Política al Margen - Jaime Arizmendi

Justicia Chilanga, Red de Corrupción e Impunidad

sa*Jueces y MP´s Enredados

argonmexico.com
/ temprano Preparan autoridades judiciales y de la investigación ministerial el terreno para que delincuentes señalados como asaltantes de mujeres conductoras sean liberados pronto de la cárcel, al conformar una singular red de corrupción que impera en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y en el Tribunal Superior de Justicia local, y provoca así alarmante y creciente ola de impunidad.

 

Ante ello, diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), revelan que exigirán al procurador capitalino, Miguel Mancera Espinoza y al presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF, Edgar Elías Azar, un informe sobre este caso, al descubrir la cloaca que prevalece en estas dependencias.

Los legisladores consideran que con ello, los esfuerzos que realizan elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF para tratar de acabar con la delincuencia resultan inútiles, pues en el Ministerio Público inicia la corrupción que se extiende hasta los juzgados.

A partir de una excelente crónica realizada por Edmundo Olivares, prestigiado periodista del medio policiaco y distinguido colaborador de esta Agencia Informativa Especializada argonmexico.net se destapa la cloaca de la corrupción en esas instancias del Distrito Federal. Una cloaca que da paso a la impunidad.

Ahí nuestro colega refiere el caso de una banda delictiva encabezada por Alejandro Trejo Silva, alias “El Janis”, quien hace apenas tres semanas fue detenido luego de cometer con cuatro sujetos más tres asaltos en menos de un minuto, a mujeres automovilistas cuando habían detenido sus autos por la señal del semáforo en la avenida Aquiles Serdán esquina con Ciruelos, de la colonia Pasteros, Delegación Azcapotzalco.

Dichos mozalbetes aprovechan el momento para, pistola en mano, romper los vidrios de los vehículos conducidos por mujeres y con amenazas de darles muerte, golpes y forcejeos, despojan a las conductoras de sus objetos de valor y de dinero en efectivo.

El 14 de octubre pasado, tres mujeres víctimas de estos ladrones se armaron de valor y pidieron ayuda a policletos quienes lograron detener más tarde a “El Janis”, identificado plenamente por las conductoras asaltadas, pero con muchas dificultades en la Agencia Número 40 del MP se inició la Averiguación Previa correspondiente. Omitimos el número por razones obvias.

Aunque el titular de la Agencia puso obstáculos al principio, al aducir falta de energía eléctrica, cuando las querellantes utilizaron el teléfono rojo para exigir justicia, se vio obligado a iniciarla omitiendo elementos suficientes para permitir al delincuente tuviera la oportunidad de defenderse.

Inclusive, cuando las víctimas intentaban dar lectura a la averiguación previa correspondiente, el secretario de la 40 Agencia del Ministerio Público Segundo Turno se los impidió, al argumentar que ya estaba por salir y se le haría muy tarde para concluir su trabajo.

Media hora después, el secretario llamó a las víctimas para comentarles que los familiares de los delincuentes estaban dispuestos a llegar a un arreglo. “Que les regresen lo que les robaron y les paguen los daños ocasionados a la unidad y retiren los cargos, porque estos procesos judiciales son muy desgastantes, y finalmente saldrán libres los acusados”.

Este lunes 9 de noviembre, cuando el juez 37 Penal con sede en el Reclusorio Preventivo Norte solicitó a las víctimas presentarse para ratificar la declaración ministerial, allí se descubrió que el MP de la 40 agencia investigadora había omitido suficientes elementos para que pudieran dejar en libertad al delincuente.

Fue contradictorio el también agente del MP radicado en el referido juzgado, Jesús Tovar, pues al indicarle que su homólogo de Azcapotzalco había omitido elementos suficientes para consignar correctamente el acta, repuso que él estaba para eso, “para reparar o completar los datos y aclaraciones que hicieran falta”.

No obstante, minutos después repuso que ya no se podía incluir nada en la causa penal porque el Juez Francisco Javier Valdés Rivera ya había dictado el auto de formal prisión basado en la averiguación previa.

Olivares narra que cuando las víctimas esperaba turno para rendir su declaración, hermanos y otros familiares del acusado las intimidaban abiertamente y hasta les tomaban fotografías al comentar entre sí que algo podría pasarles si insistían en identificar al acusado. Tras las rejas de práctica “El Janis” les lanzaba miradas amenazantes.

En tanto, la Secretaria de Actas y Acuerdos, Belem Bolaños Martínez, al ver que el familiar de las víctimas también les tomó fotos a los acompañantes del “reincidente”, les advirtió que si volvían a utilizar la cámara o celulares se suspendería la audiencia, o se llamaría a la fuerza pública para desalojarlos del lugar.

Pero inexplicablemente, las autoridades correspondientes del 37 Juzgado Penal permitieron que un segundo grupo de familiares, amigos o compañeros del delincuente arribaran a la Sala de Audiencias e intimidaran a las víctimas, sin que se les llamara la atención y permitiendo todo tipo de actitudes e improperios.

Por ello, una de las víctimas prefirió retractarse de su señalamiento original en el sentido de que Alejandro Trejo Silva era el individuo que la amenazó con una pistola y la asaltó el día 14 de octubre, cuando fue una de las tres asaltadas.

Cabe mencionar que bajo el supuesto de ampliar su declaración, el juez penal citó a las víctimas, sin embargo, ya en el lugar las tres mujeres denunciantes tuvieron que permanecer en la Sala de Audiencias donde eran observadas por los compinches, amigos, familiares y el mismo delincuente con claros fines de intimidación.

Más aún, las féminas tuvieron que carearse con el delincuente, con dos hermanos de éste, un cuñado y un amigo, quienes no dejaban de lanzarles sus miradas amenazadoras, incluso las acusar de mentir sin que el MP hiciera algo en su defensa, ya que cuando inició el careo, misteriosamente se ausentó. La Secretaria de Actas y Acuerdos hizo lo mismo.

Así, los “impartidores” y los encargados de “procurar la justicia” en la capital del país, basados en el trabajo que desarrolla su personal, prohijan la impunidad de la delincuencia. Veremos qué opinan de ello senadores y diputados federales. Porque, seguramente cientos, o miles de estos casos suceden en todo el territorio nacional. La mula no era arisca, los palos la hicieron

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