Ciencia y Tecnología

Con Hongos IPN Crea Sistema Biorremediaciòn para Suelos Contaminados

hongosPor Mario Iván Bautista

argonmexico.com/ Con el objetivo de contribuir a la restauración de ecosistemas contaminados por hidrocarburos, un grupo de científicos del Instituto Politécnico Nacional, encabezados por la doctora Diana Verónica Cortés Espinosa, mejoró genéticamente microorganismos para aplicarlos como sistemas de biorremediación en suelos contaminados por hidrocarburos. Se trata del proyecto denominado “Estudio de la Degradación de Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos en Microorganismos por una Cepa Mejorada de Aspergillus con Características Suicidas”, en el que también participan los especialistas politécnicos Ángel Eduardo Absalón Constantino y Noé Sánchez González, quienes se han dedicado a la búsqueda de hongos con capacidad de degradar compuestos tóxicos.
 
De acuerdo con la investigación, se han aislado diferentes hongos filamentosos, entre los cuales se encuentra una cepa del género Aspergillus, la cual tiene capacidad de degradar y tolerar altas concentraciones de tóxicos con excelentes resultados.

Al respecto, la doctora Diana Verónica Cortés señaló que el uso excesivo de plaguicidas y fertilizantes químicos, los derrames de petróleo y la liberación de efluentes industriales que contienen gran cantidad de compuestos altamente tóxicos (colorantes, dioxinas, bifenilos policlorados, clorofenoles y metales pesados), han impactado de forma importante los suelos del país, lo que trae como consecuencia problemas de salud humana, porque éstos son altamente mutagénicos y algunos incluso carcinogénicos.

Explicó que para tratar de buscar solución a estos problemas surgió la biotecnología ambiental, la cual ha contribuido de manera importante en la recuperación del medio ambiente y se ha convertido en un área fuerte que se desarrolla actualmente en México, dentro de la que se encuentra el área de biorremediación, la cual aprovecha el potencial metabólico de los microorganismos para transformar a los contaminantes orgánicos en compuestos más simples para disminuir su toxicidad y así recuperar los sitios impactados por estos compuestos.

“En los procesos de biorremediación de suelos contaminados in situ, se pueden emplear diversos microorganismos, siendo los más usados las bacterias, actinomicetos y hongos. Los microorganismos ideales para tal fin serían aquellos que tuvieran la capacidad de crecer en estos sitios y, al mismo tiempo, cuenten con sistemas enzimáticos altamente eficientes como las peroxidasas  y/o fenoloxidasas para lograr mineralizar los compuestos tóxicos sin dejar intermediarios tóxicos, a fin de no ocasionar daños posteriores en el ambiente”, precisó.

Para lograr este proceso -dijo- mediante la aplicación de la ingeniería genética el grupo de investigación logró obtener cepas modificadas genéticamente capaces de degradar eficientemente compuestos tóxicos.

“En nuestro laboratorio se logró aislar de un suelo contaminado un hongo no-ligninolítico, perteneciente al género Aspergillus, que tiene la capacidad de crecer en crudo maya y remueve el 73 por ciento del contaminante en cultivo sólido, a través de sistemas enzimáticos no ligninolíticos, pero con la capacidad de crecer eficientemente en suelos contaminados. A partir de esta cepa aislada se obtuvo una cepa transformante de Aspergillus, la cual expresa un gen para la producción de la enzima manganeso peroxidasa (MnP) de otro hongo, con lo cual se logró aumentar su capacidad de degradación”, sostuvo la especialista.

La investigadora politécnica explicó que los microorganismos modificados genéticamente han demostrado ser una buena alternativa para acelerar la degradación de compuestos tóxicos in situ y evitar riesgos por su liberación al medio ambiente. “Se pueden generar microorganismos que expresen sistemas por medio de los cuales puedan ser inactivados en un tiempo específico y ser eliminados del medio ambiente una vez que hayan cumplido su función”, acotó.

“Estos sistemas son conocidos como suicidas y han tomado un gran interés en la biorremediación. La expresión de estos sistemas se obtienen también por manipulación genética y se han desarrollado únicamente en bacterias por ser más fácilmente manipulables, por lo que el objetivo del proyecto es crear cepas fúngicas con características suicidas para su aplicación en sistemas de biorremediación, lo cual sería de gran impacto en la biotecnología ambiental”, aseveró.

“Todos tenemos el compromiso de regresarle a la Tierra un poco de los mucho que nos ha dado, y los que hemos sido afortunados de conocer una parte importante del camino que se debe seguir, tenemos un compromiso aún mayor”, refirió.

Finalmente, la especialista del CIBA, Unidad Tlaxcala, expuso que para el desarrollo de esta investigación se han obtenido recursos del Fondo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y del IPN, además de que el grupo de investigación tiene una fuerte vinculación con el sector privado para el desarrollo de proyectos biotecnológicos, de los cuales se han obtenido recursos importantes que permiten sostener esta investigación y apoyar a alumnos de posgrado.

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