DestacadosDiputadosGobierno CDMX

Senador Dante Delgado Primer Informe .

*Redacción Argonmexico/ México votó por un cambio… y a más de un año del inicio de este nuevo gobierno, es tiempo de que el presidente, gobernadores, alcaldes, diputados y senadores, todos, demostremos qué hemos hecho para que ese cambio suceda.

Es nuestra obligación rendir cuentas a los ciudadanos porque el cambio por el que votó México no se va a lograr solo con declaraciones, la guerra no se va a acabar con declaraciones, la corrupción no se va a acabar con declaraciones, la injusticia, la impunidad, la pobreza, no se acaban con declaraciones.

Un verdadero cambio tiene que transformar la vida de mexicanas y mexicanos, se tiene que sentir, se tiene que vivir. No basta con decretarlo ni con declararlo. Para cambiar a México se tienen que tomar las decisiones correctas y llevarlas a cabo con responsabilidad.

Al iniciar el primer periodo de sesiones, le dijimos al presidente que, si estaba dispuesto a cumplirle a México, contaría con el apoyo de Movimiento Ciudadano… y hemos cumplido.

Desde el Senado hemos apoyado al presidente en todas las decisiones que consideró necesarias para construir el andamiaje del gobierno con el que prometió cambiar el país… ahora le toca a él asumir con responsabilidad el resultado de sus decisiones.

Le dimos nuestro apoyo porque, si en el pasado no fui mezquino con expresidentes con los que no coincidía en nada, a quienes señalé por sus prácticas totalitarias, por su falta de honestidad o por su mediocridad, no lo seré con un presidente con el que coincido en el diagnóstico del país… aunque no en todas las decisiones que está tomando ni en la forma en que las está implementando.

Si no saboteé ni fui un conspirador de expresidentes con los que discrepaba profundamente, tampoco lo seré con el presidente López Obrador… pero, que quede claro, eso no significa que permita la repetición de las injusticias y excesos de gobiernos pasados. Cuando el presidente se ha equivocado, cuando ha faltado a su palabra, me ha tenido en frente y de frente… eso no va a cambiar jamás.

En el tema de seguridad le dimos al presidente nuestro voto de confianza para que diseñara e implementara la estrategia que consideró adecuada para recuperar la paz:

La reforma constitucional en materia de seguridad y sus leyes secundarias, la Guardia Nacional, la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y aprobamos todos los nombramientos que propuso al Senado para los cargos de procuración e impartición de justicia.

Debo señalar que la oposición de la sociedad civil y de Movimiento Ciudadano fueron clave para que en la Constitución se aprobara la Guardia Nacional civil, como recomendaban expertos y organismos internacionales, gracias muchas gracias a ellas, sin embargo, en los hechos, el presidente decidió mantener al Ejército al frente de su estrategia de seguridad y ponerlo al mando de la Guardia.

El resultado de esta decisión es que la inseguridad, la violencia y la guerra… siguen. No hay declaración alguna, por más que la repita, que pueda ocultar los miles de asesinatos y desapariciones forzadas que siguen ocurriendo todos los días en nuestro país.

Y aunque tiene razón el presidente al declarar que la guerra la iniciaron otros, a más de un año de gobierno debe reconocer que su estrategia no ha dado los resultados que prometió y que está lejos de resolver el problema de violencia en el país.

Es cierto: Felipe Calderón llevó al Ejército a una batalla que no debía dar, pero ahora, este gobierno, está permitiendo que México, nuestra patria, pierda la batalla, y no lo debemos de permitir.

La retórica no va a vencer a la inseguridad, la transformación no se va a lograr a punta de declaraciones, la mafia del poder ya no tiene poder… hoy, el poder y la responsabilidad de cambiar las cosas las tiene el presidente.

Es tiempo de hablar menos y hacer más.

En síntesis, la seguridad no se declara, la seguridad se garantiza.

El país exige una estrategia que realmente termine con la guerra y nos ayude a iniciar una era de paz que todos deseamos.

Aquí quiero hacer una acotación, a propósito de las declaraciones que, en tono amenazante, hizo el General Carlos Gaytán Ochoa sobre el presidente y su gobierno: General, usted es parte de una las instituciones con mayor confianza y reconocimiento por parte de la población, una institución clave para la estabilidad y seguridad del Estado, por lo tanto, no tiene derecho a sentirse ni «ofendido» ni «agraviado».

