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Reunión de Arely Gómez con la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana del Senado presidido por Héctor Yunes

Por Jaime Arizmendi

SENADOR HÉCTOR YUNES LANDA: Damos la bienvenida al senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República. Muchas gracias, señor presidente, por acompañarnos.

Argonmexico / Y damos la bienvenida a la maestra Arely Gómez González, secretaria de la Función Pública, quien es la primera titular de esta dependencia, designada mediante un mecanismo de contrapesos entre los poderes del Estado, al ser nombrada por el Presidente de la República y ratificada por el Pleno de esta Cámara.

De igual manera, saludamos la asistencia de los servidores públicos de la Secretaría de la Función Pública que nos acompañan en esta reunión de trabajo:

Doctor Eber Omar Betanzos Torres, subsecretario de la Función Pública.

Licenciada Ana Laura Arratia Pineda, subsecretaria de Control y Auditoría de la Gestión Pública.

Licenciado José Gabriel Carreño Camacho, subsecretario de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas.

Maestro Christian Noé Ramírez Gutiérrez, coordinador general de Órganos de Vigilancia y Control.

Como antecedente a la sesión que hoy nos ocupa, quiero referirme a la realizada el pasado 22 de marzo de 2017, en la que la maestra Arely Gómez presentó ante esta Comisión un informe de sus primeros cien días hábiles como titular de la Secretaría de la Función Pública.

Desde el inicio de su gestión, la maestra Arely ha mostrado un destacado compromiso no sólo en el cumplimiento de sus funciones al interior de la Secretaría; sino también en el diálogo interinstitucional, en un esfuerzo por transparentar el actuar de los servidores públicos y fortalecer el vínculo entre las instituciones, el sector privado y la ciudadanía.

Así lo demuestra el ejercicio de la rendición de cuentas que a los primeros cien días de su gestión, la maestra Arely presentó ante esta misma Comisión, en la fecha ya referida.

Así lo demuestra también su comparecencia el día de hoy ante la Comisión Anticorrupción y de Participación Ciudadana.

Sea usted nuevamente bienvenida, señora Secretaria.

A continuación hará uso de la palabra la maestra Arely Gómez González, secretaria de la Función Pública, para presentar a los integrantes de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana, las acciones que ha implementado durante su administración al frente de la Secretaría.

Señora Secretaria, tiene el uso de la voz.

SECRETARIA ARELY GÓMEZ GONZÁLEZ: Con su venia, senador Héctor Yunes Landa, presidente de esta Comisión de Anticorrupción y Participación Ciudadana.

Señor presidente, senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, gracias por su presencia.

Estimadas senadoras y senadores:

Es un privilegio reunirme una vez más con ustedes.

La última ocasión que nos dimos cita en esta ocasión, fue en marzo del año pasado tras haberse cumplido cien días de que una servidora asumiera el encargo de dirigir la Secretaría de la Función Pública.

Hoy, el propósito de esta visita es informar a la ciudadanía a través de ustedes, sus representantes, de las acciones más relevantes llevadas a cabo o coordinadas por esta institución, en beneficio de las y los mexicanos.

Permítanme iniciar con una breve reflexión sobre la corrupción que, en el caso de México, constituye una problemática real, grave e inadmisible.

Según datos del último Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, nuestro país ocupa el lugar 135 de 180; por debajo de importantes aliados y socios comerciales como Chile, Colombia y Perú.

Igualmente, de acuerdo con el más reciente Índice de Estado de Derecho del Proyecto de Justicia Mundial, México fue posicionado en el lugar 92 de 113 naciones evaluadas, obteniendo solamente una alta calificación en el factor de Gobierno Abierto, de los ocho que se examinan.

Por su parte, en la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017, elaborada por el INEGI, el 91 por ciento de los entrevistados consideraron que los actos de corrupción son frecuentes o muy frecuentes. Mientras que se reportó que las personas servidoras públicas y el Gobierno Federal, gozan del 38.7 y el 25.5 por ciento de confianza ciudadana, respectivamente.

La corrupción engloba actividades fuera de la ley, que por obvias razones se llevan a cabo en la opacidad. Por tal motivo, la mayoría de estos reportes tasan dicho fenómeno con base en registros de percepción generada a partir, principalmente, de casos mediatizados.

No obstante, la validez de estos informes es incuestionable y deben tomarse como una seria llamada de atención a los gobiernos.

Frente a ello, y en consonancia con las aspiraciones constitucionales de inhibir formas absolutas y arbitrarias del ejercicio del poder público, surgió el Sistema Nacional Anticorrupción.

En este contexto, la Secretaría de la Función Pública ha trabajado desde la premisa de que la corrupción no puede ser vista meramente como una trasgresión a las leyes en beneficio propio o como un intento de maximizar las ventajas de cierto cargo, en perjuicio del bienestar colectivo.

Es indispensable rebasar esta definición, esto ya quedó atrás; hay que observar los daños sociales que produce al contradecir los principios de legalidad, imparcialidad y certidumbre jurídica; fundamentos de cualquier Estado democrático de Derecho.

Todo ello afecta la calidad del quehacer gubernamental, entorpece las políticas de desarrollo y disminuye, inevitablemente, la confianza ciudadana en las instituciones gubernamentales.

En esta tesitura, como recordarán ustedes, en diciembre de 2016 se presentó el Plan de Trabajo de la Secretaría de la Función Pública basado en tres ejes, que encauzarían las líneas de acción para abonar a la consolidación de un Gobierno Moderno, Abierto e Íntegro y contribuirían al combate de los actos corruptos, a partir de las herramientas de coordinación provistas por el citado Sistema.