Así no se Puede, ni se Podrá
La impunidad es el gatillo. Florestán
Argonméxico / Ayer hablaba con el nuevo fiscal de Sinaloa, Juan José Ríos Estavillo, quien apenas el 14 de marzo fue aprobado en el cargo por el Congreso local, luego de ser el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, desde donde llegó a presidir la red nacional de ombudsmanes.
El tema, obvio, era uno: el asesinato del periodista Javier Valdez, el lunes al mediodía en Culiacán, cerca de la redacción del semanario Río Doce, que había fundado en 2003.
Y cuando ahondamos en el tema, desde la actual superficialidad de la investigación, me dijo que indagaban dos líneas, una de ellas la del crimen organizado por su trabajo profesional, como todo indica.
Le pregunté si ya habían revisado los videos de las cámaras de seguridad, y la respuesta me dejó frío: solo funciona 9 por ciento de las que hay instaladas.
Es decir, de todo el sistema de cámaras de seguridad de Culiacán, una de las capitales más importantes y más vulneradas por el narcotráfico, no funciona ni siquiera una de cada diez cámaras de seguridad.
Cuando le dije que no se lo podía creer, me lo ratificó: ¡el 9 por ciento!
Y le dije que sin poder entenderlo, ahora podía comprender más de la inseguridad y violencia que se vive en Sinaloa, donde la pelea es por el control del cártel que lleva el nombre de la entidad, que por años jefaturó Joaquín Guzmán Loera, quien llegó a ser declarado en México el delincuente más peligroso, poderoso y sanguinario, y en Estados Unidos el enemigo público número uno, que no existía desde los tiempos de Al Capone, hace casi un siglo.
Yo, la verdad, es que en estas condiciones me queda claro por qué el crimen organizado sigue derrotando a la sociedad y al Estado mexicanos: por las complicidades, como en Culiacán, donde apenas sirve una de cada diez cámaras de seguridad y pregunto: ¿de quién es la responsabilidad y la complicidad?
No sé si la Comisión Nacional de Seguridad, su consejo técnico, el mismo gabinete del ramo, conocían esta situación, pero es urgente una investigación de la PGR y un proceso a todos los involucrados, porque con el enemigo en casa, como está en Culiacán, no se puede.
Ahí están los resultados.
RETALES
1. TRAICIÓN. Si a lo anterior agregamos el caso de Zihuatanejo, donde el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, reveló que el jefe de la policía municipal era también jefe de la banda de narcotraficantes, ¡menos!;
2. VALIENDO. Y todo ocurre mientras en el Congreso siguen congeladas las iniciativas de Mando Policial Mixto, ya no único, y la Ley de Seguridad Interior. Emilio Gamboa ya mandó el aviso a la Cámara de Diputados: si no sacan esta ley ya, la sacará el Senado que tiene al menos tres dictámenes. A ver; y
3. PLAZOS. Quedan 14 días de campaña en el Estado de México y luego, tras el inútil y tramposo período de tres días de reflexión, en el que nadie reflexiona, es una laguna abierta a lo que sea, las elecciones del domingo 4. Y entonces a ver.
Nos vemos mañana, pero en privado