No puede hablar de «ausencia de valor» del gobierno federal, ni le corresponde juzgar si hay una ideología «dominante» o «mayoritaria», lo que hay es un gobierno elegido legal y democráticamente, un gobierno al que usted y todas las fuerzas armadas están obligadas a la disciplina y deben su lealtad.

No aplaudiré a un militar que le falta el respeto al comandante supremo de las fuerzas armadas, pero tampoco a un presidente que ha decidido dar continuidad a una estrategia fallida de seguridad.

En el grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano apoyamos la nueva reforma educativa como un acto de responsabilidad y de congruencia, porque siempre estuvimos en contra de la reforma aprobada por el gobierno anterior.

Nosotros votamos en contra de la reforma del Pacto por México porque fue una imposición, porque no se escuchó ni dialogó con los padres de familia, ni con académicos ni autoridades municipales ni estatales.

Votamos en contra porque esa reforma culpaba a los maestros de todos los males del sistema educativo, porque de forma tramposa y, supuestamente en nombre de los niños, la convirtieron en un instrumento de represión contra los maestros.

Pero también nos opusimos a la propuesta inicial del gobierno federal porque, supuestamente en nombre de los maestros, traicionaba a los niños y a su futuro. Por eso, los legisladores de Movimiento Ciudadano modificamos la iniciativa y garantizamos que se mantuviera la evaluación a los docentes, pero sin ser punitiva y garantizando que el principal enfoque sean la equidad y la inclusión.

Habría sido un acto de soberbia e irresponsabilidad no aprobar esta nueva reforma, porque mantener la anterior habría sido una traición a los niños y los maestros.

Pero hay algo que debemos tener claro: la educación no es sólo un asunto de reformas, el próximo año será el de menor inversión en la historia para las escuelas normales, y también están siendo afectadas las universidades públicas y todos los programas de investigación, ciencia y tecnología. Esto nos demuestra que, al igual que el gobierno anterior, éste nuevo régimen tiene mal ordenadas sus prioridades.

La revocación de mandato es una causa que Movimiento Ciudadano ha enarbolado desde hace muchos años. Está en la ley del estado de Jalisco y se aplica en los municipios que hemos gobernado. La esencia de esta figura es simple: si el pueblo pone, el pueblo quita.

Esa es la razón por la que nos opusimos a la iniciativa del presidente, que pretendía convertir un ejercicio de participación ciudadana, en una campaña electoral que culminara el día de las elecciones.

No podíamos permitir un ejercicio a modo de esa naturaleza, y nos enfocamos en construir una reforma que reivindicara la participación ciudadana y la esencia de la revocación.

Al final, logramos que se aprobara la revocación, pero sólo a petición de los ciudadanos, una vez transcurrida la primera mitad de gobierno y en fecha no electoral; incluimos medidas que garantizan la estabilidad política en caso de que proceda una revocación de mandato y el respeto a la autonomía de los estados.

Queremos que a México le vaya bien, y eso implica necesariamente una estrategia que permita atemperar la pobreza que sufren millones de mexicanos, mediante la aplicación de programas sensibles y  consistentes; al mismo tiempo que  se impulse la generación de riqueza.

Una estrategia de esta naturaleza pasa por una política social efectiva, humana y razonable. Que debe darse en un entorno de crecimiento económico, de confianza en las decisiones del gobierno, de respeto a los derechos de los trabajadores y de certidumbre a la iniciativa privada.

Si queremos que exista crecimiento económico, debe haber confianza y apoyo para los emprendedores, empresarios e inversionistas.

Me es grato informarles que el pasado viernes, Movimiento Ciudadano junto con las y los Senadores que integramos el bloque de contención en el Senado, presentamos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una Acción de Inconstitucionalidad para revertir los excesos que la mayoría legislativa aprobó en la reforma en materia de defraudación fiscal.

En Movimiento Ciudadano respaldamos el combate a la defraudación fiscal y al uso de facturas falsas, sin embargo la  legislación aprobada abre la puerta a actos arbitrarios y discrecionales desde el poder, porque vulnera la libertad, la seguridad jurídica y los derechos de emprendedores y empresarios, al tipificar prisión preventiva oficiosa a delitos que no la ameritan.

No podemos permitir que se imponga cárcel a quienes de buena fe generan empleo, inversión y desarrollo regional.

