Mensaje de la Secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, Durante su Comparecencia Ante la Comisión de Educación del Senado Como Parte de la Glosa del 4to Informe del Ejecutivo
Por Roxana Hebe Hernández
Argonmexico / Buenos días a todas y todos.
Saludo con respeto a la Senadora Antares Guadalupe Vázquez Alatorre, presidenta de la Comisión de Educación, y a las y los distinguidos senadores e integrantes de la comisión de educación presentes.
Respeto mucho el trabajo legislativo. Gracias por este espacio.
Un saludo a los representes de los medios de comunicación que siguen esta comparecencia a través de los medios digítales.
Un saludo a todos los presentes invitados a esta comparecencia
Al otorgarme esta distinción, el presidente Andrés Manuel López Obrador, me encomendó redoblar esfuerzos para atender las prioridades y necesidades educativas del país.
En primer término, deseo agradecer a ustedes, legisladoras, legisladores, por el canal de comunicación que se ha abierto para que, juntos, afrontemos los retos de la educación en estos tiempos. El poder legislativo es fundamental en la definición de las políticas educativas que respondan a lo que el pueblo de México demanda y merece.
Como maestra normalista puedo afirmar que la educación es un camino que se construye todos los días; es un recorrido que empieza desde la primera infancia y se extiende hasta la vida adulta. En ese tránsito se formulan las ideas más valiosas, se perfilan las acciones del futuro y se moldean los sentimientos más nobles.
Es cierto, la educación es un derecho, una responsabilidad y debe concebirse así, desde el núcleo familiar hasta la sociedad en su conjunto. Se trata de un acto cotidiano, de una actividad colectiva, de una búsqueda compartida en la construcción de una nación más justa.
En la Secretaría de Educación Pública trabajamos con la convicción de que las maestras y los maestros cumplen con su función de forma comprometida y responsable, aun en las condiciones más adversas, como lo han probado durante la pandemia. Nunca dejaron de trabajar, lo mismo en las pequeñas poblaciones que en las ciudades medias o en los barrios de los grandes centros urbanos.
Durante el compás de espera, abierto por el aislamiento sanitario, hubo nuevos aprendizajes; se vivió un episodio inédito en lo que respecta a la manera de impartir educación: surgieron nuevos procesos educativos, gracias a la voluntad y trabajo de las maestras y maestros, ya que, mantener la educación de niñas, niños y jóvenes, hubiera resultado imposible sin ellas y ellos.
La comunidad jugó un papel central, al participar de manera integrada con los profesores, estudiantes, padres de familia, gobiernos estatales y con el ejecutivo federal.
Por otra parte, la tecnología se sumó a las herramientas indispensables del salón de clases y todas y todos descubrimos que es posible crear comunidad incluso a la distancia.
Nos corresponde construir espacios para edificar, de manera conjunta, una educación que sea a un tiempo local y universal. Considerar lo propio, lo inmediato, lo fundamental como una raíz. Que la raíz se extienda hacia el conocimiento del mundo, hacia la apropiación de los saberes derivados de culturas de distintas latitudes y diversas épocas.
Es por ello que concebimos a la educación como el camino para lograr un cambio profundo de nuestra nación. Las maestras y maestros sabemos que la educación es dinámica y esencial en la construcción de nuevas realidades. En el Programa Sectorial de Educación 2020-2024 se establecen los objetivos prioritarios, sustentados en la impartición de una educación en equidad, inclusiva, intercultural, integral, de excelencia, pertinente y relevante en los diversos tipos educativos.
Hoy refrendamos nuestro compromiso con dichos objetivos prioritarios, guiados por el principio asentado en el propio programa: “no dejar a nadie atrás, no dejar a nadie afuera”. Consecuentemente, brindamos apoyos directos a las comunidades educativas más alejadas, en beneficio de estudiantes, docentes, madres, padres de familia y tutores, ubicados en contextos de alta y muy alta marginalidad.Estimadas y estimados legisladores, en la Secretaría de Educación Pública trabajamos con la convicción de caminar, de recorrer las comunidades más pobres, de “hacer escritorio y territorio”; llegar a estos sitios donde es urgente la entrega de los programas de bienestar, impulsados por el gobierno de la República.
El regreso a clases presenciales implicó brindar seguridad a las familias para enviar a sus hijas e hijos a la escuela. La Estrategia Nacional de Vacunación, permitió inmunizar contra COVID-19 a más de 3 millones de maestras, maestros, personal de apoyo y administrativo, así como a más de 8 millones de niñas y niños de 5 a 11 años y un número similar de adolescentes entre 12 y 17 años.
La campaña Vamos Todas y Todos por la Educación, se diseñó con el fin de reforzar los aprendizajes e incentivar el regreso a las aulas de educación básica de quienes, por diversas causas, debieron abandonarlas. Es por ello que se flexibilizaron fechas de inscripción y de evaluación; se otorgaron becas y otros apoyos, como uniformes y útiles escolares.
Con la “Guía para el regreso responsable y ordenado a las escuelas”, diseñada por las autoridades de Salud y con el apoyo de la comunidad escolar, se ha puesto énfasis en la procuración de espacios escolares libres de riesgos sanitarios, mediante la instrumentación de protocolos en aulas, escuelas y hogares.
