Busco Historias que me Deslumbren, que me Conmuevan: Arturo Ripstein
*El cineasta, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1997, narró cómo fue el momento en el que descubrió el tipo de cine que quería hacer
Por Dany García
Argonmexico / Sin revelar el tema ni el título de su próxima película Arturo Riptsein adelanta que ya trabaja en su nuevo proyecto que desarrollará el próximo año con guión de Paz Alicia Garcíadiego. “Yo busco buenas historias, fundamentalmente lo que he buscado es eso, lo que ofrecen, que son historias que a mí me deslumbren, me conmuevan, me hagan suspirar, esas son las que utilizo”.
Arturo Rispstein, con medio centenar de películas dirigidas, recuerda su acercamiento al mundo del cine. “Empecé a acompañar a mi papá cuando yo tenía tres años, mi primer recuerdo en la vida es a los tres años con Carlos Savage, el editor viendo la moviola en los años de entonces y era fascinante.
“A mí lo que me gustaba era la filmación, me di cuenta de qué es lo que quería hacer, porque me divertía muchísimo en el rodaje, como me sigo divirtiendo ahora, a mí me encantaba ver lo que era el movimiento de un set cinematográfico y hasta ahora lo sigo pretendiendo. A mí me ha gustado mucho filmar, mis películas han sido deliciosas de filmar”.
De manera equivocada muchos han señalado a Arturo Ripstein como asistente de Luis Buñuel. “No, no fui yo asistente de Buñuel, para nada, como estaba yo en los estudios me daban permiso de entrar a ver a ciertos directores, para ver cómo lo hacían, no había escuela de cine, entonces se aprendía viendo películas, estudiando los libros de los maestros de la teoría del cine y nada más.
“Yo tenía la oportunidad de entrar a los foros y ver cómo se hacía y poder preguntar y era fascinante, era un mundo absolutamente mágico y glorioso; incluso las películas más horrorosas posibles, el rodaje siempre tenía una dosis de delicia incomparable. Chano Urueta es el que más me marcó, ese es mi verdadero maestro, no es Buñuel.
En la charla en un café de la colonia Condesa, el cineasta que ha dirigido cintas que han marcado la filmografía nacional como Tiempo de mnorir, El santo oficio, El castillo de la pureza,recuerda: “Chano Urueta es el que me enseñó una serie de cosas y él me dejaba entrar y estuve con un montón de directores, con Manuel M. Delgado, con Rogelio González, les pedía permiso y me dejaban entrar. Chano Urueta era absolutamente prodigioso, un hombre de una personalidad fascinante, de una cultura enciclopédica y un horrible director de cine (ríe), porque hacía películas muy malas, de pronto le dio flojera y se puso a hacer lo que le daban, no lo que él quería, no había quizás las condiciones para que él hubiera podido hacer lo que quería hacer”.
Reconocido en 1997 con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes, Arturo Ripstein narró que al descubrir Nazarín de Luis Buñuel, encontró el tipo de cine que él quería hacer, muy alejado del cine comercial que hacía su padre. “Cuando vi Nazarín de Buñuel me di cuenta que había salidas alternativas, yo conocí el cine de mi papá y creía que era el único y muy pronto me di cuenta que no, que había otro y que ése es el que yo quería buscar, no sé qué es lo que me motivó pero eso era”.
El cine de Arturo Risptein es reconocido por el uso del plano secuencia, que le da a sus historias unicidad. “Es una cosa unívoca, entonces lo unívoco es lo que permite el plano secuencia, el otro va con aristas, hay otra geometría. Preferí siempre una mirada única, que una mirada con cortes, de menor ondulación, el corte es de poca ondulación, con aristas y yo preferí la mirada ondulante, la que no tiene aristas, mi cámara es lo fundamental en la película y en las películas con cortes puede no ser tan fundamental y a mí me gusta jugar con la cámara.
Siendo muy joven Ripstein estudió más de dos años de la carrera de derecho, un aprendizaje que señala le sirvió para el cine en un aspecto. “Hans Kelsen me sirvió, la teoría de Kelsen es la más puntual por cómo se piensa por anticipado y por cómo se tienen una serie de estamentos y se dan por conocidos pero hay que saber cómo se utilizan y hasta qué punto se llega y eso con nociones filosóficas, entonces es complicado pero es muy hermoso Kelsen”.
Arturo Ripstein ha merecido innumerables premios como mejor director, por película y guión, entre ellos el Premio Ariel, la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes, el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia, la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián, Premio al Cine Latinoamericano en el Festival de Sundance, Premio Akira Kurosawa por trayectoria en el Festival Internacional de Cine de San Francisco y homenajeado, también por trayectoria en Festivales como el Festival de Cine de Monterrey y el Festival de Cine de Venecia.