reelección que se creyeron. Tendrán que asimilar las condiciones impuestas por los demócratas gabachos sobre las energías limpias, los acuerdos laborales y las aperturas energéticas que aceptaron a pie juntillas ante sus valedores neoyorquinos.
Y eso se ve más que imposible. Porque primero muertos que sencillitos. No son profesionales, no entienden ni entenderán jamás el contenido de las condiciones a las que aceptaron someterse, hace poco más de dos años. Tienen la filosofía de La Chimoltrufia, como dijeron una cosa, dicen otra. Tratan a toda costa de ser aparentemente puros, porque de otra manera y de cualquier manera, serán arrasados en las elecciones intermedias.
Somos un país agraviado por chairos sin escrúpulos y sin vergüenza
La Nación no acepta hipocresías de ese tamaño. La Nación puede soportar la franqueza y el arrepentimiento, lo que no puede soportar es la apariencia, ese modito de gobernar que echa todas las culpas cometidas a la responsabilidad de los demás, sin aceptar jamás que ellos cometieron las imprudencias, que están destruyendo a la población.
La Nación ya no acepta que se le engañe con esos bodrios de regalar las vacunas con el sonsonete de que sean para otros países, cuando ni las han recibido ni gastaron un solo quinto en adquirirlas. Tarde o temprano sabremos que, a cambio de ser conejillos de Indias, aceptamos dosis que podrían ser letales, pues son el resultado de un proceso inacabado de investigación.
La Nación jamás aceptará que se le fuerce a echar boñiga al socio comercial para defender los errores y la necedad de un descocado. Esos tiempos ya pasaron, y el electorado no quiere que regresen para consumo de un fracasado.
El show bolivariano no alcanza para limpiar ese establo. A otro perro con ese hueso. Somos un país demasiado agraviado por chairos sin escrúpulos y sin vergüenza.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: AMLO se tardó en felicitar a Joseph Biden por su triunfo en las elecciones del primer martes de noviembre. Y lo hizo por carta. En ella el mexicano le reitera su ideal de combatir la corrupción, le expresa, en dos ocasiones el deseo de que la relación no sea intervencionista y respete la soberanía y autodeterminación de los pueblos y le reconoce sus declaraciones en torno a la migración, principalmente a la centroamericana. ¿Y los mexicanos en Estados Unidos, la frontera común, el cambio climático y la gestión de recursos naturales, el comercio, la seguridad, la cooperación educativa y muchos otros temas no merecen por lo menos ser mencionados? ¿Se envía una carta para decir lo que se quiere hacer en México como un gobierno soberano? ¿Es necesario? Los demás temas, los más importantes en la relación bilateral, a AMLO le salen sobrando.