El regreso a clases presenciales ha sido posible gracias al esfuerzo, al interés y el entusiasmo de maestras, maestros, directoras, directores, personal de apoyo, administrativos, madres, padres de familia y tutores. A todos ellos va nuestro reconocimiento y gratitud. No olvidemos que juntos enfrentamos el desafío de reincorporarnos a la vida escolar.
De acuerdo con los reportes estatales, en el presente ciclo escolar, más de 34 millones de alumnas y alumnos de educación básica, media superior y superior se encuentran presentes en las aulas el día de hoy. Nuestros alumnos son atendidos por más de 2 millones de maestras y maestros, quienes les brindan las herramientas para alcanzar los aprendizajes fundamentales, elevar sus logros académicos y proteger su salud física y emocional.
Bien sabemos, que la educación es la columna vertebral de la transformación y la ruta efectiva hacia la recuperación del tejido social. Para ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador, instrumentó las siguientes prioridades educativas, tendientes a mejorar las condiciones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, así como las de sus familias, sin olvidar a maestras y maestros.
Nos referimos a las Becas para el Bienestar Benito Juárez. Becas que se otorgan a las familias y a los estudiantes que más lo requieren.
Dichos apoyos educativos favorecen el acceso, permanencia y conclusión del trayecto formativo en cada nivel educativo, brindando opciones para el desarrollo pleno y protección de los derechos de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Las becas han beneficiado a casi 11 millones de estudiantes de educación básica, media superior y superior, con un presupuesto de casi 74 mil millones de pesos.
Otra prioridad es el reconocimiento de las maestras y los maestros, sustentadas en el respeto a sus derechos, su desarrollo profesional y mejora salarial.
Entre las acciones que sustentan esta prioridad está el incremento salarial de hasta 7.5%, la basificación de más de 650 mil plazas.
Al respecto se han establecido estrategias y acciones puntuales para brindar más opciones a las maestras y los maestros para participar en los procesos de basificación, admisión y promoción horizontal y vertical.
Cabe destacar que, derivado de la pandemia, y gracias a una considerable inversión de tiempo y esfuerzo, las maestras y maestros incorporaron a su labor diaria diversas herramientas tecnológicas.
Estas tecnologías les brindaron nuevas posibilidades para trabajar a distancia y de forma híbrida, permitiéndoles desarrollar estrategias innovadoras.
Debo destacar que, entre los esquemas de apoyo para el uso de las tecnologías, la Secretaría de Educación Pública impulsó la capacitación para el uso de diversas herramientas tecnológicas, entre ellas se cuenta los cursos sobre cultura digital, donde participaron 248 mil maestras y maestros de educación media superior.
Tanto estudiantes como familias han sido testigos de esta evolución digital en la enseñanza. En 2022, se otorgaron los Reconocimientos a la Práctica Educativa durante la pandemia a más de 2 mil maestras y maestros de todo el país. Con esta acción se demuestra el respeto, la admiración y gratitud que tiene México por sus docentes ante su vocación transformadora.
Una prioridad central, es también El Programa La Escuela Es Nuestra, el cual considera la participación activa de la comunidad escolar, a través de los Comités Escolares de Administración Participativa, a los cuales se les entregan directamente los recursos para que atiendan las necesidades prioritarias de sus planteles. Gracias a dichos comités, madres, padres y tutores se involucran en la vida escolar para detectar necesidades.
Tan solo, entre 2021 y 2022, se destinaron 28 mil 757 millones de pesos para acciones a la mejora de infraestructura y equipamiento.
Es preciso mencionar que, los apoyos otorgados por el programa La Escuela es Nuestra, contemplan a la totalidad de los planteles del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) y los Centros de Atención Múltiple (CAM), que brindan educación especial.
Otra prioridad es el Plan de estudio de educación preescolar, primaria y secundaria 2022, el cual incorpora nuevas perspectivas para transformar y mejorar la educación.
El Plan de estudio se fundamenta en el derecho humano a la educación de las infancias y adolescencias, cuyo bien superior se coloca al centro; fortalece la relación de la escuela con la comunidad, a la que concibe como núcleo integrador de todos los procesos de enseñanza aprendizaje; asimismo, promueve la autonomía profesional del magisterio para contextualizar los contenidos curriculares.
Los contenidos se organizan en cuatro campos formativos, siete ejes articuladores y seis fases.
El nuevo plan de estudio de la educación básica propicia la autonomía profesional del magisterio, con base en el contexto comunitario, los saberes de los estudiantes, los saberes locales y los contenidos nacionales. Dichos aspectos, en conjunto, fortalecen el trabajo colaborativo, mediante el codiseño de actividades de aprendizaje.
Se reconoce a niñas, niños y adolescentes como sujetos de la educación y prioridad del Sistema Educativo Nacional y a la escuela, como el núcleo integrador de las familias y la comunidad.
En educación media superior se elaboró el Marco Curricular Común que considera la diversidad de los contextos escolares, sociales e institucionales para mejorar y fortalecer la educación de las y los jóvenes.
