Kyoichi Katayama, Autor más Vendido en Japón, Clausura la FIL-IPN
*Asistentes recibieron el autógrafo del escritor de “Un grito de amor desde el centro del mundo”
Por José Luna
Argonmexico / Por primera vez en México, Kyoichi Katayama, escritor japonés y autor de la novela “Un grito de amor desde el centro del mundo”, acudió a la Feria Internacional del Libro del Instituto Politécnico Nacional (FIL-IPN) para compartir con el público la lectura de su obra más aclamada, además de su concepto literario sobre la muerte. Los asistentes recibieron el autógrafo de quien alcanzara más de tres millones de ejemplares vendidos en su nación.
El autor nipón inició la conferencia con el recuerdo del caso de un padre que perdió a su hija tras un incidente en Japón hace unos años, ello sirvió para destacar que existe una similitud entre la cultura mexicana y japonesa, en cuanto a realizar ofrendas o pequeños altares a los seres queridos fallecidos.
Un fallecimiento tan sencillo debería causar un poco de desesperación, y actualmente se ha vuelto un negocio por parte de los empresarios. El autor en sus libros plasma la muerte como un hecho trascendente que traspasa las barreras físicas o lógicas, que sólo la medicina ayuda a entender con lógica, el porqué de una defunción.
Katayama mencionó que cuando tiene una historia dentro de su cabeza, ya no lee nada más, sólo textos distintos a las novelas, por lo que no se considera buen lector de este género; pero de joven disfrutó de la literatura clásica de Europa.
Inicialmente quería ser investigador de universidad, porque no deseaba un trabajo de oficina, sino reflexionar y hacer lo que disfrutaba. Aunque estuvo hasta los 30 años en el posgrado, pero esa situación le dificultó ser profesor.
Durante la charla, también comentó que en su visita al país recorrió lugares emblemáticos como Chapultepec, el Templo Mayor, y observó las obras de maestros como David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera. De igual manera destacó la capacidad de los mexicanos por expresar sus sentimientos, a diferencia de los japoneses que no lo hacen tan seguido. También se mostró impresionado por la música tradicional, como los mariachis.