Ofrece Compañía Nacional de Danza Gran Gala, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández y Elisa Carrillo
Por Gabriela Licona
*La presentación conjuntó la calidad y el talento de las agrupaciones y de la primera bailarina del Staatsballet Berlín en la interpretación de piezas como Sones antiguos de Michoacán, Los matachines y La danza del venado, entre otras
Argonmexico / La Compañía Nacional de Danza, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández y la primera bailarina del Staatsballet Berlín, Elisa Carillo, brillaron este miércoles 18 de julio en el Palacio de Bellas Artes en una gala que conjuntó danzas tradicionales, así como otras clásicas del repertorio de grandes agrupaciones mexicanas en un colorido marco de movimiento, música y pasión por el arte.
En diversos círculos coreográficos que se fueron fusionando a intervalos en el escenario, la Compañía Nacional de Danza interpretó piezas como Los mayas y el danzón Nereidas, la primera, de 1964, creada y marcada por Amalia Hernández y que sorprendió al público por sus vistosos vestuarios y ágiles movimientos con los que se construyó una paráfrasis de las vertiginosas transformaciones en la interacción de esa cultura con la modernidad.
Elisa Carrillo participó en esta gran pieza luciendo uno de los vestuarios que en su tiempo fueron supervisados por la propia Amalia Hernández para incorporar tanto la tradición prehispánica como algunos simbolismos mexicanos que se rescataron de la época colonial.
La Compañía Nacional de Danza presentó también Los matachines, pieza que se dice surgió en Zacatecas, aunque también en Tlaxcala ya se bailaba después de la conquista, la cual fue interpretada en una versión que respetó su esencia para ser adaptada al escenario de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Elisa Carrillo salió nuevamente al escenario para participar en la coreografía Sones antiguos de Michoacán, uno de los primeros trabajos de Amalia Hernández, donde conjuga su famosa introducción con el pasaje del pastor que cuida a su rebaño para después pasar a la sección de la fiesta del pueblo y los jarabes rápidos que fueron presentados con coloridos vestuarios de largos faldones en diversos tonos.
Elisa Carrillo agradeció emocionada las ovaciones del público en esta colaboración artística con dos de las agrupaciones de danza más emblemáticas del país.
Otra interpretación que emocionó al público fue la de la Danza del venado, pieza incorporada por Amalia Hernández para rendir tributo de forma precisa y respetuosa al famoso ritual celebrado por las comunidades de los yaquis y mayos de Sonora y Sinaloa.
Los intérpretes hicieron sonar el escenario del Palacio de Bellas Artes con cada uno de los pasos de la que es considerada una de las danzas más antiguas del país y que se relaciona con el vínculo del hombre hacia la naturaleza como fuente de vida. En un último acorde de música y percusiones, los bailarines quedaron frente a frente con el público recibiendo una oleada de aplausos desde todos los niveles del coloso de mármol.
Asimismo, otras coreografías de gran arraigo como la Fiesta de Jalisco mostraron la alegría y el porte de las tradiciones mexicanas con los vestuarios en tonalidades rojas y blancas de las bailarinas del Ballet Folklórico de México que hacen girar sus faldones para encontrarse con sus parejas, ataviados con el clásico traje de mariachi.
Fue muy bien recibida también la actuación de la Compañía Nacional de Danza en la interpretación del famoso danzón Nereidas ejecutado con rítmicos compases en ascendiente velocidad hasta llegar a un punto climático en el que se detiene el baile, cuando se decantan los aplausos.
El espectáculo se enriqueció aún más con la presentación de la famosa Fiesta de Tlacotalpan, una de las piezas más tradicionales de Veracruz, que combina el frenético zapateado de los bailadores vestidos de color blanco y en el caso de las mujeres, gigantescos faldones con holanes que mueven en giros espectaculares, imitando para muchos, el vuelo de las aves.
Los bailarines de la Compañía Nacional de Danza y del Ballet Folklórico de México y Elisa Carrillo se reunieron finalmente en el escenario en una lluvia de vítores, aplausos y felicitaciones que cimbraron en un solo eco al escenario más importante del país en esa noche de gala, tradición, magia y movimiento.