Homenaje a Margarita Michelena a Cien años de su Natalicio
*El Palacio de Bellas Artes fue marco del recuerdo a la “flor de la sabiduría”
Por Guillermo Pimentel Balderas
Argonmexico / Con un sentido y emotivo homenaje, Margarita Michelena revivió sus pensamientos en la memoria de sus hijos, familiares, amigas y amigos, así como de un público que disfruto de una inolvidable velada literaria.
Fue mucha la impaciencia, pero más fue la placidez de vivir un evento lleno de sentimiento para recordar a la poetisa, periodista y luchadora social, y como la describió su bisnieta Natalia Tanasescu, con su pensamiento a Margarita Michelena: “Margarita, flor de la sabiduría si te conociera te amaría, iluminas el día como una sonrisa de sandía. Te amaré estés aquí o no, siempre lo haré estés aquí o no “.
En la Sala “Manuel M. Ponce”, del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, acudieron con gran fervor sus hijos: Andrea y Jesús Cataño Michelena, quienes, como excelentes anfitriones, dieron una calurosa bienvenida a los asistentes y expusieron sus respectivos mensajes, llenos de amor.
Andrea, leyó un brillante Bosquejo o “Apunte biográfico” de su Madre, desde su nacimiento, aquella noche del sábado 21 de julio de 1917, a las siete y media de la noche, en la segunda calle de Mejías No. 22, frente a la estación del tren de mulitas en Pachuca (Hidalgo).
Narró los primeros años de la infancia y de la juventud de Margarita Michelena; su comienzo como periodista; su participación como Promotora cultural; su fecunda labor editorial; su relación con los “monstruos sagrados de la literatura”, hasta sus influencias pasando por “Una obra breve, pero sustancial”.
Andrea, terminó el bosquejo de Margarita Michelena, con gran sentimiento: “Mujer –como dijo Alicia Zendejas- que nos indica en su tiempo profano y en el sagrado, que este es un mundo en que la justicia y el amor deben prevalecer; un mundo en el que podamos amar, saber que estamos en el lugar para el amor. Mundo transitorio, cierto, pero que posee pasado, presente y futuro”.
Después, Jesús, dio lectura a la rima: “Carta a mi madre en el centenario de su nacimiento”, que, con una acicala prosa, describe varios pasajes de la vida de Margarita Michelena.
Recordó: “Aprendí contigo a mi lado, a morir con un pavoroso dolor que te troza el cuerpo desde el pecho; desde ese momento en que mi corazón, en una vuelta inesperada de la suerte, ahora late con una nueva vida y un metálico muelleo”.
Y, con el sentimiento que lo caracteriza, Jesús culmina su expresión dirigida a su progenitora: “Hoy, en esta tu terrenal centuria, abrazo con mi más puro, reconciliado y encendido amor, la brasa ardiente de tu alma, que ahora, sé, que como invaluable herencia, comparto como un don sin igual en esta mi frágil y ya prolongada presencia humana”.
Guitarras y Voces
Antes, el público asistente, disfruto de una agradable y excelente música con las interpretaciones del ensamble: Cuarteto de Guitarras del Estado de Hidalgo, que lo integran: José Alberto Sánchez Ortíz, Marco Antonio López Huerta, Alejandro Martínez López y Aarón David Trápala Martínez.
Después, acompañaron con sus liras, la magistral narración de los poemas de Margarita Michelena en las voces de Beatriz Falero, Gabriela Cañetas, Paul Berssey.
Berssey, joven músico, compositor y escritor, con su guitarra, interpretó una sentida canción a Margarita Michelena, que arrancó sonoros aplausos de la concurrencia.
Enseguida, en una “mesa de diálogo”, coordinada por Jesús Cataño Michelena, hicieron gala de sus dotes literarios: Jorge Ruiz Dueñas, Efraín Bartolomé, María Luisa “La China” Mendoza, Miguel Sabido y Alfonso Valencia.
Cada uno, externo, en su propio estilo, el sentimiento que les hizo brotar el recuerdo de Margarita Michelena, con el corazón en la mano, y que sobrecogió al público asistente.
Margarita Michelena (1917-2017), dejó un legado poético, una antología poética pensada para los lectores, en especial para los jóvenes, con su obra: Jardín de palabras” (1992).
Margarita Michelena, pensó que la prosa, para escribirla, habría que recordar a Beethoven, que recomendaba escribir desabrochado; “es decir, con facilidad, sencillez y alegría. Así trato de hacerlo. Eso sí, primero me muero que equivocarme de adverbio”, dijo a su amiga Alicia Zendejas.
Margarita Michelena, dejo escrito para la eternidad: “Yo no canto por dejar testimonio de mi paso, ni para que me escuchen los que, conmigo, mueren, ni por sobrevivirme en las palabras”.
También, plasmo: “Esto es la poesía. No un don de fácil música ni una gran riente. Apenas una forma de recordar. Apenas, -entre el hombre y su orilla- una señal, un puente”.
No hay duda, como lo dijo el colega, Juan Manuel Juárez Pineda (jmjp): “El tiempo no ha podido deshojar a Margarita. Sus pétalos son interminables, Su recuerdo causa nostalgia y su rima calor de Sol en día de invierno. Así es por siempre Margarita Michelena”.
Este Homenaje, fue organizado por el Gobierno del Estado de Hidalgo.
Gracias, Andrea y Jesús, por darme la oportunidad, con mi asistencia, de haber sido parte de este inolvidable Homenaje a su madre, Margarita Michelena.