Acapulco Exigen que AMLO Mantenga Rectoría del Estado Sobre Enseñanza: Antonio Ortega
Por Hirán Vera / Coordinador ArgonGuerrero
- En menos de un mes, AMLO presentará paquete de propuestas de modificación a la Reforma Educativa
- Los sucesos de este domingo evidencian rechazo de intereses poderosos que lo apoyaron para ganar en el pasado proceso electoral, capaces de “cobrar el favor” y bloquear al nuevo gobierno
- Propondrá el PRD mantener, en lo esencial, la reforma educativa, pero con algunos ajustes
Argonmexico / Ante los sucesos ocurridos esta mañana en el puerto de Acapulco, previo a la ceremonia inaugural del “Foro de Consulta Participativa”, donde dos grupos antagónicos del magisterio se liaron a golpes propiciando la cancelación del acto, el diputado perredista Antonio Ortega Martínez llamó al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a fijar una postura contundente y clara sobre los planes que su gobierno tiene para la educación del país y si el Estado mantendrá la rectoría sobre ella, tal como lo define la Reforma Educativa, o permitirá a los grupos que lo apoyaron en las pasadas elecciones “cobrar el favor” y les entregue el control sobre dicho sector estratégico para el desarrollo nacional.
El decano de la LXIV legislatura advirtió que el encontronazo entre integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), es una alerta respecto a la enorme vulnerabilidad del gobierno de López Obrador frente al magisterio y un ejemplo de lo que puede esperar al próximo gobierno siendo rehén de intereses particulares que ya comenzaban a ser controlados.
El legislador federal del Partido de la Revolución Democrática recordó que en menos de un mes, López Obrador presentará su paquete de propuestas de modificación a la Reforma Educativa, y con los sucesos de este domingo, es evidente lo que están en juego intereses poderosos capaces de bloquearlo a él mismo en su gobierno, por lo que le demandó defender no solo la rectoría del Estado sobre la educación, sino a mantener inamovibles los trabajos se han venido realizando en los últimos años para garantizar la calidad de la educación y la equidad.
Ortega Martínez recordó que la Reforma Educativa en juego modificó los artículos 3 y 73 de la Constitución; reformó la Ley General de Educación, y con ella se expidió igualmente la Ley General del Servicio Profesional Docente y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, con lo cual se logró quitar la educación a las burocracias sindicales, y atajar prácticas que en nada favorecían la enseñanza y el aprendizaje, como la venta de plazas, el ausentismo, el mantener de rehén a la educación para conseguir prebendas y canonjías de los liderazgos sindicales.
También, expuso, se obtuvieron logros relevantes, como la obligatoriedad de los niveles preescolar, secundaria y bachillerato; superar las disparidades e inequidades en la calidad de la educación, lo que constituye un cambio de paradigma, para que el Estado cumpla con la obligación de implementar los principios de calidad y equidad en la educación, y asegure que se adquieran las habilidades y competencias indispensables para participar en una sociedad globalizada y competitiva.
Igualmente, la educación de calidad es considerada un derecho humano y, al normar el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia de docentes y directivos escolares, se dignifica a la carrera magisterial en beneficio de todas y todos los mexicanos dado que se corta la brecha de desigualdad y se fortalece el sentido de equidad entre mujeres y varones.
También hay la meta de superar el bajo desempeño académico de la mayoría de los estudiantes mexicanos en ciencias, lectura y matemáticas, para lograr niveles de excelencia, esto, tras los resultados adversos que -año con año- estaban siendo reportados en las pruebas PISA, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, donde México es parte y debe ir a la par que sus socios.
Antonio Ortega recalcó que, entre los diversos puntos que el PRD propondrá, estará mantener en lo esencial la reforma educativa con los siguientes ajustes: reformar la legislación para que la evaluación de los docentes no sea una herramienta para determinar su situación laboral de los maestros; promover programas de capacitación y dignificación de la carrera magisterial; garantizar que mujeres y hombres tengan acceso por igual a la educación en todos sus niveles.
Igualmente, transitar hacia una economía digital y del conocimiento; vincular la educación media superior y superior, con actividades productivas; aumentar la calidad de los contenidos y medios educativos; instaurar el Programa Nacional de Becas Salario en todo el país; incrementar los presupuestos públicos a la educación y transparentar el uso de los recursos destinados a educación, así como a la investigación científica y al desarrollo tecnológico.
“Luchamos porque México se incorpore a la lista de países latinoamericanos con docentes destacados por sus méritos y eliminar las prácticas de corrupción en la asignación de plazas magisteriales, lo cual deberá permitir que el sector educativo sea uno de los pilares fundamentales para el desarrollo nacional”, planteó al tiempo de exponer que resulta indispensable avanzar en la puesta en práctica de políticas que permitan el incremento de la calidad educativa, el ordenamiento de la administración de los recursos humanos y la transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los presupuestos públicos educativos”.
“Lucharemos por abatir la inequidad, para que cualquier persona pueda acceder a la educación; mejorar la eficiencia en cada uno de los niveles educativos y reducir los fenómenos de abandono escolar y reprobación; instaurar el carácter obligatorio de las evaluaciones a los docentes en la educación básica y media superior; institucionalizar y centralizar el Servicio Profesional Docente, estableciendo el ingreso del personal docente mediante concurso; dotar de autonomía al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y mantener el principio de laicidad en la educación.