ColumnasDestacadosDevaneos (Ma. Elena Maldonado)

Devaneos

*El Colegio de México

Argonmexico / Dominado por hombres y movidos quizá por una petición realizada en Change.org que firmaron más de 6 mil 600 personas, entre las que se cuentan la de la escritora Elena Poniatowska; la de Rosaura Ruiz, expresidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, y la de Olga Sánchez Cordero, exministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Petición realizada a través de una carta de la académica Lucía Melgar, dirigida a Enrique Peña Nieto, al secretario de Educación Pública y a la Secretaría de Cultura para crear el Colegio Nacional de Mujeres ante la obvia discriminación, ya que desde su fundación en 1943 por el entonces Presidente Manuel Ávila Camacho, únicamente tres mujeres han ingresado en la década pasada. Se trata de la lingüista Concepción Company Company, la arqueóloga Linda Rosa Naim y María Elena Medina Mora, especialista en siquiatría.

Hasta el pasado lunes 27 de agosto que Julia Carabias la reconocida y premiada bióloga ingresó a El Colegio Nacional. Su lección inaugural, Sustentabilidad ambiental y calidad de vida, fue contestada por José Sarukhán.

María Julia Carabias Lillo nació en la Ciudad de México el 14 de agosto de 1954. Estudió la licenciatura de Biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde posteriormente obtuvo el grado de maestra en Ciencias. Desde 1987 se desempeña como Profesor de Carrera Asociado “C” de tiempo completo (definitivo) en el Laboratorio de Ecología de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores (1990-1996), y de 2002 a 2006 se desempeñó como presidenta del Scientific Technical Advisory Panel del Global Environmental Facility.

Su trabajo de investigación se ha centrado en diversos temas ambientales, en particular en la regeneración de selvas tropicales, restauración ambiental, manejo de recursos naturales, ecología y sistemas productivos, cuentas patrimoniales, cambio global, pobreza y medio ambiente y política ambiental.

Es autora de numerosos artículos científicos y coautora de varios libros, entre los que destacan Ecología y autosuficiencia alimentaria (1985); La producción rural en México: alternativas ecológicas (1989); For Earth’s Sake (1992); Manejo de recursos naturales y pobreza rural (1994); Agua, medio ambiente y sociedad: hacia la gestión integral de los recursos hídricos en México (2005); Capital natural y bienestar social (2006); Patrimonio natural de México. Cien casos de éxito (2010); Cambio climático. Causas, efectos y soluciones (2010); Usumacinta: bases para una política de sustentabilidad ambiental (2011); Conservación y desarrollo sustentable en la Selva Lacandona: 25 años de actividades y experiencia (2015).

Ha recibido diversos premios internacionales y nacionales, incluida la medalla Belisario Domínguez. Se tardaron estos señores del Colegio, tiene muchísimo más méritos que varios de los que ahí se encuentran y conozco muchas mujeres destacadas que deberían formar parte de la lista de miembros de ese tan machista Colegio.

Encontré en un artículo del 10 de enero de este año, que el Universal, periódico en el que se publica, convoco a una entrevista a los  treinta y ocho miembros  del Colegio de México, sólo  tres  respondieron a esta petición:  Juan Villoro, Eusebio Juarista y Vicente Quirarte. Dos enviaron su respuesta por  correo electrónico: Javier Garciadiego y Alejandro Frank. Tres declinaron: Enrique Krauze por encontrarse de viaje, al igual que Antonio Lazcano. El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma indico que prepara un artículo sobre el tema. Ruy Pérez Tamayo, presidente en turno, dijo que aceptaba la entrevista, pero no fue posible localizarlo. De 10 miembros no se obtuvo ninguna respuesta. Al parecer las mujeres no opinaron.

El Colegio Nacional fue fundado  por decreto del presidente Manuel Ávila Camacho en 1943, como una institución que agruparía a los científicos, artistas y literatos mexicanos más destacados, con el propósito de preservar y dar a conocer lo más importante de las ciencias, artes y humanidades que México puede ofrecer al mundo. Su lema es: “Libertad por el saber”.

En el decreto de creación se imponía un número de veinte miembros para El Colegio Nacional, que debían ser mexicanos por nacimiento, y se especificaba a sus quince miembros fundadores, entre los que se encontraba Alfonso Reyes, Diego Rivera, José  Vasconcelos José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Ezequiel A. Chávez, .Antonio Caso, Ignacio Chávez, Isaac Ochoterena, Manuel Uribe y Troncoso, Carlos Chávez, Mariano Azuela, Manuel Sandoval Vallarta, Alfonso Caso, Ezequiel Ordóñez.

Se establecía que los miembros del Colegio debían impartir conferencias sobre su especialidad en las instalaciones del mismo, y que dichas conferencias deberían de ser abiertas a todo público y gratuitas. La sede del Colegio se estableció en la Ciudad de México.

En 1971 Luis Echeverría Álvarez aumento por decreto a cuarenta los miembros. Desde entonces pueden impartir sus conferencias fuera de las instalaciones del Colegio y de la Ciudad de México. Los mayores de setenta no están obligados a llevar a cabo estas actividades y también pueden ser nombrados individuos naturalizados con más de diez años de ser ciudadanos mexicanos. Posteriormente en 1971, Ernesto Zedillo retiro esta condición.

Esperamos que a este nombramiento sigan otros, estoy de acuerdo que lo den por méritos y no por cuestión de género, lo que es seguro es que tienen un abanico de mujeres muy talentosas para elegir.