El Alcalde de Acapulco Nunca Rinde Cuentas
Por Alfredo López Rosas
Segunda y Última Parte
Argonmexico.com / CHILPANCINGO, Guerrero.–Como presidente municipal de Acapulco, Manuel Añorve Baños participó en el Fideicomiso Paulina, la rendición de cuentas de mil 149 millones de pesos, nunca llegó.
En las cuentas de la Cruz Roja Mexicana, se habían depositado ocho millones 117 mil 532.82 pesos, y 935 mil 378 dólares más en cuentas similares de Los Ángeles y Nueva York, todas con la consigna de que estos recursos fueran canalizados de inmediato al Fideicomiso Huracán Paulina pro Reconstrucción de Acapulco, siendo presidente de Acapulco en 1997. NO rindió cuentas.
Regresó a la presidencia de Acapulco. En su primer año de gobierno es responsable de la administración de mil setecientos MILLONES de pesos y, en su Primer Informe de Gobierno, NO rindió cuentas del dinero de los acapulqueños.
Obtiene cargo para satisfacer su ego, obteniéndolo no puede dominar la enfermedad, si quiere servir gobernando, fue electo para presidente municipal por más de cuatro años, pero al año y meses busca la gubernatura por necesidad de más poder, su enfermedad es progresiva y mortal por necesidad.
Otra forma de manifestación de la patología del poder, es reconocer que se encuentra en la cuarta dimensión y sus visiones son de otro mundo.
El síndrome de la patología se agrava en el político cuando siente que los recursos de los ciudadanos le pertenecen y no tiene por qué dar cuentas del dinero, de los ingresos propios, de las participaciones federales, la solicitud de préstamos, enajenación de bienes del municipio, precisamente ese es el comportamiento del presidente Añorve.
Como director de Capama recibió 100 millones de Banobras en préstamo, por cierto él inició la deuda de 430 millones con que recibió la paramunicipal, NO rindió cuentas de ese dinero. Fue presidente municipal de Acapulco ante la licencia solicitada al Congreso Local, de Juan Salgado Tenorio, endeudó al municipio para contender contra René Juárez Cisneros.
Las expresiones religiosas del presidente predicador Manuel Añorve Baños, manifiestan la ignorancia de la historia, y con ello, la repetición de los errores cuando desde el poder se ejerza la fe plataforma de la función pública, no le importa pasar sobre el estado laico.
“El Sermón de los milagros de su primer año del informe de labores”, “El Sermón del Sector Nueve”, “El Sermón del día de la protesta”, El sermón del Cayaco”, entre otros en su imperio municipal, son evidencia de la réplica del nuevo Constantino de 10 que desde el poder predica, invita a la oración, al ayuno al poder del Espíritu Santo.
“Dios está con mi gobierno y Dios está con todos nosotros, no nos equivoquemos, la gracia del Espíritu Santo está con Acapulco, pero cuando está el tiempo y el viento en contra lo que sale a flote es el carácter de la gente,
Hay que pedirle a Dios todos días que no nos abandone, que nos dé luz, que nos ilumine, que nos dé fortaleza espiritual, que nos dé la gracia, que nos acerque el Espíritu Santo… ante tiempos difíciles… con sus bendiciones.
Dios nos ilumina y Dios no nos abandona porque Dios está con ustedes, Dios está con mi gobierno y Dios está con todos nosotros, no nos equivoquemos, la gracia y del Espíritu Santo está con Acapulco.
Está con nosotros. Dios está con Acapulco y vamos a salir adelante, no se les olvide que todos los días debemos orar. Debemos pedir a Dios le dé salud a nuestra familia y a los enfermos les regrese la salud y dignidad y fortaleza para salir adelante.
Todos los días oro por el bien de Acapulco y que me dé Dios sabiduría para conducir este gobierno, porque soy un ser humano igual que ustedes y también me equivoco, lo que le pido a Dios es equivocarme lo menos posible y lo intento todos los días.
Ante la falta de recursos, entereza y carácter y para eso tengo los hombres y mujeres de Acapulco para que todos los días en oración Jesucristo, Dios nuestro señor nos recuerde que somos seres humanos pero que podemos perfeccionar las acciones de gobierno”.
Sermones del presidente predicador vacío de teología, pero preñados de fanatismo que desde la función pública del imperio acapulqueño pregona la presencia de su Dios.
Pobre de Acapulco, tan lejos de Dios y tan cerca de Añorve Baños; y amenaza infectar a todo el estado, existe una vacuna para la enfermedad del poder, ¡el voto¡ Si la democracia le enfermó, la democracia lo ha de curar.
Que los ciudadanos razonen y no voten por Manuel Añorve Baños, por motivos de salud.