Plácido
No hay problema si llega el coronavirus, tampoco hay medicina, están en eso. Florestán
Conocí a Plácido Domingo hace muchos años, él en el escenario y yo en la butaquería y tiempos después en lo personal gracias a un querido amigo mutuo.
Pero ya lo admiraba.
Lo recuerdo como un caballero gentil, amable, atento, educado, cálido, con conversación, que escuchaba y dejaba hablar.
Por eso tuve problemas para aceptar aquellas primeras informaciones sobre las acusaciones en su contra por acoso sexual.
—¿Plácido acosador sexual? —me pregunté. ¡Nunca! —me respondí, cuando leí el despacho de la agencia AP, el pasado 13 de agosto. Eran nueve testimonios, todos anónimos menos uno, de mujeres que lo acusaban de tales acosos a lo que respondió con un muy mal comunicado: Es doloroso porque he podido molestar a alguien. Los relatos son inexactos. Las reglas y valores por los que hoy nos medimos y debemos medimos [JLD1] son muy distintos a como eran en el pasado.
Seis semanas después, el 24 de septiembre, en la víspera, canceló su presentación de Macbeth en el Met de Nueva York, tras las mismas acusaciones y anunció que no volvería a cantar en aquel escenario donde había debutado medio siglo atrás. Una semana después, el 2 de octubre, por las mismas razones abandonó la dirección de la Ópera de Los Ángeles, que ocupaba desde 2003.
Sin embargo, Europa lo recibió con los brazos fervorosamente abiertos. En La Scala de Milán fue ovacionado durante 20 minutos.
Y así recorrió los días hasta la madrugada de este martes, cuando al conocer las conclusiones del Sindicato de Músicos de Ópera de Estados Unidos confirmando 27 casos de abuso y acoso sexual del tenor, éste reconoció la verdad de las acusaciones y asumió toda la responsabilidad, para luego pedir perdón.
Y a mí, con todo dolor, Plácido se me cayó, roto en mil pedazos, porque nunca lo imaginé, siquiera.
RETALES
1. ABRAZO. Aclara Mario Delgado que él no llevó la representación de la secretaria Luisa María Alcalde a la ceremonia del abrazo fronterizo, en Matamoros, con la líder demócrata Nancy Pelosi. Que él solo fue a una reunión con ella;
2. SALUDO. El pasado 5 de febrero, tras la ceremonia de la promulgación de la Constitución, en Querétaro, coincidieron en una fonda de barbacoa, el presidente López Obrador, que iba con el gobernador Francisco Domínguez, y el presidente del INE, Lorenzo Córdova. La ayudantía presidencial deja que la gente lo salude antes y después de la comida. Y cuando Córdova se acercó, fue atajado por la seguridad. López Obrador también lo vio, les hizo una señal y se acercó para un saludo frío, breve y distante;
y 3. ELLAS. Arussi Unda, vocera de las Brujas del Mar, donde comenzó todo el movimiento del Nueve Nadie se Mueve, rechazó ayer que sean conservadores o neoliberales o que el movimiento sea contra el presidente López Obrador. Y confirmó las marchas del domingo 8 y el paro del lunes 9.
Nos vemos mañana, pero en privado