Queremos que México crezca y no vamos a esperar a que fracase la economía del país para empezar a componerla, queremos que a México le vaya bien desde ahora.

El Congreso de la Unión no siempre ha estado a la altura del cambio que necesita el país, la mayoría ha decidido ponerse, de manera incondicional, al servicio del presidente; han recurrido a las mismas prácticas del viejo régimen, han usado su mayoría para imponer los mandatos del presidente, para imponer nombramientos de gente que no está capacitada, para aprobar leyes que violentan los derechos humanos, para hacer uso político del presupuesto.

Yo no estoy al servicio del presidente, estoy al servicio de México. Y si eso significa hacerle frente a un gobierno que prefiere imponerse en lugar de dialogar y construir consensos, no tengo temor, voy a seguir haciéndolo hasta las últimas consecuencias, porque estoy convencido de que someter el poder a la visión de un solo hombre, es un acto de deslealtad a la nación.

Entiendo que legislar es ser contrapeso para frenar los abusos del poder.

Legislar no es convertirse en la ventanilla de trámites del presidente.

Legislar no es imponerse sobre las minorías.

Legislar no es torcer la ley para ganar votaciones.

Legislar es saber escuchar y construir con todas y todos.

Por eso nos hemos enfrentado a todas las propuestas e iniciativas presidenciales que amenazan al Estado Mexicano, que es lo más valioso que tenemos.

Nos hemos opuesto a los intentos del presidente por controlar, debilitar o pretender capturar a los órganos autónomos.

Nos hemos opuesto a reformas como prisión preventiva y todas aquellas que, además de violentar los derechos humanos, se convierten en un mecanismo de persecución, de coerción y de represión en contra de quienes piensan distinto al gobierno. Por eso fue enfática nuestra defensa al no aprobar la reforma al artículo 19 porque sin saberlo se les dieron amplias facultades discrecionales.

Nos hemos opuesto a los intentos para intimidar y coaccionar al Poder Judicial, porque el sometimiento de los poderes es un acto indigno que genera corrupción, porque subordinar a la justicia es pervertirla.

No debemos tolerárselo al Ejecutivo y no debemos permitírselo a quienes están operando, desde dentro, el desmantelamiento de la Suprema Corte de Justicia para ponerla al servicio de la Presidencia.

Aquí ratifico lo dicho a los ministros de la Suprema Corte hace unas semanas: Si el Poder Judicial quiere defenderse y defender su autonomía, cuentan conmigo y con Movimiento Ciudadano.

México votó por un cambio, NO podemos permitir que este nuevo régimen haga uso de las prácticas del pasado. A los excesos y abusos de poder se les debe poner freno de inmediato.

Por eso no vamos a aplaudirle a un presidente que les falta el respeto a las enfermeras, a los médicos, a los académicos, a los investigadores, a los productores del campo, a los policías, a los activistas y a todo aquel que piense diferente a él. No vamos a aplaudir a un presidente que, con sus declaraciones, insulta y pone en riesgo la integridad de los periodistas.

Debe quedar claro que la libertad de expresión no es logro de ningún gobernante, se la han ganado los periodistas a sangre y letra, con sus vidas. No vamos a permitir que ni el presidente… ni nadie… criminalice, descalifique o ignore a las víctimas de la violencia de la que, a un año de gobierno, ya es corresponsable.

El presidente debe comprender que existe una gran diferencia entre ser parte de la solución y ser parte del problema. Ser parte de la solución significa pensar en todos y trabajar en unidad.

Es entender que la política es una lucha de inteligencias, no de vanidades; y que gobernar es un ejercicio de responsabilidad, no de caprichos.

Lo razonable es que comprenda que ya ganó una elección, que ya tiene la presidencia y que está a cargo del gobierno, ahora debe construir consensos y dejar de lado la confrontación.

Es indispensable asuma con responsabilidad que hoy es presidente de todas las mayorías, de todas las minorías, de todos los mexicanos.

Espero que el presidente recapacite, porque nada me gustaría más que poder reconocer en él, liderazgo y altura de miras, y no abusos de poder al estilo del viejo régimen. No lo vamos a permitir.

Si somos conscientes de nuestro presente… hay una realidad que no podemos ignorar más: a las mujeres, las están asesinando por ser mujeres. México es el primer lugar en feminicidios en América Latina. Esto significa que 9 mujeres son asesinadas todos los días en este país, ¿cómo fue que llegamos a esto? ¿cómo es que lo seguimos tolerando?

