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Discurso de la Senadora Olga Sánchez Cordero

Por Jaime Arizmendi

Argonmexico / 240,000 muertos, 40,000 desaparecidos, 60 millones de pobres y 9 millones en pobreza extrema, además de miles de niños y niñas, jóvenes y mujeres amenzadados por el crimen organizado y que son carne de cañón, son deleznables números que justifican la propuesta de política de drogas de México.

Cuando se encuentra de por medio cualquier vida humana, la pobreza, la marginación, la desigualdad, pero sobre todo la paz -de regiones enteras- en un país donde históricamente se ha buscado la transformación por medio de guerras como la de independencia y la revolución. Es momento de lograrlo a través de todos los mecanismos para pacificarlo.

Después de tres transformaciones y al inicio de esta cuarta tenemos que demostrar al mundo que México está avanzando en la búsqueda del bienestar social, que nuestra nación no es botín de nadie, que el país es de los mexicanos y que estamos listos para estar a la altura de las discusiones a nivel internacional. Pero esta idea se hará realidad sólo si nuestras acciones las realizamos con equidad, igualdad, inclusión, y, por supuesto, apoyandonos con la participación ciudadana.

Nuestras políticas sobre drogas siempre han sido un discurso polémico para propios y extraños; lo que hemos podido comprobar es que su lucha –su combate frontal a través de las armas– solamente ha producido muertos en nuestro país. Las aplicaciones de estas políticas de guerra han matado a más de 240 mil mexicanos en los últimos dos sexenios, como ya lo expuse.

Hoy no hay familia, sociedad ni gobierno alguno que aplauda o que incentive la adicción a cualquier tipo de sustancia o psicotrópico; al contrario, su preocupación es mayor. Sin embargo, así como es notorio que la adicción a las drogas daña proyectos de vida, destruye familias y generaciones enteras de jóvenes, también comienza a ser preocupante la relación que guardan las políticas públicas para enfrentar este problema con los grados de inseguridad e ingobernabilidad del país.

México optó por una lucha frontal contra las drogas. No estamos a favor de la liberación absoluta de todas las drogas, estamos a favor de las libertades y los derechos, mediante el ordenamiento jurídico y el control; estamos a favor de la regulación de la cannabis, de su uso medicinal, de la autodeterminación, de liberar a aquellos que se encuentran en las garras de la amenaza por parte del crimen organizado y de la pobreza. Estamos a favor de vivir en un México en paz.

Llevamos más de 20 años realizando incipientes acciones sobre el tema, a pesar de que se han realizado numerosas investigaciones y tesis que proponen el control y la regulación del cannabis. Además, se han presentado distintas iniciativas, publicaciones y valiosos trabajos de diversos grupos de sociedad civil y colectivos;  es por eso que hoy, atendiendo a esa demanda presentamos esta iniciativa, la cual ha sido construida y diseñada en el marco de una perspectiva innovadora e incluyente.

En los trabajos de esta iniciativa hemos sumado el esfuerzo multidisciplinario de materias como la seguridad, salud, social, económica y, por supuesto, tomando en cuenta el entorno internacional.

Con la finalidad de poner a consideración del Pleno la presente iniciativa que busca encontrar un equilibrio y terminar de una vez por todas con la guerra que sigue matando mexicanos y que nos mantiene en un estado de guerra.

No queremos más muertos, sin importar que sean policías, militares, narcotraficantes; no queremos más víctimas colaterales, no queremos familias enlutadas, no queremos más sangre que ensucie nuestra patria cuando lo pudimos prever.

Hoy, la nación ha tomado la decisión de cambiar, de transformarse institucionalmente, de hacer las cosas desde la Cuarta Transformación; donde eliminaremos la corrupción, donde seamos parte integral del desarrollo de todas las regiones del país y donde todas y todos sus integrantes seamos actores y no solamente observadores.

Compañeras y compañeros Senadores, espero que tengan la posibilidad de leer a fondo esta iniciativa, que ha sido elaborada con cuidadoso trabajo y atención; no busca ser solamente un proceso de carácter económico, sino que busca fortalecer los programas de lucha contra las adicciones, la integración social y familiar, el respeto a las decisiones personales y de libertades de cada ciudadana y ciudadano, y por supuesto busca la integridad de las niñas, niños y adolescentes de nuestro país.

Estamos convencidos que el abuso de sustancias que alteran el organismo son una debilidad social. Sin embargo, estamos conscientes del respeto a las libertades de los individuos y que el Estado tiene la obligación de garantizar un marco jurídico que se ajuste al contexto que se vive. Las administraciones anteriores se han equivocado en su totalidad por no abrir espacio a esta discusión, como si lo han hecho diversos países demostrando respeto a sus gobernados.

Esta iniciativa busca, a final de cuentas, dar pasos firmes hacía la transformación de la realidad que se vive en México, en donde todos los días se descubren más muertos, fosas clandestinas, desaparecidos, más corrupción e impunidad; la falta de un Estado de Derecho y con ello una notable falta de amor a la patria.

Les invito a que apoyen esta iniciativa pues será un gran aporte para la pacificación de nuestro amado México. Muchas gracias.