Ross Dobla las manos a Ildefonso
Argonmexico / Mal precedente deja el “acuerdo” que dicen haber alcanzado ayer los secretarios de Economía de México, Ildefonso Guajardo, y el de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, para regular la exportación mexicana de azúcar a Estados Unidos, ante las negociaciones que se avecinan del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), posiblemente a partir de agosto.
Si con la pusilanimidad con que se enfrentó este tema se va a afrontar la negociación en sectores como el automotriz, el manufacturero, el siderúrgico, el electrónico y otros de gran importancia para nuestra economía, estaremos ante una ola de proteccionismo y limitantes a nuestras exportaciones que pone en riesgo al crecimiento económico del país y no se diga la generación y mantenimiento del empleo.
Los que realmente ganan con el “acuerdo” son los empresarios monopólicos estadounidenses, en particular el cubano multimillonario José Fanjul, el “Barón del Azúcar”, como lo llama el Financial Times en un espléndido reportaje en el que narra que éste aportó fondos para la campaña electoral de Donald Trump y amigo personal del actual y también multimillonario secretario de Comercio Wilbur Ross, lo que despierta sospechas de tráfico de influencias.
Sin embargo, se debe anotar que la poderosa American Sugar Alliance, el organismo empresarial azucarero de los Estados Unidos, quería aún más y supuestamente no quedó satisfecha con el acuerdo, no obstante que no se aumentó la cuota de importación de aproximadamente un millón de toneladas acordada en 2014, y aun cuando sí se incrementó de 60 a 70 por ciento el monto de azúcar cruda, como parte de la cuota, a efecto de restarle entre un 30 y 50 por ciento de su valor comercial, beneficio que se traslada a los refinadores estadounidenses.
Otros que ganan, aunque indirectamente, son los grandes corporativos refresqueros mexicanos y otras empresas del sector alimenticio porque seguirán importando para su producción, el jarabe de maíz de alta fructuosa de Estados Unidos a precios de… ¡dumping!
Los que pierden son los productores mexicanos de caña y azúcar granulada, pues se les reduce el valor de su mercancía que exportan al país del norte, y en México, junto con los productores de azúcar líquida, son desplazados por la competencia desleal de empresarios norteamericanos a los que el gobierno mexicano, en particular la Secretaría de Economía que encabeza Ildefonso Guajardo, no se atreve a tocar con el pétalo de una investigación.
Lo paradójico del caso es que sin la importación de la fructuosa norteamericana, que dicho sea de paso es mucho más dañina para la diabetes y la obesidad, el mercado mexicano de azúcar se equilibraría entre producción y consumo y no tendría la necesidad de mendigar cuotas de importación por parte de Estados Unidos.
Con el nuevo acuerdo se afecta a más de 180 mil cañeros y una agroindustria que genera más de 500 mil empleos. Por ello se entiende lo que le dijo el presidente de Sucroliq, Enrique Bojórquez, al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en una carta: “Estados Unidos hace bien en defender a sus agricultores, en México los sacrifican”.
Pero… que se negoció
En un comunicado emitido la tarde de ayer, la Secretaría de Economía anunció que los gobiernos de México y Estados Unidos acodaron incrementar de 60 a 70 por ciento las exportaciones de azúcar cruda, con el fin de atender, según el boletín, las demandas de peticiones del producto mexicano.
Se negoció también no aumentar las cuotas compensatorias en contra del azúcar mexicana, mismas que oscilan entre 40.48 y 42.14 por ciento, ello por la investigación de dumping, y 5.78 a 43.93 por ciento por la de subsidios.
El documento establece que “los precios de referencia acordados con la industria mexicana, se protege a los cañeros mexicanos, incluyendo a los jornaleros y pequeños propietarios”.
Adicionalmente, con estos acuerdos, México aseguró que cualquier necesidad adicional de azúcar en Estados Unidos será ofrecida en primera instancia a nuestros productores y consiguió que Estados Unidos solo abra cupos a terceros países en caso de que México no cuente con volúmenes suficientes.
La suscripción de estos acuerdos modifica los términos de los acuerdos suscritos en diciembre de 2014 y, por lo tanto, dejaría sin efectos las revisiones administrativas iniciadas por los peticionarios.
Con dichos acuerdos, México tuvo que ceder la exportación de azúcar refinada a la Unión Americana, uno de los temas principales que inicio el conflicto, dichas exportaciones se verán reducidas en 30 por ciento, de su cupo autorizado por ciclo.
Hasta ahora, el porcentaje de azúcar refinada que México puede exportar a Estados Unidos es del 53 por ciento de su cupo dentro de los llamados “acuerdos de suspensión” que negocian ambos países.