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Pruebas Toxicológicas en Tláhuac, Piden a PGR

Por Armando Ramírez

Argonmexico / No hace falta especular más, con lo filtrado a los medios de comunicación es posible anticipar que al delegado de Tláhuac lo tienen bien investigado. Morena debía saber que desde que su apóstol delegacional comenzó su gestión en Tláhuac, en esa delegación sucedía algo. Que no venga el jefe de gobierno a darse baños de pureza, supo que en Tláhuac operaba una organización criminal y siempre minimizó el hecho.

Cualquier habitante de esa demarcación sabía lo que sucedía allí; por eso ya no quieren saber de esperanzas ni de reconstrucciones.

Tras el maremágnum informativo que desató el operativo de la Marina en Tláhuac el 20 de julio, el despliegue noticioso derivado del mismo ha versado invariablemente en torno a si el delegado Rigoberto Salgado sabía o no de la presencia del Cártel de Tláhuac, y si estaba o no coludido con el cabecilla de éste, Felipe de Jesús Pérez Luna, alias el «Ojos», abatido por la Armada ese día.

Pero independientemente de si el capo le pagó o no la campaña como candidato a la jefatura delegacional, como se ha publicado en diversos medios, otros temas que han sido comentados con profusión por articulistas y editorialistas de prensa, radio y televisión, son la –arrebatada y ofuscada– defensa que del delegado salió a hacer el dirigente de Morena, Andrés Manuel López, por un supuesto y alucinado complot en su contra.

Y eso de que si las líneas de investigación de la Procuraduría General de la República alcanzan o no a Salgado… No hace falta especular más. Con el caudal de información que evidentemente ha sido filtrado desde oficinas de inteligencia –y no precisamente del gobierno capitalino– a los medios de difusión, la lectura de los hechos permite inferir que el delegado de Tláhuac está en la mira de instancias superiores.

Esto es, que luego del miércoles, día de su comparecencia en la Asamblea Legislativa, y donde habrá un inusitado despliegue de representantes de los medios de comunicación tanto de México como del extranjero, por la magnitud de los acontecimientos, si la lectura entre líneas no falla, Salgado deberá prepararse para encarar otra comparecencia, sí, pero ante la justicia.

Ojala y López no vaya a tener entonces nada de qué lamentarse, porque debió saber desde que su apóstol delegacional comenzó su gestión en Tláhuac, que ahí sucedía algo. Si no por los medios de difusión, sí por Martí Batres, quien al menos debió decirle el día que lo abordaron en Tláhuac familiares de 63 jóvenes desaparecidos, que algo muy raro en Tláhuac estaba pasando.

Pero con eso de que siempre antepone la rentabilidad de sus allegados debido a que eso por sí solo pareciera purificarlos, nada le hubiese costado más a López que quedarse callado unos días más. Si de por sí la gente en Tláhuac estaba que trinaba contra Morena, por haberle propuesto tal candidato en 2015, porque a partir de que ganó con 26 mil votos y asumió el cargo, el escenario en la demarcación fue de puro narcoterror.

Con el disparate de López como defensa de aquél y en el que pareciera que pone prácticamente como buenos de la película al «Ojos» y a su delegado, y como malos a los de la Armada, como parte de la mafia del poder, con la teoría de su mentado complot; ya la gente ahí no quiere saber más de esperanzas ni de reconstrucciones.

Bueno sería que las investigaciones se extendieran al jefe de gobierno, porque tampoco quiso voltear a Tláhuac a ver qué sucedía con el tema del Cártel, empecinado –como aún está–, con su cantaleta de que en la Ciudad sólo operan puras organizaciones menores de narcomenudistas. A eso se debió que el operativo se llevara a cabo aprovechando que Mancera no estaba en la Ciudad, con lo que había menos riesgo de pusieran sobre aviso al «Ojos».

Por eso, a su regreso de Parral, donde anduvo de farol de la calle regalando patrullas que aquí en la capital hacen mucha falta, para promocionarse como suspirante presidencial, lo primero que hizo fue a ver al secretario de Marina, Vidal Soberón, a pedirle que no lo fueran a dejar fuera de los créditos finales del operativo. Y el almirante accedió de buena gana, después de todo el operativo había sido exitoso, y para complacerlo mandó a su vocero a decir públicamente que, en efecto, en la Ciudad no operaba ningún cártel.

Prueba Toxicológica a Funcionarios de Tláhuac

Esperemos que cuando las investigaciones se extiendan al edificio delegacional y su estructura, la PGR contemple la posibilidad de realizar exámenes toxicológicos a los funcionarios del primer círculo del delegado, para que la población de Tláhuac pueda saber en manos de quién se encuentra la responsabilidad de brindarle seguridad en sus comunidades.

Así, la gente podría dormir tranquila por las noches, o va a continuar con sobresaltos, debido a que seguirán sobresaltando las balaceras, rechinidos de llantas, pleitos callejeros, o asomarse a cada rato por la ventana para ver si su coche todavía está donde lo estacionó.

Porque en alguna nota de Mercado Sobre Ruedas retomamos testimonios de trabajadores del edificio delegacional, en el sentido de que había momentos en los cuales no podían ni respirar debido al fuerte olor a petate chamuscado que cual céfiro de serie animada de la Warner Bross, iba de la oficina del delegado al de su asesora particular, a quien sus colegas nombran «Maruja Barbaján».

De modo que, para salir de dudas, tanto quienes tengan a su cargo las investigaciones de lo que realmente sucede en Tláhuac y, sobre todo, de la población a la que nadie quiso escuchar en su angustioso clamor de auxilio por la situación de narcoterror que vivían, lo recomendable sería la práctica de una prueba toxicológica, para saber las aficiones de algunos.

Después de todo, ya muy pocos se espantan porque los adictos a la mariguana proliferen, incluso hasta en el servicio público. Al tiempo.

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