Necesitamos hacer una reforma integral en la ley, en nuestra educación y en nuestras conciencias. El sistema de procuración e impartición de justicia debe transformarse y garantizar la integridad física y moral de las mujeres que denuncien cualquier tipo de violencia.

Las conductas y acciones que son violencia de género deben considerarse un delito. Establecer mecanismos de denuncia que no pongan en riesgo a las denunciantes, que no lastimen su dignidad, y que garanticen justicia.El sistema educativo, en todos los niveles, está obligado a evolucionar e incluir clases obligatorias sobre equidad de género y derechos de las mujeres. Que nuestras hijas, hijos, que nuestras nietas y nietos, aprendan y entiendan, desde pequeños, que la violencia de género no es normal y que no se debe tolerar.

La violencia de género es un fenómeno que se debe combatir desde muchos frentes y eso es lo que hemos intentado hacer en Movimiento Ciudadano:

Votamos en favor de la paridad, para que todas las mujeres tengan garantizada su representación política en todos los espacios del ámbito publico.

Un ejemplo es el poder legislativo en el que, por primera vez en la historia, ambas cámaras son presididas por mujeres.

Los senadores ciudadanos también impulsamos una iniciativa para lograr la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Y no hay porque argumentar la razón del por qué lo hicimos, es un derecho y es hacer justicia. Punto.

Votamos para que de una vez por todas, las más de 2 millones  300 mil trabajadoras del hogar tengan un salario y jornadas laborales dignos,  y para que tengan las prestaciones de ley que les corresponde.

El compromiso de Movimiento Ciudadano es seguir dando la batalla con las mujeres, porque estamos convencidos, de que si ellas están bien, a México le irá bien.

Durante todo mi paso por la vida política, he apostado por la sangre nueva, por la juventud, por las nuevas ideas. Esa es otra diferencia fundamental que tengo con el presidente y con el nuevo régimen que está construyendo alrededor de él: …

… a mí no me da miedo reconocer errores, no considero que rectificar sea algo vergonzoso, no me niego a aceptar que el mundo, las ideas, la ciencia y la tecnología avanzan y a su paso acaban con creencias y esquemas que terminan volviéndose obsoletos.

Estoy convencido de que no se puede reconstruir al país con las ideas del pasado. Los problemas no se resuelven dando más poder a los mismos de siempre ni repitiendo las decisiones que los provocaron. ¿En serio alguien aquí cree que es un error apostarle a las energías alternativas no contaminantes? Yo no.

Creo en la necesidad de resolver los problemas del presente, pero pensando en el futuro. Por eso he dicho, y ratifico mi postura, de que concentrar la política energética del país en construcción de refinerías y la compra de carbón, es uno de los graves errores que está cometiendo el gobierno federal.

También lo es que los tres grandes proyectos de infraestructura de este gobierno implican la destrucción de importantes áreas naturales, ¿en qué están pensando? Están comprometiendo la vida y el futuro de las siguientes generaciones.

México tiene todo para ser una potencia mundial en la lucha contra el cambio climático y a favor del medio ambiente. En términos de mi generación, sería una infamia no asumirnos como causantes del problema y una irresponsabilidad no comenzar a sentar las bases para solucionarlo. ¿Qué clase de personas somos si no entendemos que estamos causando nuestra extinción?

Mi generación le falló a México, en esto y en muchas cosas más. Así que mi compromiso es luchar,  para que ni los intereses económicos, ni las ideas obsoletas, ni los caprichosl ni los excesos de nadie estén por encima de las próximas generaciones, para que les dejemos un mundo en el que puedan vivir con dignidad.

Nuestra responsabilidad como legisladores es pensar en todas y todos. Por eso, no debemos postergar más la discusión ni la toma de medidas necesarias para garantizar derechos y libertades.

Hacer lo correcto no es un tema de «conveniencia electoral», hacer valer en la ley los derechos de todos no debe depender de si son medidas populares o no, ni de si son medidas que dan o quitan votos, ni pueden esperar  a la «siguiente elección».

Por eso, no me tiembla la mano para dejar clara la postura de Movimiento Ciudadano en temas que para algunos son controversiales, pero que para nosotros son de urgente discusión y solución.

