Tenemos un Tesoro Escondido
Argonmexico / GUADALAJARA, Jal.- A 1,168,240,666,720 (Un billón, ciento sesenta y ocho mil doscientos cuarenta millones, seiscientos sesenta y seis mil setecientos veinte pesos 00/100 M.N.) asciende parte del depósito de 50 millones pesos oro que depositó en 1910, hace 108 años, el gobierno federal para el pago de la deuda pública agraria (DPA) de los pueblos originarios de la República.
La DPA se debió de los terrenos que se expropiaron a los hacendados para crear los ejidos. Hace 90 años, Plutarco Elías Calles decretó que era procedente el pago de las tierras de los ejidos de la tribu Pápagos, de acuerdo con la Ley DPA de 1910.
En 1953, el Banco de México creó la serie B para pagar a los dueños de los terrenos, y estos recursos estuvieron depositados en la banca privada extranjera llamándolos: Financiamiento Mixto Privado, identificado como FMP-M276 y, por una interpretación distinta a su objetivo, se dejó de aplicar este recurso en su objetivo propio.
En julio de 1978, José López Portillo emite un decreto para regularizar el cumplimiento de la ley de DPA con la intervención del Banco de México, y que reciba depósitos para sanear las cuentas de los ejidos afectados. En el oficio que se entregó el 30 de junio de 2017 al entonces secretario de Hacienda con el folio 13984 por Mauricio Montijo Lucero, representante de esos fondos, queda referencia de cómo en octubre y noviembre de 2012 se han generado estados de cuenta en bancos como Banamex a su nombre.
El 18 de enero de 2017, el ejecutivo federal emite el decreto por medio del cual otorga diversas facilidades administrativas para el retorno de inversiones en el extranjero. Mauricio Montijo Lucero es de Sonora y tiene sus oficinas en Av. Insurgentes Sur No. 1425 Piso 20 esquina calle Actipan, en la CDMX, y gracias a las gestiones profesionales y altruistas que hace con su equipo, en este momento se tienen en Jalisco 4 municipios acreditados como son:
– Degollado, con un traspaso inicial de 999’860,580 RFC MDJ850101GV8 cuenta 0111038184 de Bancomer; Ixtlahuacán del Río, con 1’171,658,250 RFC MIR850101EU3 cuenta 40609676123 de HSBC; La Barca, 3’040,887,735 RFC MBJ970101R19 cuenta 0110994731 de Bancomer; y Tomatlán, 1’658,390,750 cuenta 0110988782 de Bancomer.
Para Jalisco, hasta hoy, es de 6’869’801,315 (seis mil ochocientos sesenta y nueve millones, ochocientos mil trescientos quince pesos). Para que un municipio pueda tener acceso a estos recursos, tiene que convocar a formar un Comité particular administrativo integrado por cinco mujeres y cuatro hombres, con sentido del honor y mayores de 45 años.
Esto, porque el dinero que van a manejar es privado y solo van a disponer de los intereses para que se inviertan en proyectos municipales, en coordinación con la tesorería municipal, pues existe el Programa Pueblos Originarios: instructivo de solicitud de recursos de la reserva patrimonial del financiamiento privado de las corporaciones de pobladores de México para los municipios de la República.
Y, en Jalisco, faltan acreditar a 121 municipios. Los estados que tienen más acreditados son Oaxaca, con 66; Durango, 38; y Michoacán, 31. En total suman 335 de 2,400. Por ello titulamos “Tenemos un tesoro escondido” porque siendo un recurso privado del pueblo, para aplicarlo hay que organizarse.
Para hacer esta entrega recibí una mínima parte de un expediente que se inicia desde 1910, ya Porfirio Díaz sabía que la acumulación de la tierra por sus protegidos, los grandes y pequeños hacendados llegaba a su fin y que, al repartir la tierra, se creaba una deuda pública agraria que se tenía que pagar.
Cuando llegó Carlos Salinas a la presidencia declaró que ya no había tierra qué repartir y le quitó al ejido la protección constitucional de “inalienable, imprescriptible, inembargable e inajenable”, poniendo a los ejidos a la venta del mejor postor. Ahí están los problemas de la acumulación de la tierra de los Wixárika, que limitan con Nayarit y el ejido El Zapote. Rescatemos el tesoro juntos, hagamos equipo con Mauricio Montijo Lucero.