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Científicas y Humanistas Analizan Legado de Marie Curie

*La radioactividad, área en la que la  científica fue pionera, dio lugar a tecnologías que continúan siendo utilizadas y sentó las bases en estudios en torno al átomo

De la Redacción

Argonmexico / El descubrimiento de la radiactividad y sus aplicaciones en distintos campos del conocimiento se debe en gran medida a la científica polaca Marie Curie, quien acuñó dicho término. La primera mujer galardonada con un Premio Nobel —primero en física (1903) y luego en química (1911)— desarrolló técnicas para el aislamiento de isótopos radiactivos con múltiples usos en geología, medicina y ciencias nucleares. Fue fundadora del Instituto Curie de París y en Varsovia creó el Instituto de Oncología Maria Sklodowska-Curie.

“En geología ha sido posible datar la edad de rocas, fósiles e incluso estimar la edad de la Tierra. Este campo estudia la estructura, evolución y dinámica del planeta y lo que contiene. Durante siglos fue una ciencia descriptiva porque no se tenían las herramientas para contar con datos exactos. Ahora sabemos que nuestro planeta tiene 4 mil 600 millones de años, esa precisión nos la dio la radioactividad”, indicó María Colín García, del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Se sabía que la Tierra tenía capas que nos hablaban de su historia y se trataba de correlacionar esa edad con los fósiles que se encontraban, los naturalistas tenían una estimación relativa pero faltaba poner la fecha. Con la radioactividad fue posible entender cómo se transforman unos átomos en otros. Sin el descubrimiento de elementos como el polonio y el radio —aportación de Marie y Pierre Curie (su esposo)— y sin su caracterización física y química, no hubiese sido posible medir la edad de rocas y seres que han existido en el planeta, reconoció la investigadora.

Las ciencias nucleares, que son las investigaciones alrededor del núcleo atómico, tienen un área de medicina nuclear. En este campo, Marie Curie y sus hallazgos fueron fundamentales para que hoy en día se puedan hacer radiografías que permiten contar con diagnósticos oportunos, además de tratar con radiación a las personas con cáncer.

Gisela Hernández Millán, de la Facultad de Química de la UNAM, comentó algunos usos de los radioisótopos. Existen unos mil 800 radioisótopos, de los cuales 50 son empleados en medicina. “Se usan, por ejemplo, para esterilizar el material de quirófano, también en carnes y frutas se emplean para eliminar bacterias y conservar por más tiempo a los alimentos”.

La vida media de los radioisótopos utilizados en medicina oscila entre minutos y días, así, un gramo de rubidio 82, empleado para la imagenología, es de 1.26 minutos. El  yodo 131 se utiliza para terapia en personas que padecen hipotiroidismo y cáncer de tiroides, su vida media es de ocho días. El fósforo radiactivo se usa para medir la velocidad de circulación en diferentes partes del organismo y detectar dónde hay una embolia vascular o un coágulo.

En el Instituto de Ciencias Nucleares también de la UNAM se estudia un grupo de fuentes de cobalto 60 radiactivo. Se introduce este elemento en una cámara blindada en la que las fuentes radiactivas emiten rayos gamma para, por ejemplo, eliminar células o cualquier virus o bacteria a prótesis médicas con el fin de garantizar su esterilización a la hora de implantar en los pacientes que las requieran. Incluso, se irradia a las momias para que se conserven, sostuvo Gabriela Frías Villegas, coordinadora de Comunicación de dicho lugar.

 

El lado humano de la científica nacida en Varsovia es una faceta poco conocida y fue abordada por Rosa María Beltrán Álvarez, directora de Literatura de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, quien comentó que Marie Curie comenzó a tener un diario a partir de que su esposo Pierre falleciera en un accidente. En sus memorias ella se dirigía a su marido como “un mecanismo de sobrevivencia para hablarle, para intentar estar en contacto con su cómplice de vida. Y la literatura es eso, es un acto profundo de subversión, es aprender a decir exactamente lo que sentimos y lo que queremos”.

Tras la muerte de Pierre Curie, Marie crió sola a sus dos hijas, una de ellas, Ève Denise, tenía apenas 14 meses de edad cuando su padre murió. Pese a esa tragedia personal, Marie no abandonó su laboratorio, por el contrario, rechazó la pensión vitalicia que le ofrecía el gobierno francés y aceptó el puesto que tenía su esposo en el Departamento de Física de la Universidad de París, convirtiéndose en la primera profesora de esa universidad.

Cerrar la brecha de la igualdad de género

Beata Wojna, embajadora de la República de Polonia en México, indicó que aún hoy en día no se puede considerar superada la brecha de género. A 150 años del nacimiento de Marie Curie las mujeres tienen acceso a más servicios de salud, educación y oportunidades laborales, “pero en los ámbitos económicos y políticos, es donde debemos trabajar para conseguir esa plena igualdad de género”.

Destacó que en el último informe global de la brecha de género que publicó el Foro Económico Mundial, una de las conclusiones es que ni siquiera los países nórdicos: Islandia, Noruega, Finlandia han conseguido igualar la participación femenina.  En esas naciones más avanzadas, el sueldo de una mujer por desempeñar la misma actividad que un hombre es 15% más bajo en promedio.

Julia Tagüeña Parga, directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, indicó que la presencia de las mujeres en la ciencia de México ha ido en aumento: “En Latinoamérica el 45.2% de los investigadores son mujeres, este es un porcentaje alto, pues en Europa es el 34%. En 2016 había 46.6% de mujeres con becas de posgrado en Conacyt, eso viene como consecuencia de una política de acceso de las mujeres a la educación, y los datos actuales del Sistema Nacional de Investigadores es que 36% son mujeres”.

El Coloquio “150 años de María Skłodowska-Curie” se llevó a cabo la tarde de ayer martes en el Teatro del Museo de Ciencias Universum con este grupo de participantes, quienes revisaron, entre otros, los efectos de la radiactividad en distintas ciencias, área en la que la científica polaca naturalizada francesa fue pionera. César Domínguez Pérez-Tejada, titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, fue el moderador.