Este Marco Curricular Común hace posible la movilidad del alumnado y permite vincular las actividades educativas con la comunidad, desde una perspectiva integral, articulada, flexible e inclusiva.
Adaptar el Marco Curricular a las distintas modalidades de educación media superior es un esfuerzo de democratización, gracias al cual se hará viable el acceso, permanencia y conclusión de miles de estudiantes en todo el país. El propósito fundamental es en esta reforma curricular que las y los jóvenes reciban una educación justa, equitativa y crítica.
Por otra parte, en Educación Superior, también se reformuló el Plan de estudio de las carreras normalistas para la formación de maestras y maestros, con lo cual se propició la transversalidad en los tres tipos educativos. En consecuencia, las y los profesores se formarán con base en los nuevos enfoques pedagógicos de la nueva reforma curricular.
Tal como ocurrió con los nuevos planes de estudio, se avanza en la reformulación de los Libros de Texto Gratuitos, mediante la colaboración de especialistas, académicos, integrantes de organizaciones civiles y la participación de maestras y maestros. Para ello se han realizado reuniones, seminarios, jornadas, conversatorios, en virtud de los cuales ha sido posible modernizar y actualizar los contenidos.
El trabajo de distribución en el ciclo escolar 2021-2022, es decir, durante la pandemia, implicó la entrega de 162 millones de libros, lo cual significó un importante esfuerzo de planeación.
Los libros de texto gratuitos son herramientas fundamentales en el trabajo cotidiano de las escuelas y constituyen un símbolo de identidad nacional.
Me permito señalar que, gracias al regreso a la normalidad, hemos podido dar continuidad a las acciones y compromisos en materia educativa. Tal es el caso de la Política Nacional de Educación Inicial, con la cual se armonizarán las acciones realizadas en todo el país, referentes a este nivel educativo. Aquí destacamos que es la primera en su tipo en América Latina.
Con respecto a la ampliación del Programa de Fortalecimiento de los Servicios de Educación Especial, este recibió un aumento sin precedentes, ampliando de forma significativa su cobertura.
En cuanto, al acuerdo de colaboración Internet para Todos, suscrito por la Secretaría de Educación Pública y la Comisión Federal de Electricidad, se logró la conexión de 18 mil planteles.
Las modalidades Prepa en Línea, Prepa Abierta, Telebachilleratos Comunitarios y Bachilleratos Interculturales se fortalecieron para brindar educación media superior en localidades con alta o muy alta marginación, así como a personas que, por alguna razón, abandonaron sus estudios.
La Ley General de Educación Superior, es otro avance sobresaliente, ya que impulsa un nuevo enfoque en este nivel educativo y es el resultado del trabajo coordinado de instituciones de educación superior, catedráticos e investigadores en las 32 entidades federativas. Al respecto, nos es grato informar, que contamos con un incremento en la matrícula en educación superior de 1.7 por ciento, en lo que va de 2021 a 2022.
También subrayo la creación del Registro Nacional de Opciones de Educación Superior (RENOES), cuyo objetivo es difundir la oferta de carreras y programas en este nivel educativo, así como las convocatorias de ingreso, requisitos y lugares disponibles.
Debo resaltar que de las 145 Universidades para el Bienestar Benito Juárez García; son una respuesta del Gobierno Federal y de la Secretaría de Educación Pública a la necesidad de proporcionar servicios educativos superiores en zonas alejadas y contribuir al abatimiento del abandono escolar.
Por otra parte, en el marco del centenario de la Secretaría de Educación Pública, se creó la Biblioteca Centenaria, integrada por 359 títulos que, entre 2021 y 2022, fueron entregados a cada escuela de educación básica y normales de todo el país, fomentando la lectura como una tarea fundamental y contribuyendo en la formación de estudiantes críticos, informados y creativos.
En cuanto a las acciones del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), entre 2021 y 2022, se llevaron a cabo las Jornadas Nacionales de Aplicación de Exámenes, donde se atendieron a más de 779 mil estudiantes y se aplicaron más de 3 millones de exámenes de acreditación. Con ello, más de 500 mil personas obtuvieron su certificado de término de primaria y secundaria.
Por todo lo anterior, señoras y señores legisladores, consideramos que, desde la fundación de esta secretaría, su misión ha sido la de formar conciencias críticas, fomentar valores cívicos, enaltecer la patria, formar ciudadanía y reforzar la identidad nacional, donde el estudio es un acto permanente de aprendizaje para la vida y para conseguir el bienestar común.
Es por ello, que trabajamos por una educación con consciencia social, en la que participemos todas y todos para transformar el entorno, alcanzar una vida con igualdad de oportunidades.
Debemos estar a la altura de los retos actuales; abrir y continuar caminos a la justicia social que anhelamos para mejorar las condiciones de vida de los millones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Recordemos que la escuela no solamente es útil para adquirir una profesión, para cimentar el éxito individual, sino que su misión es abrir caminos a una convivencia comunitaria plenamente humana, para formar ciudadanos comprometidos con los principios y valores de nuestra nación, porque, desde su fundación, la escuela mexicana es, ante todo, la casa del pueblo.
Muchas gracias.