Para el Presidente, tormenta perfecta
La muerte es el arte de vivir. Florestán
Ayer fue un día negro para el presidente López Obrador, y para el país, cuando se le alienaron todos los elementos de una tormenta perfecta en lo económico, financiero, sanitario y social.
El primer frente estalló domingo en Viena, cuando la OPEP no pudo alcanzar un acuerdo para recortar su producción petrolera y los derrumbó 30 por ciento lo que arrastró a todas las monedas y bolsas del mundo, entre ellos México en dos tiempos: el del amanecer del lunes que tiró el petróleo de 42 a 31 dólares la mezcla, y ayer lo desfondó hasta 24.42 el barril, casi a la mitad en dos jornadas, dejándolo 24.58 dólares por debajo del precio referencial del paquete económico que para este año es de 49 dólares.
Antes, el mismo domingo por la noche la misma decisión de la OPEP depreció al peso un diez por ciento para llevarlo a 21.17 por dólar y hundiendo el lunes a la bolsa que perdió dos mil 658 puntos, el 6.52 por ciento, su peor caída en 11 años.
A lo anterior hay que añadir la crisis mundial del coronavirus que llevó al gobierno italiano a cerrar el país y suspender los traslados, a España a cerrar escuelas y universidades, y a otros países a cancelar eventos masivos al elevarse el número de infectados a 113 mil en el mundo y 4 mil muertos sin que exista una medicina y menos una vacuna.
Y en el remate de la tormenta, lo social: la marcha nacional de mujeres contra la violencia que el presidente convirtió en su contra y para la que no tuvo otra respuesta más que la habitual de acusarlas de conservadoras que quieren tirar al gobierno e impedir la cuarta transformación.
Para mí que tras este fin de semana, con todos estos elementos alineados en contra, el Presidente de la República debe ajustar su discurso para construir la unidad nacional, que es el único espacio desde donde se puede gobernar y sacar al país de este torbellino que no anuncia nada bueno, al contrario, solo que se le agregue la polarización y la división.
Tiene todo para evitarlo.
RETALES
1. ELLAS. Sí funcionó un día sin ellas. Incluso a la mañanera asistieron solo tres reporteras y a las tres les dio pregunta el presidente López Obrador, quizá para decir que no todas, que es cierto, pero la mayoría sí, lo que es más cierto;
2. SIGUIENTE. El tema ahora es qué sigue al 8 y 9 de marzo. No puede quedar como la protesta contra la violencia cuando salieron, marcharon, regresaron a su casa y todo empeoró. Yo no sé cuál es el siguiente paso, pero sí que hay que darlo;
y 3. MENSAJE. La nota de Reuters necesita una respuesta y una explicación del gobierno mexicano. Reporta que se reunieron aquí representantes de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y otros seis países, preocupados por la política energética del presidente López Obrador. Pero no se ha dado ninguna.
Nos vemos mañana, pero en privado