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Estudiante del IPN Sobrevive al Terremoto; Regresó a Concluir Estudios

*Se enfrentó a una lucha entre la vida y la muerte, tras resultar gravemente lesionado durante el terremoto del 19 de septiembre

Por José Luna

Argonmexico / A punto de terminar su carrera de Ingeniería en Informática en la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Héctor Ferrer Jiménez se enfrentó a una lucha entre la vida y la muerte, tras resultar gravemente lesionado durante el terremoto del 19 de septiembre.

El día del temblor Héctor Ferrer se encontraba en un edificio de la colonia Roma en una entrevista de trabajo, cuando de repente sintió el fuerte movimiento que obligó a desalojar de manera inmediata a todos los que estaban en el inmueble que se movía, describe, “cual gelatina”.

Con gran serenidad, el estudiante relata que bajó por las escaleras de emergencia acompañado por personal de protección civil de la empresa. Logró descender hasta el estacionamiento por donde caminó algunos metros, protegiendo su cabeza con un pequeño maletín.

Justo al salir del edificio recibió el impacto de un vidrio que se proyectó en su pulmón, lo que le provocó un sangrado profuso. En seguida tocó con su mano la herida y sintió “calientito y profunda la carne viva”. Recuerda que le dieron un suéter para presionar, pues cada segundo perdía más sangre.

La gente que se hallaba a su alrededor se apresuró a colocarlo en una camilla para subirlo a un taxi, pero las puertas no cerraban, así que el vehículo dio marcha con las puertas abiertas. Héctor solamente escuchaba que le decían: “¡No te duermas!”.

A dos calles se encontraba el hospital Ángeles Clínica Londres, donde lo atendieron en la sala de urgencias, que a la vez funcionó como quirófano. Los médicos lo operaron de inmediato, a pesar de que desconocían el estado de las instalaciones, días después le practicaron a una segunda cirugía.

Como todo organismo privado, el hospital solicitó un depósito de 50 mil pesos, situación que puso en jaque a los familiares del joven politécnico. Sin embargo, las autoridades de la UPIICSA y de área central del IPN se hicieron cargo del caso para que la atención fuera gratuita, como lo dictaba el decreto recién emitido.

Al despertar, luego de permanecer sedado más de dos semanas en terapia intensiva, ajeno a la situación que se vivía en la ciudad, lo primero que preguntó Héctor Ferrer fue por su trámite para concluir su servicio social, lo que le preocupaba era terminar en tiempo y forma su preparación académica.

Recuperado y con muchas ganas de vivir, Héctor regresó a su escuela a concluir su carrera, incluso ya se tomó la foto de generación con sus compañeros. Además ya fue aceptado en el trabajo al que había acudido a la entrevista, con la promesa del dueño de la empresa de fungir como su mentor.

Sonriente, el estudiante politécnico expresa que ahora valora más todo y está agradecido con la vida, con su familia, su novia, amigos, médicos, personal de la compañía donde trabajará y con autoridades del IPN que estuvieron al pendiente de su salud.