Devaneos (Ma. Elena Maldonado)

Titulares Felices

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argonmexico.com/ Denise Dresser escribió en su artículo del lunes 14, en el periódico Reforma, los titulares que harían felices a algunos personajes de la política. Yo apunto algunos que le agradarían a los ciudadanos: “Reforma política incluye eliminación de los partidos”; “Gobernadores devuelven recursos del excedente petrolero”; “Mario Marín muere de cirrosis; cognac culpable”; “Epidemia de A H1N1 en el Congreso: recinto cierra el resto del sexenio”.

 

A mí me gustaría: “Por fin tenemos un Verdadero Congreso Ciudadano”, diputados y senadores que no son lacayos de los intereses de los partidos políticos y otros grupos de poder; congresistas que velaran por el estricto comportamiento de los funcionarios, los presupuestos, y que se pidiera la inmediata renuncia de quien no cumpliera con sus deberes, y no diera cuentas claras del dinero y los bienes bajo su custodia.

Ya los partidos eligirían cuidadosamente entre lo mejor de sus partidarios a los futuros gobernadores, presidentes municipales y demás puestos de elección popular, además de vigilar que realizaran sus funciones, con verdadero compromiso y responsabilidad.

¿Y se imaginan que esto sucediera en cada Estado?, ¡Qué derecho caminarían los políticos de todo el país!. Exigiéndoles, simplemente, que lleven eficientemente a cabo su trabajo, hagan uso honrado e inteligente de los recursos que se les asignan, y tengan al personal a su cargo haciendo lo mismo, otro gallo nos cantaría, y sería un canto muy agradable. Y el que no cumpliera con estos requisitos, a la calle o la cárcel, y nunca más volveríamos a encontrar su nombre en la nomina del gobierno.

tro magnifico titular sería: “Desaparecen los partiditos” empezando por el PVEM con todo y niño verde, que de niño no tiene nada; vividor del presupuesto del partido. Cuentan que humilla y degrada a los empleados y colaboradores que tienen la desgracia de tenerlo cerca. Desaparecerlo de la vida nacional es algo urgente, y fácilmente lo lograríamos si nadie votara por ese partido que nada positivo ha aportado.

El mejor: “Elba Esther Gordillo renuncia, el sindicato de maestros desaparece”, la Secretaria de Educación Publica en manos de Juan Ramón de la Fuente, por poner un ejemplo de alguien con la capacidad adecuada, dirigiendo una de las partes más importante y delicada de cualquier país: la educación de sus niños.

Realmente los sindicatos están de más sí al trabajador se le trata con respeto, se le paga lo justo y sus prestaciones son las adecuadas. Sí los gobiernos hubieran estado atentos de esto, sí nunca hubieran permitido patrones abusivos, esclavistas, explotadores, no hubieran surgido estas agrupaciones, que con el tiempo se corrompieron. No conozco un líder sindical que viva según su sueldo, además de convertirse en grupos de presión nada positivos. Qué tal el poder y la coacción que ejerce doña Elba en los últimos gobiernos.

Obviamente, un deseo generalizado es SEGURIDAD, la receta es acabar con la impunidad, eso todos lo sabemos, aunque antes hay que acabar con la corrupción, la ignorancia, la miseria, el desempleo… y no por imposible lo dejaremos de exigir.

Un gran titular diría: “La ciudadanía toma el poder” no sé cómo, pero estoy segura que podemos cambiar para mejorar lo que hoy sucede, todo eso que nos disgusta, ya sacamos al PRI de los Pinos, situación que todos decían que no era posible, que mil catástrofes pasarían, y no sucedieron. Tampoco aconteció todo lo bueno que esperábamos, pero eso no es razón para bajar la guardia y conformarnos.

Cambiemos el método; que no sean las urnas el único sitio en el que podemos expresar nuestra voluntad. Y si los candidatos son un fiasco, ¿Por qué no podemos elegir nosotros a quienes se postulen?, ¿Por qué tenemos que conformarnos con la mediocre y raquítica oferta de los partidos, además de no tener la opción de una segunda vuelta, o que se anulen por no cumplir con más del 50 por ciento de votantes?. Es en el Congreso que necesitamos representatividad, y no la tenemos.

No hay más que ver los intereses que se mueven, es un mercado de compra-venta de favores para beneficiar, repito, a los partidos y los grupos de poder.

Ya metidos en esto de pedir, en mi carta de obsequios al Niño Dios esta Navidad, me encantaría que desaparecieran los depredadores de los bosques y selvas, a los que contaminan los ríos, lagos, mares, los que maltratan a los animales, la naturaleza y obviamente a los seres humanos. Hay otros muchos deseos en mi lista, pero aseguro que amar al prójimo, tratarlo como me gusta que me traten a mí, sería suficiente para que todos los males desaparezcan ¿es mucho pedir?.

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