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Cuidado de la Calidad del Aire y el Medio Ambiente, Fundamental para Enfrentar el Coronavirus y Cuidar la Salud: especialistas

Por Emilio Duran

*Argonmexico/Existe evidencia sobre el impacto a la salud humana por la contaminación atmosférica y los riesgos de vivir en zonas con altos niveles de contaminación del aire.

Reforzar las acciones nacionales en el marco de los grandes acuerdos internacionales para el ambiente, el clima, la biodiversidad, el desarrollo con justicia y respeto a los derechos humanos y de otras especies, es la mejor forma de aumentar nuestras defensas colectivas frente a la incertidumbre global.

En el marco de la contingencia sanitaria actual, un grupo de diversos científicos de la salud y de la contaminación atmosférica de nuestro país, que trabajan en el sector público y la academia, presentan el documento: Coronavirus SARS-CoV-2, contaminación atmosférica y riesgos a la salud, una breve compilación de las relaciones entre la exposición a la contaminación atmosférica y el contagio y severidad de enfermedades virales. Su objetivo es contribuir al análisis y toma de decisiones informada por parte de las autoridades competentes y por la población.

Este documento, que se puede encontrar en los portales web de las instituciones firmantes, señala que enfrentamos a la epidemia causada por el SARS-CoV-2 en plena temporada seca-caliente, con condiciones que favorecen altos niveles de ozono y de partículas suspendidas, lo cual incrementa el riesgo de la población a sufrir alergias y enfermedades respiratorias.

Los contaminantes del aire, como el ozono y las partículas PM10 y PM2.5 incrementan significativamente la irritación e inflamación del sistema respiratorio y favorecen la morbilidad inducida por los virus, reduciendo la capacidad inmune del organismo frente a virus y bacterias. La formación y acumulación de estas partículas se da especialmente en esta temporada, favorecida por las condiciones atmosféricas y originadas por los incendios forestales, quemas agropecuarias, de pastizales y de residuos.

También se señala que con la información más reciente publicada sobre la enfermedad de COVID-19, se sabe que éste impacta en las vías respiratorias altas, produciendo una enfermedad respiratoria leve, sin embargo, en un 15% de los pacientes se producen afectaciones a los pulmones originando neumonías que comprometen la vida de los pacientes.

Los registros actuales muestran que los impactos por COVID-19, se presentan en grupos sensibles, como son los adultos mayores, personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares o depresión del sistema inmunológico por alguna enfermedad (como VIH) o tratamiento (como quimioterapia), donde se presenta la mayor tasa de mortalidad.

La evidencia científica indica que episodios como el que estamos viviendo, pueden ser también con microorganismos o con diversas especies (recordar por ejemplo la proliferación reciente de sargazo en el Caribe), los eventos hidrometeorológicos extremos o la dispersión masiva de contaminantes tóxicos, seguirán sucediendo en el futuro y existen las condiciones para que sean cada vez más graves.

El documento señala la importancia de asegurar el buen funcionamiento de las redes de monitoreo de calidad del aire y la correcta y oportuna comunicación de riesgos para los grupos sensibles.

A su vez, hace énfasis en los beneficios que conllevan las recomendaciones emitidas por las autoridades ante la contingencia actual, como son:

  1. Reducción significativa de la probabilidad de contagio del virus.
  2. Mejora la calidad del aire al reducir la emisión de contaminantes, como se ha venido presentando en ciudades de Europa y Asia.
  3. Como el Índice de Calidad del Aire continúa indicando altos niveles de ozono o partículas suspendidas en las ciudades más pobladas de México, al quedarse en casa favorecerá la reducción a la exposición y se evitarán los efectos sinérgicos entre contaminación atmosférica y el contagio.
  4. Personas sensibles a la contaminación atmosférica, quienes, de exponerse a la contaminación atmosférica, pueden presentar algunos síntomas similares a los generados por el COVID-19, tendrán menor riesgo de falsos diagnósticos.