*“Fantasía Trastornada”; Gavin a Donald
*Marines y Guardia Nacional en California ¿Van a la Guerra? *Próximo Sábado, la Movilización más Grande en la Historia de EU
Argonmexico / El México profundo allá… Las protestas comenzaron el viernes en el centro de Los Ángeles, en cuanto se dio a conocer que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), estaban realizando operativos para detener a migrantes indocumentados en distintas zonas de la ciudad, conforme a las órdenes de Donald Trump.
Y mientras las redes sociales se han visto inundadas de videos de las movilizaciones de rechazo a la política antiinmigrantes que ha enderezado la administración trumpista, en menos de cinco días las protestas se han multiplicado en decenas de ciudades de la vecina nación del norte.
Este jueves, Sean Parnell, portavoz principal del Pentágono, confirmó que otros 2.000 miembros de la Guardia Nacional de California han sido movilizados para ser enviados a Los Ángeles; bajo el pretexto de tener que reforzar la respuesta federal a las protestas contra las redadas federales antiinmigrantes.
“Por orden del presidente, el Departamento de Defensa está movilizando a 2.000 efectivos adicionales de la Guardia Nacional de California para ser incorporados al servicio federal, con el fin de apoyar a ICE y permitir que los agentes federales puedan cumplir sus funciones de forma segura”, sostuvo el vocero del Pentágono.
La medida se suma al envío inicial de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional ordenado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que generó una dura respuesta del gobierno de California, encabezado por el demócrata Gavin Newsom.
A su vez, el Departamento de Defensa informó mediante un comunicado que los marines se integrarán al llamado Task Force 51, conformado por efectivos de la Guardia Nacional y de la Marina, para “brindar cobertura continua” en apoyo a las operaciones federales en curso.
Se dice que los militares están entrenados en “técnicas de desescalada, control de multitudes y uso proporcional de la fuerza”, y que su misión se centra en la protección de personal e instalaciones federales.
Sin embargo, este tipo de despliegue militar para funciones de orden público es inusual en Estados Unidos, y ha sido interpretado por diversos sectores como una señal del endurecimiento en la respuesta federal a las manifestaciones.
El gobernador californiano calificó la medida como “una fantasía trastornada”. En un mensaje publicado en la red social X, escribió: “Los marines son héroes. No deberían ser desplegados en suelo estadounidense para enfrentar a sus propios compatriotas y cumplir la fantasía dictatorial de un presidente. Esto es antiestadounidense”.
Respecto al envío de otros dos mil soldados adicionales de la Guardia Nacional, señaló con índice flamígero: “Esto no tiene nada que ver con la seguridad pública. Se trata de alimentar el ego de un presidente peligroso”. Además, denunció que las tropas ya desplegadas “carecen incluso de comida y agua”.
Incluso se difundió que por esta acción el gobierno de California presentó una demanda judicial en contra de la administración federal; en tanto que, el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), Jim McDonnell, advirtió que el despliegue de marines representa “un desafío logístico y operativo significativo”.
Peor aún, repuso que no se recibió ninguna notificación formal sobre la llegada de las tropas; y que él confía en la capacidad del LAPD para manejar protestas; al pedir mantener una comunicación abierta y constante entre todas las agencias, para evitar confusiones y garantizar una respuesta coordinada y legal.
Para el gobierno de Trump esas manifestaciones “son asambleas ilegales”, y con ese pretexto se utilizan gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y balas de goma (que sí lesionan a la gente), para dispersar a la multitud en zonas como el distrito de Paramount y las inmediaciones de una tienda Home Depot, donde acuden indocumentados a ofrecer su mano de obra.
La alcaldesa de Los Ángeles, también demócrata Karen Bass, insistió en que la ciudad cuenta con los recursos necesarios para controlar las protestas sin necesidad de la intervención militar.
“¿Van para la guerra, con todas esas armas?”, interpela un hombre a los miembros de la Guardia Nacional que lo observan impasibles, fusiles en mano, desde el otro lado de la verja. Así inicia su nota Leire Ventas, corresponsal de BBC News Mundo en Los Ángeles.
Prosigue: Estamos en Paramount, una localidad del sur de Los Ángeles en la que el sábado se registraron enfrentamientos entre agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas con un grupo de manifestantes que habían llegado tras correrse la voz de que se estaban llevando a cabo redadas de deportación en la zona.
“Es una maniobra que solo escalará la tensión”, advirtió el gobernador de California, adelantándose a lo que un día después se registraría en el centro de Los Ángeles, con cientos de manifestantes bloqueando accesos, agentes tratando de dispersarlos con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras, y quema de vehículos.
“Ustedes están haciendo su trabajo, pero nosotros no somos el enemigo”, grita el hombre apostado en la valla ante los soldados. Puede que su voz destaque entre la decena de personas congregadas el domingo para hacerle saber a la Guardia Nacional que su presencia no es bienvenida.
Pero su sentir es ampliamente compartido en este municipio de unos 51 mil habitantes en los que alrededor de ocho de cada 10 son de origen latino y el 36 por ciento nació en otro país, según datos del censo.
“Aquí solo hay gente trabajadora, porque este barrio lo levantaron los inmigrantes”, reivindica, mientras otro vecino ondea la bandera mexicana, dos jóvenes alzan unas pancartas en repudio a ICE y varios autos tocan la bocina al pasar…
Con todo, organizaciones no gubernamentales promigrantes llaman a realizar este sábado una megamarcha en toda la Unión Americana. Sería en mil 800 localidades y ciudades, para convertirla en la mayor protesta simultánea de la historia de Estados Unidos.
Con miles de actos será una protesta sin precedentes contra las medidas de inmigración del gobierno Trumpista, con sus redadas y presencia militar; así como en defensa de los migrantes latinos sin documentos en Estados Unidos.
Organizaciones como Indivisible, el movimiento 50501 y el Woman’s March, entre muchas otras ONGs convocan a las movilizaciones que se estima congregarán a millones de personas de todo el territorio de EU, que coinciden en defender la causa latina y migrante, buscando además la regularización definitiva de su estancia en el país.
“No, no, no nos moverán. No, no, no nos moverán, como un árbol firme junto al río, no nos moverán”, es el canto de Joan Báez de los años 60 o 70, cobra sentido ante los embates del nuevo ku kux klanero racista, xenófobo, quien olvida que si a su abuelo le hubieran aplicado esa política cuando llegó de Alemania… Pero el hubiera no existe…