Vida Laboral, así Como Problemas Psicológicos y Emocionales, Principales Barreras Para Práctica de Lactancia Materna: Investigadora de UVM
Por Mario Iván B. Ruiz
Argonmexico / Ciudad de México 16 de octubre de 2018.- De acuerdo con el estudio Barreras y facilitadores para la práctica de lactancia materna exclusiva en un grupo de madres de la Ciudad de México, realizado por la Dra. Reyna Sámano, académica de la Universidad del Valle de México Campus Chapultepec, algunas de las principales causas de abandono de la lactancia materna exclusiva (LME) por madres que habitan en la capital del país, son las obligaciones laborales y la percepción de falta de producción de leche, así como problemas psicológicos y emocionales.
La Dra. Sámano, también investigadora del Instituto Nacional de Perinatología, trabajó en dicho estudio y contó con la colaboración de Gabriela Chico Barba, Tábata Armenteros Martínez, Nancy Escamilla Fonseca, Carlos Piélago Álvarez, Jorge Aguilar-Álvarez y Silvia Méndez Celayo, del Instituto Nacional de Perinatología y de la Universidad del Valle de México. El texto fue publicado en Archivos Latinoamericanos de Nutrición, revista de divulgación de conocimientos de campo sobre alimentación y nutrición.
En el estudio transversal analítico participaron 500 madres trabajadoras de la Ciudad de México, en edades de entre 19 y 45 años; clínicamente sanas y cuyo último hijo tuviera entre 6 y 24 meses de edad al momento de su participación.
Uno de los hallazgos principales es que cuando la madre es la principal proveedora del ingreso familiar, aumenta el riesgo de abandonar la práctica de Lactancia Materna Exclusiva. Es así que 64% de las madres dejan la lactancia a causa de la actividad laboral, lo cual, según la investigación, puede estar vinculado con una deficiente capacitación en la extracción y conservación de la leche en el hogar y con las condiciones de trabajo de las participantes.
En tanto, 36% tiene la percepción que no sale leche, al respecto, se ha reportado que se podría evitar el abandono de la LME prematura a través del apoyo temprano y constante, para que la cantidad de leche que se produzca sea la necesaria.
Respecto al estado físico y anímico, 32% de las participantes refirieron que el cansancio, depresión y ansiedad son impedimentos para llevar a cabo la práctica de la LME, lo que se puede atribuir a una serie de factores relacionados con la carga laboral, emocional y física a los que se enfrenta una madre, aunado a que muchas veces obtiene salarios inferiores a los de los hombres, esto genera más estrés.
En contraste, las variables que facilitaban la LME fueron: el buen acomodo y posición del bebé (54%), paciencia y perseverancia de la madre (46%), buena alimentación de la madre (42%) y disponibilidad de tiempo (37%). Esto se atribuye al descanso adecuado, contar con información correcta de parte del personal de salud y un buen acomodo y posición del bebé Sámano expuso que cada día aumenta la población de mujeres que trabajan, tanto en México como en América Latina y de ahí, que hayan realizado esta investigación, una de las primeras en
México con enfoque en la madre trabajadora, madres que son jefas de familia y, en muchos casos, las principales responsables del gasto familiar.
La Dra. Sámano reiteró que es importante establecer estrategias que contribuyan a facilitar a las madres la práctica de la Lactancia Materna Exclusiva, ya que representa beneficios en la salud de ellas y del bebé. En la madre favorece la pérdida de peso -disminuye el riesgo de tener sobrepeso y obesidad-; por otro lado, se asocia con menor prevalencia de cáncer de mama y de ovario, menor frecuencia de diabetes y disminución en el riesgo de depresión posparto.
Mientras que en el niño reduce la frecuencia y la gravedad de diarreas, infecciones respiratorias, dermatitis, y casos de muerte súbita; además favorece el desarrollo emocional e intelectual del bebé, así como el vínculo familiar, dijo.
Ante este panorama, la Dra. Sámano destacó la importancia de contar con la implementación y evaluación de programas de educación pre y posnatal sobre la LME, además de fomentar la extracción y conservación de leche en casa, en todos los grupos de madres, pero en especial a aquellas que trabajan fuera del hogar.
Además, recomendó que al menos un mes antes de que las madres regresen al trabajo inicien con la extracción manual – o con extractor- de su leche, con la finalidad de que identifiquen a tiempo cuáles serían los problemas de extracción. En el trabajo, sugirió que soliciten cuando menos 40 minutos cada 3 o 4 horas para extraerse la leche y conservarla en el refrigerador, para luego llevarla de regreso a casa y ofrecerla a su bebé o almacenarla.
Por otro lado, dijo que, aunque la leche humana mantiene sus propiedades después de su extracción, se debe serguir al pie de la letra el siguiente procedimiento:
Conservar la leche en un recipiente de vidrio ó plástico con tapa de rosca, mismo que debe ser previamente lavado con jabón y agua caliente. Utilizar un recipiente limpio distinto para cada vez que se extraiga la leche en diferentes horas. Cerrar y marcar el envase con la hora y fecha de extracción de la leche y colocarlo en la parte más fría del refrigerador -entre 4 y 8 grados-. Para ofrecer la leche al bebé, esta se debe tibiar en baño de María o bajo el chorro de agua caliente antes de dársela.