Les pido, por favor, que levanten la mano quienes estén de acuerdo en que una niña muera o vaya a la cárcel por realizarse un aborto clandestino. Yo no, porque no es ético, no es piadoso, ni religioso, ni moral. Porque negarles a las mujeres el derecho a decidir sobre su propio cuerpo, no es estar «a favor de la vida», es apoyar el aborto clandestino, es poner su vida y su libertad en riesgo.

Sobre el matrimonio igualitario no hay más que discutir, la Suprema Corte de Justicia lo declaró un derecho y es responsabilidad de todas las legislaturas consignarlo en la ley y de los gobiernos hacerlo valer.

La legalización de la marihuana es un tema que ha sido suficientemente discutido y que tiene que avanzar ya. No lo digo yo, lo dice la ONU, la Comisión Global de Políticas de Drogas, México Unido Contra la Delincuencia y cientos de instituciones, organizaciones, expertos y activistas.

Basta de que, en nuestro país, una política fallida, se pague con miedo, con violencia y miles y miles de mexicanos encarcelados y asesinados; mientras que en Estados Unidos la legalización ya es un hecho y una industria millonaria.

El primer día de esta legislatura  le hicimos un ofrecimiento al presidente y a la mayoría de Morena y hoy lo ratifico:

Aquí están nuestros votos para hacer de México un país de derechos y libertades.

Aquí están nuestros votos para proteger el derecho a decidir de todas las mujeres, para que decidir sea un derecho y no un delito.

Aquí están nuestros votos para que todos y todas tengan el derecho de elegir a quién amar.

Aquí están nuestros votos para que en el tema de la legalización de la marihuana pasemos de la discusión a los hechos.

Estoy profundamente agradecido de estar hoy aquí, frente a todos ustedes, en Veracruz, mi hogar, mi tierra. Y tiene un valor especial estar precisamente en este lugar, que hoy es uno de los emblemas del estado, a pesar de que por haberlo construido me metieran a la cárcel. No me arrepiento, no tengo remordimientos, es más, hoy hasta estoy pagando renta por este espacio.

Veracruz históricamente ha sido grande, los veracruzanos sabemos lo que es la grandeza, hemos sido ejemplo de arrojo y valentía; hemos defendido al país de invasiones extranjeras y de dictadores…

…hemos sido parte fundamental en la independencia, la revolución, en la guerra de reforma y en todos los momentos definitorios para la construcción de nuestra patria; le hemos dado al país presidentes como Sebastián Lerdo de Tejada, federalista insigne que restableció el Senado de la República, del que hoy honrosamente formamos parte.

Somos cuna de músicos, escritores, poetas, académicos, científicos, profesionistas y deportistas que han enorgullecido a México.

Los veracruzanos conocemos la grandeza, aunque en los últimos años hayan pasado muchas cosas malas, y hayamos padecido a muchos malos gobernantes.

Veracruz es grande no por los gobiernos ni los partidos, sino a pesar de ellos. Porque la grandeza la construyeron los ciudadanos con su trabajo, con su talento, con valor y sacrificios. Nadie que no sea la naturaleza, nos ha regalado nada, todo nos lo hemos ganado a pulso.

La historia de Veracruz es una historia de grandeza, pero la corrupción, ineptitud y mezquindad de quienes han gobernado en los últimos años tiene a nuestro estado de rodillas, sumido en la inseguridad y la injusticia. Esa es la tragedia de Veracruz.

Porque conocemos la grandeza es que hoy sabemos que las cosas están mal. Sabemos que los últimos gobiernos nos fallaron y nos decepcionaron.

Pero si ellos trajeron la violencia a nuestra tierra, nosotros vamos a recuperar la paz; si ellos trajeron la corrupción, nosotros vamos a enseñarles a trabajar con honestidad; si ellos deshonraron nuestra historia, nosotros vamos a recuperar la grandeza.

La historia de Veracruz es de grandeza, por eso estoy seguro que vamos recuperar nuestro legado.

Vamos a recuperar nuestra historia.

Vamos a recuperar nuestro heroísmo.

Vamos a recuperar nuestras calles.

Vamos a recuperar el bienestar.

Vamos a recuperar la paz.

Vamos a recuperar nuestro lugar en la historia.

Vamos a recuperar la grandeza.

Vamos a recuperar Veracruz.