Jugando con la Extradición
En política, lo siguiente no existe. Florestán
Argonméxico / Cuando la tarde del lunes 24 de mayo de 1993 fue asesinado en el aeropuerto de Guadalajara el cardenal y arzobispo Juan Jesús Posadas Ocampo, al presidente Carlos Salinas se le presentó una crisis de Estado y de relación con la Santa Sede: era el primer príncipe de la Iglesia asesinado, de lo que no había registro en el mundo moderno, y estaba prevista la primera visita oficial de un Papa, Juan Pablo II, para agosto.
Las primeras informaciones confirmaban que había ido al aeropuerto a recibir al nuncio desde el imperio de Maximiliano, Girolamo Prigione.
Después se dijo que lo habían matado de 14 tiros en medio de un enfrentamiento cuando fue confundido con un narcotraficante y que el asesino era Joaquín Guzmán Loera, que se había enfrentado a los hermanos Arellano Félix.
Salinas, consciente de las implicaciones del homicidio, viajó a Guadalajara aquella misma tarde y por primera vez un Presidente de la República entró a una catedral, donde al pie del altar estaba el ataúd con los restos de Posadas, que además le era cercano.
Guzmán Loera se convirtió, por primera vez, en el delincuente más buscado del país, luego lo sería otras dos veces más, tras su fuga de Puente Grande, en 2001, y de El Altiplano, en 2016.
Fue detenido en Guatemala el 10 de junio del mismo 1993, por el entonces jefe de Inteligencia de ese país, el coronel Otto Pérez Molina, luego presidente y hoy en la cárcel por corrupción, y por intervención del mismo Salinas, entregado de inmediato en Tapachula de donde fue trasladado directamente al penal, entonces de Almoloya, y presentado a los medios.
Entonces no hubo problemas de extradición ni de deportación. Simplemente entregaron al delincuente a elementos del Ejército mexicano en la frontera de Chiapas.
Hoy, Javier Duarte juega y presiona con si se allana o no a la extradición.
Y el gobierno de México aguarda.
Por cierto, dos meses y medio después del asesinato del cardenal Posadas Ocampo, Juan Pablo II cumplió en Mérida, como estaba previsto, la primera visita de Estado de un pontífice romano a nuestro país.
Retales
1. Mano. Tras el encuentro entre el procurador de México, Raúl Cervantes y el de Estados Unidos, Jeff Sessions, se acordó que éste fuera mano en la extradición de Tomás Yarrington por tener en su contra el caso más antiguo y más sólido. Condenado allá, luego lo enviarán acá;
2. Fuera. El diputado priista por Veracruz, Antonio Tarek, colaborador de Javier Duarte, será encarcelado en el instante en que sea desaforado. Así, con Javier Nava, detenido el miércoles en Barcelona, serán tres los presos sujetos a proceso, y los que faltan; y
3. ‘Placet’. El gobierno de Holanda otorgó el beneplácito para que Edgar Elías Azar sea el nuevo embajador en relevo de Eduardo Ibarrola. Ya luego vendrá lo del Senado.
Nos vemos el martes, pero en privado