ColumnasDestacadosDevaneos (Ma. Elena Maldonado)

Centro Cultural del Bosque

La cultura en México tiene una enorme oferta, incluyendo una variedad de precios que la ponen al alcance de todos. Recién me enteré lo que sucede en el Centro Cultural del Bosque, quizá no le esté diciendo nada nuevo, pero yo apenas vengo a saber esto y le acerco mi hallazgo. Fui un miércoles a enterarme de horario, precio de un monologo escrito por Juan Villoro; ese día no había función pero al día siguiente costaba solamente treinta pesos. Por supuesto que ahí estaba el jueves más que puesta; compré mi boleto y como era temprano me fui a dar una vuelta a la librería Educal que se encuentra a unos pasos; con “El quijote para niños” que adquirí para mi sobrina/nieta, me senté en la terraza del restaurante que está al lado y deguste un bocadillo con una copa de vino, mientras hojeaba el pequeño libro. Apenas llegue a tiempo para obtener una butaca a mi gusto en la Sala Xavier Villaurrutia y presenciar la maravillosa actuación de Arturo Beristain. Aplaudí de pie y me fui muy contenta con mi noche de teatro.

Supongo que es un sitio que todos conocemos, pero ¿sabemos realmente lo que ahí podemos encontrar, disfrutar, conocer, aprender e incluso participar? Pues les copio de su página en la red: "Contiguo al Paseo de la Reforma y localizado en uno de los enclaves culturales más significativos del país, el Centro Cultural del Bosque es reflejo de la Ciudad de México, plural e inconmensurable. Es el cruce de los caminos de sus actores, bailarines, coreógrafos, directores, dramaturgos, escenógrafos, iluminadores, músicos, tramoyistas y vestuaristas con la de sus arquitectos, estudiantes, escultores, medallistas olímpicos, promotores culturales y, especialmente, la del público… El complejo escénico de Chapultepec sigue siendo espacio histórico fundamental de la Ciudad de México para todos los géneros del teatro, la danza y de las más diversas expresiones del arte”

Está compuesto por ocho espacios escénicos con programación constante durante todo el año, ofreciendo al público una variada muestra de las artes escénicas de México. El Teatro Julio Castillo, el Teatro El Galeón, el Teatro El Granero Xavier Rojas, el Teatro Orientación, la Sala Xavier Villaurrutia, el Teatro de la Danza, la Sala CCB y la Plaza Ángel Salas son los foros de este recinto donde se presentan las obras de destacados artistas en México.

¿Sabía usted que no sólo es para los espectadores? También los creadores que tienen un proyecto interesante pueden encontrar un sitio en donde exponerlo: presentan su carpeta, la aprueban, si hay un espacio y hay producción, ¡Se hace!.

En las instalaciones del CCB también se encuentran las oficinas de la Coordinación Nacional de Teatro, la Coordinación Nacional de Danza, el Área Artística de la Compañía Nacional de Danza, la Escuela Nacional de Danza Folklórica, el salón de ensayos de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y las oficinas de la Dirección General del INBA. En el recinto se localiza también la sucursal “Del Bosque” de las librerías de arte EDUCAL, la escultura “Las Artes Escénicas” de Luis Ortiz Monasterio y la fuente “El Recreo Infantil del Bosque”, del insigne arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y el escultor Augusto Escobedo.

La historia del desarrollo de este complejo teatral es curiosa, pues su primera intención era ser escenario de espectáculos ecuestres, posteriormente se modificó el proyecto. En 1956 se inauguró el primero de los teatros del CCB, “El granero” por iniciativa e idea original de un joven director de escena. Xavier Rojas fue un dramaturgo y director nacido en Puebla en 1921. Y recuerda que: "El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, que remodelaba el Auditorio Nacional, me llevó a conocer, a espaldas de éste, un lugar ideal para construir un teatro en círculo. Se trataba de un granero donde se guardaba el alimento de los caballos que el general Mariles entrenaba para las Olimpiadas. Me pareció estupendo y en pocos meses quedó listo, conservando el nombre de su origen: Teatro El Granero&quot.

Durante las décadas de 1940 y 1950 la actividad cultural en México fue intensa; la era post-revolucionaria y el nacionalismo habían llegado a su clímax, las instituciones culturales trataban de establecer las bases para el desarrollo artístico de sus profesionistas. Hubo una disciplina que sobresalió en este progreso: la danza a la que había que darle un espacio en este conjunto.

Cada espacio tiene su historia y es fascinante su evolución, los involucrados: creadores, actores, arquitectos… todos reconocidos en sus profesiones. ¿Y para que le cuento?, mejor asista y usted mismo encontrará su lugar, la variedad de sus producciones, de sus escenarios crean la magia de la fusión de lo clásico con lo contemporáneo.