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Gabriel Puentes hizo sentir el poder del swing en la Fonoteca Nacional

Argonmexico/Dany García

Se ofreció un recorrido por la vida artística de uno de los jazzistas más reconocidos de la escena nacional

“Insto a todo el mundo volver a escuchar música como una actividad, porque es algo muy importante, muy enriquecedor… Concentrarse por completo en escuchar un disco es algo que se ha perdido y que yo disfruto muchísimo”: Gabriel Puentes.

La Fonoteca Nacional (FN) se llenó de ritmo con la presencia del percusionista de origen chileno que se ha erigido como uno de los más reconocidos músicos del género en nuestro país, quien acompañado por Israel Cupich en el contrabajo y Nicolás Santella en el piano, ofreció una gran noche a los asistentes a la Sesión de escucha Íconos del jazz en México: Gabriel Puentes; el poder del swing.

Organizada por la Secretaría de Cultura a través de la FN, con el propósito de compartir parte del acervo que albergan las bóvedas del recinto, esta sesión conducida por Coordinador del Catálogo de Jazz de la institución, Pablo Iván Argüello, presentó la historia de vida y obra de uno de los músicos que ha marcado con su inigualable swing, una estética muy particular en los asegunes del género en México.

El público pudo disfrutar de un recorrido por la discografía de uno de los bateristas más renombrados de la escena jazzística nacional, al tiempo de adentrase en una interesante conversación basada en anécdotas e historias de vidas de la gente con la que ha colaborado, desde antes de llegar a México en 1999, cuando vino con contratado para la realizar con el rockero Cristián Fiebre la banda sonora de la cinta Amores perros.

Gabriel Puentes compartió con los asistentes, en su mayoría jóvenes que abarrotaron la sala Murray Schafer del recinto, cómo a los 21 años de edad dejó la carrera de Letras que cursaba en su natal Santiago, para dedicarse por completo a la música, en la escena underground de su país natal.

“Cuando cumplí 23 años me vine a México ya como músico profesional, donde encontré un mundo de excelentes músicos de todas partes del mundo, con quienes he tocado desde que llegué”, recordó baterista, que ha colaborado con artistas de la talla del fallecido compositor y pianista Eugenio Toussaint, los también tecladistas Mark Aanderud y Miguel Villicaña, y el contrabajista Agustín Bernal, por quienes decidió quedarse definitivamente en nuestro país.

Puentes, quien ha colaborado 35 a 40 discos de jazz, más muchos otros grabando distintos géneros musicales, ha afianzado una sólida carrera en México participando como sideman en varios proyectos, destacando su colaboraciones con Mark Aanderud, Agustín Bernal y los trabajos editados en el hemisferio norte: Common differences (2001), Hands free (2002) y Trío (2004), con Eugenio Toussaint.

Durante la sesión, el trío emocionó a los asistentes al ejecutar piezas inéditas que el chileno compuso con distintas personalidades del ámbito jazzístico nacional, y que ya han sido presentadas de manera exitosa en varios países de América y Europa, pero que aún siguen enlatadas

El músico aseguro que las piezas de las que se siente orgulloso son dos discos bajo su nombre, uno hecho en Nueva York y otro en la Ciudad de México, ambos con el pianista argentino Leo Genovese, “que son resultado y un poco síntesis de todo lo que he hecho desde que llegué a México y antes”, destacó.

Gabriel Puentes, fue adiestrado en la batería por el maestro Ricardo Ruiz y más tarde por el experimentado percusionista cubano David Ortega. Ingresó en el jazz chileno a temprana edad, conformando ensambles como sidemen con el pianista Ariel Pino en Santiago y el guitarrista César Arriagada en Concepción.

Se unió a las permanentes jams del Club de Jazz alternando sesiones con los nuevos nombres de los años 90 y luego formó en un trío pop estable junto al contrabajista Daniel Navarrete y con el mismo Arriagada en la guitarra. Su toque versátil lo llevó además a integrar orquestas de música popular junto al trombonista Héctor Briceño.

Hasta el momento ha producido los materiales Simple (2010) y No somos Dos (2017), en los cuales marcó, con su incomparable swing, una importante huella en el universo jazzístico mexicano.

Todos los materiales presentados en la sesión podrán ser consultados de lunes a viernes, de 10:00 a 15:00 y de 16:00 a 19:00 en la Audioteca Octavio Paz de la Fonoteca Nacional, ubicada en Francisco Sosa núm. 383, en Santa Catarina Coyoacán, Ciudad de México.