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Invertir en el Futuro de las Nuevas Generaciones, Antes que en las Cárceles

Irvin Waller, experto criminólogo, ofreció conferencia en el INACIPE

Por Carlos A. González

Argonmexico / México podrá abatir hasta en 50 por ciento su índice delictivo si invierte en las nuevas generaciones más que en cárceles. Los resultados, sin embargo, no son inmediatos y estos se podrán apreciar en un plazo de 15 años, aproximadamente. El criminólogo Irvin Waller, profesor de la Universidad de Ottawa, Canadá, así lo mencionó en su conferencia Control inteligente del delito, dictada en el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).

Admitió que en el combate al delito no hay respuestas perfectas, pero si muchas experiencias exitosas a nivel mundial. En países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania y Argentina, dijo, se ha atacado la inseguridad, y el denominador común es que se invirtió en la prevención, antes que en presupuestos para reparar el daño a las víctimas.

Waller, director general fundador del Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad, en Montreal, Canadá, puntualizó que “el delincuente es responsable del daño causado, pero la sociedad en su conjunto también lo es por no utilizar las maneras prácticas para evitarlo”.

Después de hacer un detallado recuento de las estadísticas sobre el homicidio, la violencia de género y el número de víctimas por delitos violentos, el especialista fue claro al establecer que no se trata de imponer sanciones cada vez más enérgicas, sino en la adecuada canalización de los recursos económicos.

Si del presupuesto total que se invierte en la policías, cárceles y manutención de los reclusos, 10 por ciento de ese monto se destinará en la prevención del delito, con espacios educativos, salud y bienestar social, particularmente en las zonas marginadas, la sociedad sería otra en el plazo de 30 años o menos, apuntó el consultor con reconocimiento internacional.

Irvin Waller, autor de varios libros y promotor de más de cien programas para la prevención del delito, argumentó que países como Estados Unidos no han controlado la violencia y los hechos delictivos con penas severas, sino con programas comunitarios focalizados.

Su tesis es que se deben detectar situaciones y zonas de riesgo; esto es, localizar los barrios y colonias más peligrosas, sumidas en la pobreza y la violencia. Al trabajar con las nuevas generaciones, a través de centros juveniles en los que se brinde educación, salud y actividades deportivas, entre otras actividades, la mentalidad cambiará porque no se sentirán excluidos o ajenos al desarrollo social.

Admitió que mientras no haya voluntad política ni un programa que enfrente la corrupción, difícilmente se podrán abatir las expulsiones de las escuelas, los niveles de delincuencia y los posteriores arrestos y juicios.

Existen soluciones para controlar de manera inteligente el delito, en cualquiera de sus modalidades, y esto es un compromiso de la sociedad en su conjunto al atacar los factores de riesgo, pero también se requiere de voluntad política, sentenció.

A futuro, es más económico promover programas sociales, deportivos y educativos, que en policías, cárceles y penas carcelarias que cuestan mucho a los ciudadanos y contribuyentes, anotó el consultor que ha recibido el reconocimiento de gobiernos como Bélgica, Canadá, Inglaterra y Francia.