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Paridad y Alternancia de Género en Integración de Directivas Sindicales

Por Jaime Arizmendi

*El senador Luis David Ortiz reconoció que en México sólo cinco por ciento de las organizaciones son encabezadas por mujeres

Argonmexico / El senador Luis David Ortiz Salinas consideró fundamental superar las barreras estructurales que han limitado la participación de las mujeres en los sindicatos, así como establecer mecanismos que garanticen la representación equitativa y que fomenten el liderazgo de este sector en las organizaciones gremiales. 

Ortiz Salinas presentó una iniciativa para reformar el artículo 371 de la Ley Federal del Trabajo, a fin de que se asegure la paridad y alternancia de género en la integración de las directivas sindicales.   

Se trata, explicó el legislador de Movimiento Ciudadano, de promover la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral.   

En México, reconoció, sólo cinco por ciento de las organizaciones son encabezadas por mujeres y ninguna federación ni confederación sindical es dirigida por ellas, de acuerdo con los registros de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.  

Mencionó que actualmente las agrupaciones se mantienen como instituciones fuertemente masculinizadas y excluyentes, lo que genera desafíos que limitan todavía la plena inclusión de las mujeres en la toma de decisiones de la vida sindical.  

Por ello, en el proyecto, que se turnó a las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social; y de Estudios Legislativos Primera, de la Cámara de Senadores, Luis David Ortiz afirmó que aun cuando en el país hay más de mil 181 sindicatos, apenas poco más de 50 son dirigidos por mujeres, lo que representa 4.9 por ciento del total. 

Destacó que el marco jurídico en materia laboral cuenta con disposiciones que promueven la igualdad y perspectiva de género, y permiten reconocer y abordar las desigualdades y discriminación de género. 

Sin embargo, aun cuando la participación de las mujeres en la organización de sindicatos creció en la última década, lo cierto es que su mayor afiliación aún no logra revertir la inequidad histórica que subyace en las organizaciones de trabajadores, ni garantiza la igualdad sustantiva en su estructura interna.