IQB Héctor Melesio Cuen Ojeda
Por Argimiro León / Corresponsal
Argonmexico /Maestro Cuen, como solíamos decirte, inicio la presenta aludiendo a la vox populi, que dice: “los mediocres, se marean al subirse a un ladrillo”, nunca pensé en los ayeres, cuando eras Maestro de la Facultad de Ciencias Químicas, o incluso en tu primer periodo como Director de Bienes e Inventarios de nuestra Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), que sería tu caso.
Tu trato con los universitarios y en general, era afable, propio de una persona educada y amable; me precio de haber escuchado de ti que, “me apreciabas, admirabas y respetabas”, cuando acudiste a algún evento en el que presenté alguno de mis libros; te contesté en aquellos tiempos que, eran recíprocos esos sentimientos.
Tras tu segundo periodo en Bienes e Inventarios, se empezó a rumorar sobre cómo, tu fortuna había aumentado súbitamente y las exigencias a los proveedores de la UAS, la tan consabida comisión que estos tenía que “aportar” para verse favorecidos con compras millonarias de artículos de diversa naturaleza.
Tu relación con los directores de las Escuelas tenía un propósito desde aquel entonces, “te doy lo que pidas para cubrir las necesidades de la Escuela o Facultad que diriges, pero espero sea recíproco el apoyo”; así fuiste ganando simpatías y apoyo para llegar a la rectoría de esa Universidad que recibiste, siendo: DEMOCRÁTICA, CRITICA Y POPULAR.
Sentías ya, con el poder que da el dinero acumulado a costillas de nuestra mas que centenaria casa de estudios la UAS, y sentado en la silla de rectoría, que esta institución era una más de tus pertenencias.
Para permanecer con el poder que da ese puesto, no utilizaste un recurso loable, ni intentaste conservar el respeto que se te tenía, utilizaste como todo dictador, la implantación del miedo, con acciones de terror, con amenazas de despido, y el “extravió” del cheque, sagrado emolumento salarial quincenal; así mismo, te convertiste en un verdadero corruptor.
Obligaste a muchos trabajadores a convertirse en espías de sus propios compañeros y amigos de años; despertaste en muchos de tus cercanos colabores la ambición y el desprecio por la honestidad que debe distinguir a todo universitario honesto; varios de ellos y ellas, han acumulado fortunas a tu sombra y el poder que has acumulado, mediante las peores bajezas imaginables, tales como: despojar al pueblo de la propiedad que le corresponde, que es la UAS; imponer Rectores y manejarlos como verdaderas marionetas; pisotear la dignidad de los universitarios, alumnos, trabajadores, Maestros e Investigadores al obligarlos mediante diversos tipos de amenazas o prebendas que van desde, otorgar calificaciones, prestamos, puestos, etc. con el compromiso de ser silenciosos militantes de su Partido Sinaloense (PAS) ; instaurar el nepotismo de manera autoritaria y descarada; crear un Partido político ajeno a toda actividad académica, que es lo que debe prevalecer en una Institución de Educación Superior, e imponer a tu esposa como “diputada” y, a otras serviles personas que besan el suelo que pisas por las prebendas que les das en puestos de “Representación Popular”; corromper al otrora Honorable Consejo Universitario; dilapidar el subsidio que se otorga a la Universidad y someter a tu complacencia, antojo y conveniencias a políticos que, indignamente sucumben a tus promesas, exigencias u obscuras intenciones, siempre basados en la ambición perversa que los mueve.
Ni la UAS, ni el pueblo del Estado de Sinaloa, merecen tener este tipo ni de Rectores, ni Gobernadores, ni políticos que, denigran con sus acciones delincuenciales, la honorabilidad y prestigio que ambas deben tener, mismas que como se suele decir, se las han puesto en la planta de sus pies, para pisotearlas a su gusto y antojo.
Todo eso Cuen, ex universitario, ex amigo, has provocado no solo en la UAS, sino por donde quiera que vas pasando, manchando con tu deshonor todo lo que a tu paso te encuentras, el repudio, el rechazo a tu persona y la exigencia ante las autoridades correspondientes, que te investiguen sobre ese “enriquecimiento ilícito” y que antes que sigas dañando a toda la sociedad, junto con tus cómplices, se les aplique todo el peso de la ley, y estén, no en esos mullidos sillones, ni en su mansiones, casas de campo o playa, disfrutando y derrochando a manos llenas de lo que no les pertenece.
Como Universitaria y sinaloense, me sumo a esta exigencia.
Blanca Nieves Palacios Barreda
Trabajadora Social, Especialista en Terapia Familiar y Lic. en Periodismo.
23 de mayo de 2021.