Devaneos (Ma. Elena Maldonado)

Ilusiones Rotas

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argonmexico.com/ El mismísimo Carlos Navarrete Ruiz, senador del PRD, acusa a los congresistas de escuchar los pedidos de empresarios, gobernadores, grupos de poder, y recibir gratificaciones por conseguir que se sean favorecidas, lo cuáles verdad: siempre se aprueban, las de ellos, algo que no sucede con las nuestras. Eso ya lo sabíamos, nos buscan para el voto, prometen hasta obtenerlo, y si te vi ni me acuerdo. Supongo que al hacer sus promesas realizaron concienzudos estudios que los llevaron a concluir esos brillantes y viables ofrecimientos que nos persuadieron a darles nuestro voto, entonces ¡por qué carambas no las llevan a cabo! que malignidad los envuelve que ni lejanamente convierten en realidades sus propuestas.

 

Y no les miro por ningún lado la preocupación por fallarnos, mucho menos buscar el momento de ofrecernos una disculpa, o por lo menos una explicación por semejantes omisiones. No les merecemos ni el mínimo respeto, ni les preocupan nuestras ilusiones rotas. Ni nuestro enojo, frustración, y demás emociones que nos acabarán enviando al fondo de una depresión.

Deberían ampliar los servicios del seguro popular, a ayuda psiquiátrica, de otra forma, sólo nos alcanzará para alguna sesión en la barra de una cantina, ni para el especialista; con lo que ahora vamos a pagar entre los impuestos que nos quitan al cobrar, y nos cobran al pagar.

Lo más económico será seguir quejándonos en el café con lo amigos, pues todos los días me provocan un berrinche mayor, y tomo un colorido que va del verde bilis al morado profundo cuando leo en los periódicos, que acá hay una obra pública inservible que costo muchos millones, allá en el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica desaparecieron 700 millones, más otros 700 que se gastaron en un centro de convenciones en Mazatlán, cuando ya tienen uno en Acapulco, otro en Vallarta que no ha funcionado, y este dicen los especialistas que tendrá menos oportunidades de convertirse en una empresa de éxito.

También nos enteramos de que Oaxaca pide presupuesto para una obra que está hecha, y que ahí construir cada kilómetro de carretera rura, cuesta más de 3.5 millones de pesos. Estos son algunos de los miles de derroches de los malandrines en todos los niveles de gobierno. De lo que nunca nos enteramos es a quién se responsabiliza, a quién se le piden cuentas y se les castiga con cárcel, por estos abusos y robo de los bienes y el dinero de los mexicanos. Al final para que nos sirve saber todo esto, sí los autores de semejantes delitos no lo pagarán, y nada cambiará.

Debería de haber escuchado al diputado priista Luis Videgaray, Presidente de la comisión de Presupuesto en el noticiero de Joaquí López Dóriga, hacer mención del arduo trabajo realizado para la reasignación del presupuesto 2010 –pobres, ellos tan sacrificados- haciendo que hacen durante tres días, desvelándose, negociaban con los otros partidos a los que les permitieron participar pues los priistas teniendo la mayoría podían aprobar solos, y aunque les tomo más tiempo y trabajo no hicieron uso de esa canonjía. A pesar que les hubiera gustado estar –así lo dijo- ” como todas las y los mexicanos descansando el puente del 20 de noviembre al lado de su familia” y los responsables diputados no lo pudieron disfrutar, quizá por eso aprobaron el doble puente, que no pudo ser, debido a la incomprensión de los senadores, que dizque andan preocupados por la crisis económica.

Este hombre no recuerda que el paquete se recibió el 8 de septiembre, con tiempo suficiente para estudiarlo, reconsiderarlo y realizar el dictamen, o estaba demasiado ocupado recibiendo órdenes de su jefe político, Enrique Peña Nieto, ojalá él pagara su sueldo, aunque nada ganaríamos pues el del favorecido gobernador también sale de nuestro bolsillo. Mientras tanto nosotros nos quedamos esperando el cumplimiento de austeridad de los burócratas. ¿Para qué? sí con la de nosotros a ellos les alcanza para pasarla muy bien.

Ciertamente eso del puente, suma otra gran incongruencia, sin causar daño mayor pero al fin gran incongruencia, eso de que el día de la revolución mexicana caiga en viernes y cambien el día de asueto para el lunes anterior, no lo entiendo, pero de ellos lo único que entiendo son sus abusos, su ineptitud, y la negación de nuestra existencia. No somos nada, así que no me asombro, ni trato de explicármelo, pues la culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre.

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