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Tinta y Pluma

Por José Luna

Argonmexico / Ante la determinación del presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, en el sentido de que en tiempos de pandemia es fundamental el voto electrónico para la celebración de la jornada electoral el 6 de junio próximo, diversos sectores de la sociedad consideran de manera rotunda que México no está preparado para ello y de hacerlo pondría en riesgo la incipiente democracia.

A menos de cuatro meses de las elecciones en que la ciudadanía votará para la renovación de más de 500 lugares de la Cámara de Diputados Federal, 15 gubernaturas, 30 Congresos Estatales, unos 21 mil 368 cargos de elección popular en juego, sociólogos, politólogos entre otros integrantes de grupos sociales, afirman que no obstante el sorprendente triunfo en 2018 de Andrés Manuel López Obrador, en México la democracia “está en pañales”.

La desconfianza o temor a fraude electoral a través de hackers o “cerebros” en informática para desviar el sentido del voto popular se incrementan de manera alarmante ante la decisión de aprobar el voto electrónico, porque nuestra nación no está suficientemente preparada para la instrumentación de tal mecanismo debido a la emergencia sanitaria; solamente Francia e Israel han realizado sufragios de esa naturaleza con éxito y sin arriesgar la estabilidad social.

Si no hay condiciones para el voto electrónico confiable, expertos refieren que la votación presencial debería realizarse con estrictas medidas de seguridad e higiene, como pudo observarse en las elecciones de Israel y Francia, en las cuales se establecieron lugares específicos para el lavado de manos, distanciamiento social y el uso de guantes, mascarillas y desinfectantes. 

Y es que se trata de las elecciones más grandes de la historia reciente, por lo que la polémica sube de tono conforme se acerca la fecha de los comicios, considerando oportuno hacer un alto y reflexionar para evitar un retroceso democrático o una fractura de impredecible magnitud.

“Creo, entiendo y sin menospreciar el tema de la confianza, que no es un tema, es un tema muy mexicano o al revés, la desconfianza, pero no es exclusivo de los mexicanos sin lugar a dudas, y esto ha llevado que el voto electrónico o que la instrumentación de mecanismos de votación electrónica haya sido discutida en muchos países con avances que luego implican regresiones” reconoció el presidente del INE a principios de mes.

Mario Velázquez Miranda, consejero presidente del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), coincide con Córdova Vienello, anticipó también que si la epidemia de Covid-19 no cede, se está analizando que los capitalinos realicen un voto electrónico o digital en las elecciones intermedias.

A opositores de la instauración del voto electrónico, el INE ha respondido que el Instituto va adelante con la instalación de casillas electrónicas en Hidalgo y Coahuila en las elecciones locales –celebradas a finales del 2020- , pues señaló que son prácticas comprobadas por lo que en las votaciones de este 2021 se instalarán 100 casillas electrónicas.

De las 163 mil casillas estimadas para el proceso de este año, dijo que se instalarán 100 casillas bajo la modalidad del voto electrónico, 50 en Coahuila y 50 en Jalisco, estados que las han fabricado, y mismas casillas son más auditadas que las normales.

Sin embargo persisten grandes dudas de si se puede garantizar la idoneidad del proceso electoral con voto electrónico y a ello colaboran indirectamente declaraciones como la realizada por la Consejera del INE, Dania Ravel Cuevas, quien igualmente reconoce que en comunidades que no tienen acceso a tecnología se deberá crear un sistema híbrido, es decir, colocar casillas en aquellos lugares donde no se cuente con internet.

“No tenemos la posibilidad de asegurar que las personas que están en zonas rurales puedan emitir un voto electrónico, se tendría que manejar un esquema híbrido, voto electrónico y en otros lugares casillas, haciéndonos cargo de la gran desigualdad que existe en México y el acceso a internet…El INE tiene la capacidad para implementar un voto electrónico, pero depende desde qué lado lo estés viendo”, resaltó en un encuentro con universitarios.

Para brindar certeza a la ciudadanía sobre ese nuevo método, el presidente del IECM acepta igualmente que habría que realizar algunos ajustes a la plataforma, aunque cuentan con un sistema de identificación o reconocimiento facial de la persona que va a emitir su voto: “Con eso evitaríamos suplantación y a través del envío de claves específicas que llegan a su correo y a su teléfono, a su teléfono celular, le permiten al ciudadano emitir con toda libertad su sufragio”, puntualiza.

