Arturo de la Rosa Recibió la Medalla Salvador Toscano
Por Dany García
*La Cineteca Nacional y Fundación Carmen Toscano concedieron este reconocimiento al cinefotógrafo mexicano, cuya taryectoria abarca cinco décadas
Argonmexico / “El cine es una exaltación del espíritu humano, una fantasía de la vida que nos hace soñar y nos da cosas espirituales” declaró el cinefotógrafo Arturo de la Rosa después de recibir, la noche de este jueves 14 de diciembre, la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2017 en la Cineteca Nacional.
La medalla fue entregada por Alejandro Pelayo, director general de la Cineteca Nacional y Alejandra Moreno, representante de la Fundación Carmen Toscano.
La Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico fue instituida en 1983 y es un reconocimiento anual que entregan la Cineteca Nacional y la Fundación Carmen Toscano.
Representa un estímulo a todos aquellos hombres y mujeres que, con su arte y técnica, han contribuido, en cualesquiera de los campos del quehacer fílmico, a la historia y evolución del cine mexicano.
Simboliza, asimismo, el esfuerzo por rescatar y difundir los múltiples momentos y actividades que conforman el universo de la experiencia fílmica, inherente a los más altos valores de la cultura nacional, así como el compromiso institucional de preservar y difundir el acervo de la cinematografía nacional.
En entrevista con la Secretaría de Cultura Arturo de la Rosa dijo sentirse muy orgullo y agradecido por recibir este reconocimiento.
“Es un honor y lo recibo con doble gusto porque es uno de los premios más relevantes de la cinematografía y porque también representa a un fotógrafo de los pioneros del cine”.
Al entregar la medalla, Alejandro Pelayo dijo que este premio reconoce el trabajo del cinefotógrafo cuyo arte o magia resuelve, inventa y revoluciona su oficio que comprende plasmar en imágenes en movimiento los sueños de su director.
“Arturo de la Rosa reúne las cualidades de los grandes artistas detrás de la cámara. La suya es una intensa carrera fílmica cimentada en cinco décadas de labor profesional, de experimentación, visión artística y virtuosismo estético”.
El director de la Cineteca Nacional agregó que Arturo de la Rosa es el cinefotógrafo ideal, capaz de resolver con maestría cualquier carencia de producción que se atraviese en el camino para brindar una imagen digna, estética y formalmente.
Y agregó que se trata de un cinefotógrafo que pinta con la luz y traza con el movimiento de la cámara, de un artista completo y de un fotógrafo esencial para la historia del cine.
“El estilo de nuestro galardonado es el de una cámara de movimientos casi invisibles enmarcada por una iluminación cuya vocación es la de crear la atmósfera adecuada al relato que se cuenta.
“Su estética es, por lo general, realista como un buen heredero de la generación de la Ruptura que rompió el Clasicismo para apostar por la experimentación, lo cual no quiere decir que sus imágenes sean ajenas a merodear por lo fantástico y hasta lo interlógico”.
Arturo de la Rosa nació en la Ciudad de México el 23 de febrero de 1945 y es egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Tiene cinco décadas de trabajo intenso y creativo; tomó clases de fotografía fija con Manuel Álvarez Bravo y aprendió las técnicas del revelado del cine con el francés Julio Jacquet.
Cuenta con una filmografía cercana a las noventa películas entre documentales, ficciones, cortos y largometrajes que exhiben su notable maestría técnica, estética y formal.
Su personalidad multifacética le ha permitido colaborar con enorme éxito tanto en el cine comercial como en el cine de autor, destacando su arte fotográfico en títulos como De todos modos Juan te llamas y Descenso del país de la noche (1974), Crónica de familia (1985), Ulama, el juego de la vida y la muerte (1986), Días difíciles (1987), Goitia, un dios para sí mismo (1988), Elisa antes del fin del mundo y La otra conquista (1997), Entre la tarde y la noche (2000), El brassier de Emma (2006), Érase una vez en Durango (2010) y Villa, itinerario de una pasión (2015).
Es ganador del Ariel a Mejor Fotografía (1987, 1988 y 1990) Diosa de Plata (1998) y Premio de la Gran Orden de Honor Nacional al Mérito Autoral (2004).
Además, ha recibido diversos premios internacionales en foros como el Festival Internacional de Cine de Cartagena (1990), el Festival de Cine y Video Independiente de Nueva York, el Festival de Cine de la India y el Festival de Huelva (2000).