Estrategia de Seguridad, Atender Causas; Harfuch
Por Jaime Arizmendi
*Estrategia de Seguridad, Atender Causas; Harfuch
*GN Ante Policía Municipal no Confiable
*Acabar con Franeleros en CDMX, Tarea de Clara Brugada
Argonmexico / Al mal paso, darle prisa… En la “Mañanera del Pueblo” que encabezó este martes la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, correspondió al titular de la SSPC, Omar García Harfuch, presentar la Estrategia Nacional de Seguridad basada en atender las causas, consolidar a la Guardia Nacional, fortalecer la inteligencia e investigación y consolidar el Gabinete de Seguridad.
Con el respaldo y presencia en el Salón Tesorería de Palacio Nacional de los secretarios de Defensa Nacional (Sedena), general Ricardo Trevilla Trejo; y Marina (Semar), almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles; se anunció la creación de la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial dentro de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana a su cargo.
La Estrategia Nacional de Seguridad comprende cuatro ejes principales: La atención a las causas, el robustecimiento de la Guardia Nacional, el fortalecimiento de la inteligencia y la investigación, y la consolidación del Gabinete de Seguridad en coordinación con las entidades federativas.
Respecto a la atención a las causas, se priorizará la atención a las familias más vulnerables, y se buscará reducir la pobreza mediante la generación de oportunidades para las y los jóvenes, particularmente en los polígonos de más alta incidencia delictiva y de adicciones.
De la Guardia Nacional, García Harfuch rechazó haya una militarización con el paso de esta corporación al mando de la Sedena, cuyo sistema educativo permitirá utilizar sus 40 planteles militares para brindar la formación de los elementos de la GN, al resaltar el papel que juega con más de 133 mil agentes, sobre todo en las comunidades donde no hay una Policía Municipal confiable.
La tercera postura que tiene que ver con el fortalecimiento a labores de inteligencia e investigación consiste en anteponer la prevención de delitos a la reacción frente a los mismos, “utilizando inteligencia y recursos tecnológicos más avanzados para analizar datos, identificar patrones y comprender las dinámicas en las zonas con mayor incidencia”.
La Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial, se creará dentro de la SSPC y se reforzará con analistas, investigadores de campo, investigadores de gabinete y especialistas técnicos que traduzcan la información recabada por las instituciones en “elementos que garanticen la solidez de las carpetas de investigación” relacionadas con redes criminales.
Coordinación absoluta en el gabinete de seguridad y con los estados, donde se establecieron tres objetivos principales para la construcción de paz en el país, como disminuir la incidencia delictiva, principalmente de homicidios dolosos y delitos de alto impacto como la extorsión, neutralizar generadores de violencia y redes criminales.
Con todo ello, se intensificará la atención a zonas de alta incidencia delictiva, se fortalecerán las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales y se mejorará el diálogo con todos los sectores de la sociedad.
Cobro de piso por cuidacoches… Desde hace años, quizá décadas, miles de ciudadanos sufren en la capital del país los abusos de los viene-viene quienes se han apropiado de calles y de todo espacio público, donde se pueden estacionar automotores. En vialidades aledañas a centros médicos o de oficinas gubernamentales casi siempre de repente aparecen los cuidacoches.
Esa plaga opera donde sea. Por ejemplo, en el Bosque de Chapultepec, cerca del Museo Nacional de Antropología, más tarda un conductor en intentar estacionar su vehículo en que los también llamados franeleros se apuesten al lado del manejador y le ordenen debe pagarles 50 o hasta 200 pesos por “permitirles dejar ahí su automotor”.
Igualmente, en zonas aledañas a hospitales como el Centro Médico La Raza, el de Magdalena de las Salinas o el Hospital General de Zona 58, donde quienes van a visitar a un familiar internado en los nosocomios son víctimas de los viene-viene, regularmente gente con tatuajes en brazos y cara, quienes exigen el pago de 50 o 60 pesos “por cuidar su coche el tiempo que quiera”.
Lo más grave de todo es que algunos cuentan con chalecos y “gafetes” o “permisos” supuestamente otorgados por “funcionarios de vía pública” de las alcaldías, y los ciudadanos se ven obligados a pagar, para evitar que sus vehículos sean dañados por los “cobradores de piso oficiales”, quienes incluso en ocasiones en el mismo lugar están fumando mariguana.
En mayo de 2018, tras las constantes denuncias realizadas ante el fantasmal Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX, por los cobros abusivos de franeleros en las calles circundantes al Hospital de Traumatología Magdalena de las Salinas, éstos fueron retirados; pero semanas después volvieron por sus fueros. Y como la Puerta de Alcalá, ahí están.
Uno de estos alarmantes casos lo representan las decenas de franeleros que se han adueñado de la extensa zona alrededor del Centro Médico Nacional La Raza. Los viene-viene acechan a su presa, apenas se acerca un conductor en busca de un espacio dónde estacionar su auto y enseguida comienzan a operar, ofrecen un lugar a cambio del pago.
“Aquí te cobran 50 pesos por dos horas, si te pasas te vuelven a cobrar. Yo te cobraría 50 pesos, hasta las ocho y media, pero si te la quieres jugar, y te tardas más, te vuelvo a cobrar la cuota”; arguye un franelero en cualquiera de las calles en torno al hospital de La Raza.
Los cuidacoches se distribuyen los turnos de manera que a la hora que sea, de día o de noche, si no ven voluntad del automovilista para pagar la cuota, lanzan sus amenazas, y las cumplen: rompen cristales, retrovisores, rayan los autos y hasta les ponen clavos a las llantas. Así, el cobro puede superar los 120 pesos por día o noche. Y más vale pagarlos.
La gravedad de esos abusos radica que los franeleros operan en casi toda la Ciudad de México. Ellos aducen que “para no tener problemas con la autoridad y que los deje cobrar, deben pagar ´entres´ a los patrulleros que cubren la zona”. Aunque para el Diccionario de la Lengua Española: cuidacoches es “persona que vigila automóviles aparcados en la vía pública a cambio de una propina”, es una clara extorsión.
Y no es de extrañarse que cuando aparecen las patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, los franeleros se acercan y saludan de mano a los uniformados. Muchas veces, incluso en presencia de los policías los cuida-coches operan por la libre, cobran la cuota y prosiguen la amena charla con los patrulleros como sí nada anormal sucediera.
Esta debe ser una de las principales tareas que deberá atender el secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, quien relevó a Omar García Harfuch y fue ratificado por la nueva Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina. Tendrá que acabar ya con esa extorsión. ‘Ora que vaya a tu rancho, no me morderán tus perros…