Por Caso Culiacán, Durazo irá al Senado
Por Jaime Arizmendi
*Morena y la Antropofagia Partidista
*Por Caso Culiacán, Durazo irá al Senado
Argonmexico / Había una vez un lacayo, que despierto se sentía virrey… El proceso interno que vive el partido Morena para elegir a sus consejeros, se ha visto enturbiado por el “fuego amigo” que salta a los medios de comunicación, un día sí, y el otro también, desde el bunker en que se ha convertido la principal oficina del Senado de la República.
Los misiles lanzados desde hace meses en contra de Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional “en funciones” de Morena; de Jaime Bonilla, candidato triunfador de los comicios de gobernador en Baja California; del semisilente Miguel Barbosa en Puebla, como en contra de quien no tenga la unción de Ricardo Monreal, hacen mella en sus endebles embarcaciones, y podrían ser hundidos en el mar de la ignominia y la traición.
Un tanto por ello y otro por la avaricia de locales, Morena tuvo que suspender este domingo asambleas distritales en la Ciudad de México, Guerrero, Morelos y Tlaxcala; cuando dirigentes locales, independientes del monrealismo golpeador y saltimbanqui, quisieron imponer a consejeros afines, en preparación al reparto de las candidaturas para el 2021.
En la capital del país, la asamblea en Iztacalco, en la que participó el dirigente de los diputados de Morena, Mario Delgado, fue suspendida por “falta de condiciones”, con el argumento de que había un sobrecupo en el salón de Los Espejos del Centro Deportivo Coyuya.
Respecto al estado de Morelos, se suspendieron las asambleas en Cuernavaca, Jiutepec, Jojutla y Cuautla por actos de violencia que, según el dirigente estatal, Gerardo Albarrán, no permitieron llevar a cabo las asambleas adecuadamente. Y aunque descartó se hubieran registrado personas lesionadas, anticipó que presentarán las denuncias correspondientes.
Igualmente, en Guerrero fueron suspendidas las asambleas en Acapulco, Ayutla, Chilpancingo, Coyuca de Catalán, Iguala, Tlapa y Zihuatanejo. En Iguala, fue suspendida porque el presidente de la asamblea fue amenazado “por sujetos desconocidos”.
En Chilpancingo, capital guerrerense, la diputada local de Morena, Norma Otilia Hernández, “acarreó” a personas de la tercera edad “sin militancia”, para que votaran a favor de la candidata a consejera Rosario Hernández, su hermanita.
Mientras que actos de violencia impidieron la celebración de tales eventos morenistas en Acapulco, Coyuca de Catalán y Zihuatanejo; en Ayutla, Chilpancingo y Tlapa, se suspendieron por falta de espacio para realizar tal ejercicio democrático.
Asunto por separado de mención merece Tlaxcala, donde también Morena tuvo que suspender sus asambleas distritales en Apizaco y Zacatelco; pero aquí se debió a la necedad de la superdelegada federal, Lorena Cuéllar Cisneros, quien no entiende que ella ya no forma parte del PRI, su primer partido político, ni del PRD, el que la hizo senadora; e intenta imponer a sus más leales seguidores.
Bajo este panorama, todo indica que si bien, la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de no caer en la tentación y el “error” de sus antecesores de comandar a su partido (PRI o PAN) desde el Ejecutivo federal, por lo que él ni siquiera escuchará el canto de los sirenos de Morena; esa tarea tendrá que hacerla alguien con poder, o terminarán por despedazar al partido.
Sí, porque quienes integran esa jauría de la selva de concreto que tiene todo el respaldo “financiero y político” de la Cámara alta, ya dejaron prácticamente fuera de la jugada legislativa a Martí Batres; se han lanzado voraces contra Jaime Bonilla; y no alejan sus fauces de Yeidckol; posiblemente ahora, su objetivo inmediato será lanzarse en contra del mismo que les dio poder.
Bastaría revisar lo que marca la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos respecto a qué sucede si el país requiere un relevo presidencial dentro de los primeros dos años, o después. ¿Qué papel le corresponde desempeñar al Congreso de la Unión? Y, particularmente ¿a la Cámara de Senadores? Quizá por ello, desde ya, más que soñadores, se asumen “non plus ultra”…
Variaciones sobre el mismo tema… La noche de este martes, luego de cuatro horas de debate con 25 oradores en tribuna (porque nueve de los 34 inscritos declinaron), el Pleno del Senado de la República aprobó citar a comparecer al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Arturo Durazo Montaño, “para que informe sobre el estado que guarda la seguridad pública en el país”.
Eso se adujo inicialmente, aunque “también se le solicitó que, cuanto antes, presente por escrito un informe detallado de los hechos registrados en Culiacán, Sinaloa, el pasado 17 de octubre, tras el denominado “operativo fallido” en que se liberó a Ovidio Guzmán Pérez.
Sólo falta que acuerden la fecha, hora y formato en que se llevará a cabo el encuentro con el funcionario, además de que tampoco se determinó si dicha comparecencia se efectuaría ante comisiones unidas o en el Pleno cameral; decisión que será dada a conocer el jueves próximo por la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa.
Esto se dijo dentro del formulismo senatorial, aunque el mismo Ricardo Monreal Ávila, quien preside la Junta de Coordinación Política (Jucopo), aseguró ante reporteros que será el martes venidero cuando se presente a la sede de la Cámara alta el político sonorense quien, por cierto, es senador con licencia y sería gran intérprete y conductor de la estrategia antineoliberal. No como otros…