En cuanto a la seguridad informática para resguardar ese tipo de datos, resaltó que tienen un sistema propio que se evalúa continuamente a través de auditorías de empresas y de instituciones, además de un modelo de seguridad que permiten disminuir los riesgos de hackeo. Sin embargo, expuso que sería necesario hacer reforzamiento para que se tengan asegurados los datos de los ciudadanos.

Por separado, el magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF), Felipe de la Mata Pizaña, al hablar respecto a los retos que existen en la justicia electoral resaltó que aunque es más grande la elección el presupuesto a la autoridad electoral será menor al del 2018.

A si es  viable una justicia electoral digital, estableció que los mexicanos tenemos que adaptarnos a una circunstancia que no pensamos, “un proceso electoral federal en plena pandemia o en una post pandemia, hoy el proceso electoral sigue estando en pandemia”.

Todo lo expuesto aún deja sin convencer ampliamente a la población en general porque persiste la duda de que no habrá manipulación de cifras, a pesar de declaraciones del principal árbitro electoral al asegurar de que se contará con más de 12 millones de ciudadanos que vigilarán el proceso quienes “serán capacitados por vez primera de manera virtual, pues el INE apostará por el uso intensivo de tecnología en capacitar a quienes vigilaran el voto de cerca de 93 millones de mexicanos”.

Democracia en cuarentena

Juan Pablo Pozo Bahamonde, especialista en Resolución de Conflictos y Derecho Electoral, considera que en consecuencia, parecería que la democracia en el mundo también está aislada y en cuarentena, no solo por el latente aplazamiento de elecciones o la imposibilidad de su realización en distintas latitudes del mundo.

“Sino también por el peligro latente ante la posibilidad de una erosión del Estado de Derecho y de los derechos constitucionales de la ciudadanía frente a las medidas de restricción impuestas. Hoy también es momento de estar alertas a que no surjan en esta lamentable coyuntura sanitaria mundial otro tipo de crisis como el autoritarismo, el populismo, la xenofobia, el ultranacionalismo, la idea de una autarquía y el aislacionismo como el antídoto a la pandemia y su posterior postcrisis”, expuso el Consultor Internacional y Observador Electoral al hablar del método por voto electrónico.

De tal forma, se plantean problemas graves e interrogantes preocupantes al sistema democrático en el mundo, como son: la dificultad de la organización de elecciones presenciales en medio de la pandemia, el posible aumento del abstencionismo o ausentismo electoral por la limitación de concentración y circulación, la legitimidad y alternancia de sus gobernantes, la prórroga de los mandatos públicos al ser pospuestas las elecciones, y la erosión del Estado de Derecho y la Constitución.

En ese contexto, el experto señala que se plantean problemas graves e interrogantes preocupantes al sistema democrático en el mundo, como son la dificultad de la organización de elecciones presenciales en medio de la pandemia, el posible aumento del abstencionismo o ausentismo electoral por la limitación de concentración y circulación, la legitimidad y alternancia de sus gobernantes.

Pozo Bahamonde considera indispensable para la realización de comicios como el del 6 de junio se requiere de tiempo suficiente a fin de contar con marcos constitucionales, legales y reglamentarios flexibles que regulen las elecciones en aspectos como las fechas de realización, de inicio de mandato de las autoridades, la organización de los procesos y la jornada electoral en varios días o por regiones, así como la implementación de los medios de votación electrónica, la votación por correo, la regulación de la campaña en medios digitales y redes sociales, entre otras reglas.

En cuanto al plano institucional, menciona que los organismos electorales necesariamente deberán coordinar e implementar con sus respectivos gobiernos estrategias para reducir la brecha digital como condición inherente para avanzar en mecanismos de votación electrónicos…Además, su planificación deberá responder a las condiciones sanitarias existentes, debiendo ser flexible, prepararse ante imprevistos durante los comicios, implementar herramientas tecnológicas adecuadas a todas las fases del proceso electoral y una constante comunicación del proceso comicial”.

El reto, agrega, seguirá siendo el uso ético y responsable de las mismas y su regulación adecuada por parte de los organismos electorales, previniendo y sancionando la desinformación y noticias falsas en los contextos electorales y los discursos de odio que afectan la democracia y la sociedad.