Propone Almeida López Establecer como Producto Básico la Miel y sus Derivados, para Lograr Precios de Garantía
Por Carlos Mauricio Hernández
Argonmexico/ La Diputada Federal Mónica Almeida presentó una iniciativa para considerar a la miel, ceras, propóleos, polen y derivados de la producción apícola, dentro de los productos básicos y estratégicos, para que con su incorporación a la Ley de Desarrollo Sustentable, se puedan integrar en el Programa de Precios de Garantía a productos Alimentarios Básicos y poder así apoyar al sector apícola y fortalecer la seguridad alimentaria del país.
Explicó que en el caso de la miel, evitará que los apicultores rematen o tengan que acumular miel debido a la baja competitividad de los precios que puedan encontrar en ciertos momentos, que lejos de presentar una rentabilidad financiera representen pérdidas.
“Impulsar al sector apícola tendrá múltiples beneficios, primeramente un impulso económico que beneficiara a uno de los sectores más abandonados por los gobiernos, pero también representa un tema de vital importancia para al medio ambiente, teniendo rendimientos positivos en otros sectores como la silvicultura, agricultura y las actividades de conservación, ya que garantiza una excelente ventaja adicional a la cosecha porque solamente las abejas son capaces de recoger el néctar y el polen, sin entrar en competencia con otros insectos o animales por estos recursos que, de no ser por ellas, serían inalcanzables para el humano”, compartió.
Asimismo presentó un Punto de Acuerdo para lograr precios de garantía en la miel, y ajustar los precios en el mercado y que los productores apícolas sean competitivos y así controlar el alza y desplome de los precios para orientar la producción del campo, su distribución y comercialización, logrando con ello garantizar una seguridad alimentaria.
“Se tendrá un avance de capital físico, donde se incrementará la producción de insumos relacionados con esta práctica ya que todos los instrumentos se producen y reparan en la localidad, se contribuye al sistema de vida y desarrollo de otras personas de la comunidad, activando a vendedores urbanos y rurales, carpinteros que fabrican las colmenas, los sastres que producen los velos, vestimentas protectoras, guantes y todos los que fabrican y venden envases”, agregó.
En cuanto a los beneficios sociales, señala que el grado de dependencia de los polinizadores varía entre los cultivos, y en los casos más extremos, la ausencia de estos puede reducir la producción de los cultivos hasta en un 100% por lo que la producción de otros cultivos se vería ampliamente beneficiada, acompañado también de una sinergia económica importante para las zonas rurales que son las que tienen mayor presencia de apicultores.