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Diputada Laura Angélica Rojas Hernández

Por José Luna

 Mensaje durante la Quinta Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamento.

Argonmexico /La migración humana es uno de los fenómenos más complejos y de mayor relevancia en el mundo; millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares como consecuencia de guerras, desastres naturales, inseguridad y pobreza.

Realizan viajes peligrosos que los exponen a situaciones de vulnerabilidad, padeciendo robos, secuestros, discriminación, violencia, extorsión y, en ocasiones, la pérdida de sus propias vidas.

Dichas circunstancias se magnifican cuando quienes lo hacen son menores de edad o mujeres. Las niñas, niños y adolescentes que viajan sin ningún tipo de protección familiar padecen violaciones a su integridad física y a sus derechos humanos; sufren accidentes que lastiman su salud, son reclutados en redes del crimen organizado, son sometidos a explotación sexual o laboral, sufren maltrato institucional en el momento de la repatriación y un largo etcétera.

Las mujeres frecuentemente son víctimas de trata o pierden el acceso a la asistencia sanitaria, sexual y reproductiva. En el tránsito en lugares de refugio son objeto de violencia de género, incluida la violencia sexual, y al llegar a sus destinos se enfrentan a múltiples formas de discriminación, maltrato y acoso en casi todos los ámbitos de su vida.

Por desgracia, en este 2020 la situación no ha mejorado, la pandemia originada por el Covid ha exacerbado estos problemas y ha colocado a todos los grupos en situación de mayor vulnerabilidad y de riesgo sanitario.

En México enfrentamos el fenómeno migratorio desde múltiples perspectivas, somos un país de origen, de tránsito, de destino y de retorno de migrantes, lo que ha convertido a este tema en una de las prioridades de la Agenda Nacional desde hace varias décadas.

Ante ello, en diciembre de 2018 México se adhirió al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular con la que estableció el compromiso de diseñar una política migratoria de respeto al Estado de derecho y de reconocimiento a los derechos humanos de las personas migrantes.

Por ello, con suma responsabilidad, desde la Cámara de Diputados vigilamos y trabajamos con las áreas del gobierno encargadas de la política migratoria y legislamos para garantizar la protección de los derechos humanos de los migrantes, así como para asegurar que los compromisos acordados en el pacto mundial sean respetados, lo cual como ya dije, se han acentuado en tiempos de esta pandemia y de crisis económica.

De forma paralela, desde una visión de responsabilidad global, la Cámara intenta enfrentar todos los matices y causas de la migración forzada, generando cooperación al desarrollo multi-actor y supranacional. El fenómeno migratorio requiere para su atención ediciones y acciones sustentadas en la cooperación internacional, y la responsabilidad compartida que abarca tanto la creación de condiciones más favorables en los países de origen, como un marco más eficaz de protección en los países de tránsito y destino, independientemente de condición migratoria de las personas.

Y en esta parte quiero hacer un énfasis en la importancia que tiene la cooperación a nivel parlamentario, para que, a través de redes de parlamentarios, en este caso de México y de Centroamérica, que es la región de nuestro continente con quienes compartimos este fenómeno de manera intensa y directa, pues se pueda ir atendiendo.

Así es que desde nuestra Cámara hemos hecho esfuerzos de mayor vinculación a nivel interparlamentario para que desde nuestro ámbito de competencias podamos ir generando las soluciones compartidas a este fenómeno tan importante.

Sigamos manteniendo la inspiración y el compromiso como parlamentarios a nivel global, no dejemos escapar esta oportunidad única de tender puentes y así aumentar la cooperación para atender este fenómeno tan importante para nuestros países y para el mundo.