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Celebra Delfos Danza Contemporánea 25 Años en “Estado Latente”

Por Gabriela Licona

*Con un lenguaje ecléctico, físico, teatral y visual, la compañía ofreció una gala conmemorativa en el Palacio de Bellas Artes

Argonmexico / Delfos danza contemporánea y autoridades culturales develaron una placa conmemorativa por los 25 años de la agrupación, que desde 1998 está establecida en Mazatlán, Sinaloa.

La ceremonia se realizó la noche de este jueves 2 de agosto en la sala principal del Palacio de Bellas Artes al término de la gala “Estado latente”, en la que Delfos presentó las obras de reciente creación Concierto barroco y Proa, además del estreno mundial de Manglar.

En representación de la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, aseguró que se trata de una de las compañías más sólidas y destacadas en América Latina.

“Han manifestado que creen en la danza y en el arte como una fuente de equilibrio, como una forma de darle sentido a nuestra comunidad, a nuestra sociedad y a su paso por el mundo. Delfos es ejemplo de calidad artística sostenida y, a la vez, de permanente búsqueda de innovación”.

Destacó que la compañía cuenta con un repertorio de más de 70 obras coreográficas y ha viajado a 23 países de cuatro continentes, además de impulsar la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán, que ha graduado a 17 generaciones de creadores escénicos con el apoyo del Ayuntamiento, por conducto del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.

La funcionaria señaló que otro de sus ejes de trabajo ha sido el programa social Habitat danza y consciencia, en el que han participado más de 3 mil niños, adolescentes y sus madres que viven en zonas vulnerables de Mazatlán con altos índices de violencia, narcomenudeo, drogadicción y prostitución en una experiencia enriquecedora con la danza.

Para Claudia Lavista, codirectora de Delfos, tener una compañía de danza en nuestro país y en el mundo es un acto de fe e implica la vida misma.

“Lo que más agradezco es que todos los que hemos formado parte de este proyecto tuvimos fe en él, a pesar de que a veces nos caímos, nos volvimos a levantar y resurgimos; es entonces cuando pienso que valió la pena y que vale la pena empezar hoy los siguientes 25; a ver qué pasa y a ver qué cosas hacemos”.

Acompañada del codirector de la agrupación, Víctor Manuel Ruíz Becerra; Cuauhtémoc Nájera, Coordinador Nacional de Danza del INBA;  Papik Ramírez Bernal, director del instituto Sinaloense de Cultura; y Raúl Rico, titular del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, la bailarina y coreógrafa agradeció también a las autoridades de aquella entidad que se ha convertido en “su casa y espacio sagrado”, así como al gremio de la danza.

“Nos sentimos muy felices de decir que en México hay una danza que es muy fuerte, muy potente, muy diversa con muchas voces diferentes, nosotros somos una de ellas”.

La gala inició con Concierto barroco, obra inspirada en los coreógrafos George Balanchine y Paul Taylor que propone un divertimento contemporáneo, basado en el goce del movimiento a través de la fluidez, texturas, precisión al ritmo del concierto para dos violines en D menor de Johann Sebastián Bach.

La segunda pieza fue Proa, una reflexión en torno al tema de la migración en una atmósfera árida en medio de la incertidumbre.

La obra contó con la música en vivo interpretada por el joven músico mazatleco Jonathan Torrijos, quien generó una serie de sonoridades con objetos cotidianos como sartenes, ollas, cucharas y tornillos, a partir de una base sonora de Tomás Gueglio, compositor argentino radicado en Chicago.

Por último, en Manglar se explora a la humanidad desde diferentes aspectos: la violencia, el consumismo, el transcurrir del tiempo y la individualización de los seres humanos.

La propuesta impactó al público por su belleza visual y coreográfica, así como una singular escenografía diseñada por Fernando Féres en la que se apreciaba el contorno de un ojo gigante.