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Intervención de Verónica Juárez Piña sobre el Dictamen a la Minuta de Reforma Constitucional en Materia de Guardia Nacional

Por Daniel Gómez Trejo

Argonmexico / Con su permiso, presidenta.

En principio sumarme, por supuesto, al reconocimiento que hizo desde esta tribuna la diputada Lucía Rioja a todos los representantes de las distintas organizaciones de la sociedad civil que acudieron en su momento aquí, a la Cámara de Diputados, y que también participaron en la Cámara de Senadores.

El Grupo Parlamentario del PRD saluda la aprobación del presente dictamen, no sin antes expresar que ésta es una reforma constitucional que ha logrado un gran consenso entre las fuerzas políticas que conformamos este Congreso. Así lo atestigua la votación unánime lograda en el Senado de la República y la amplia aceptación por parte de los organismos nacionales e internacionales en materia de derechos humanos.

Es por eso que nos pronunciamos a favor de los cambios realizados en la Cámara de Senadores debido a que, en gran parte, fueron propuestas de la sociedad civil y también propuestas de las diputadas y de diputados de oposición que, desde esta Cámara, hicimos en su momento y, desafortunadamente, la mayoría no las atendió.

No obviamos señalar que, felizmente para México, el ejercicio de parlamento abierto y la necesidad de consensos entre los diversos grupos parlamentarios senatoriales logró plasmar el sentir de las mexicanas y los mexicanos expresados también a través de la sociedad civil: el desmilitarizar a la Guardia Nacional.

De los cambios más importantes, nos parece fundamental el que los integrantes de la Guardia Nacional no se encuentren sujetos a la jurisdicción militar, tal como habría sido planteado desde las audiencias en este órgano legislativo por el representante en México de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.

La extensión extraordinaria de la jurisdicción militar hacia civiles constituye una situación por la cual nuestro país ha sido señalado en múltiples ocasiones por los organismos internacionales de derechos humanos y esta prolongación de la acción de la justicia militar hubiera quedado constitucionalizada tal como lo aprobó esta Cámara.

Resulta igualmente importante señalar que la Guardia Nacional ahora –ahora- es un órgano de seguridad pública de carácter civil, señalado así expresamente en el artículo 21, cuyos fines son, entre otros, salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social.

Para el cumplimiento de estos fines, la Guardia Nacional deberá coordinarse y colaborar con los cuerpos policiacos de las entidades federativas y de los municipios, mismos que serán objeto de un diagnóstico que deberá estar listo en un período máximo de un año, con el objeto de implementar acciones para su fortalecimiento.

Debemos reconocer también que la adscripción de este nuevo cuerpo policiaco se encontrará en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que adicionalmente deberá informar al Senado anualmente respecto de lo ejecutado por esta nueva policía, como una nueva forma de control democrático.

El cambio en el carácter de este nuevo cuerpo se ve reflejado de manera precisa en las facultades otorgadas a este Congreso de la Unión para legislar en materia de organización, de disciplina, de profesionalización, de operación y evaluación de la Guardia Nacional, lo que resulta cardinal para entender la naturaleza jurídica de esta nueva policía.

Saludamos igualmente que se otorgue al Congreso la facultad para emitir una nueva Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, requerido en múltiples ocasiones por las organizaciones de la sociedad civil y ordenada por los organismos internacionales en materia de protección a los derechos humanos.

Así como también una nueva Ley Nacional sobre el Registro de Detenciones, misma que deberá ir de la mano con la Ley General en materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición cometida por particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, lo cual coadyuvará, sin duda alguna, a prevenir este fenómeno que daña profundamente a nuestra sociedad.

De todas estas reformas y expedición de nuevas leyes, los transitorios dan cuenta de los elementos mínimos que se deberán tomar en consideración, evitando que se legisle de manera arbitraria.

En consonancia con lo anterior, se establece que la formación y desempeño de la Guardia Nacional como de las demás instituciones policiales, tendrá fundamento en la doctrina policial, “fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina, el respeto a los derechos humanos, al imperio de la ley, al mando superior y, en lo conducente, en la perspectiva de género”.

Es importante hacer énfasis en que el establecimiento de la estructura jerárquica, disciplinaria, servicios, de ingreso, de educación, de capacitación, de profesionalización, ascensos y prestaciones podrán ser homologados a lo aplicable en las Fuerzas Armadas. Ésta es una gran diferencia en relación a lo aprobado inicialmente por esta Cámara dado que confirma el carácter civil del cuerpo policiaco, por lo que estaremos atentos para que estos avances no se reviertan en el nombramiento de un militar al frente de la Guardia Nacional.

Debemos destacar que la perspectiva de género resulta de particular relevancia para nosotros dado el terrible incremento en los índices de feminicidios que sufre nuestro país. Un dato que resulta absolutamente indignante es que tan sólo en el mes de enero pasado, diez mujeres fueron asesinadas al día.

La importancia de que esta Guardia Nacional cuente con cuerpos especiales y especializados en materia de género es primordial. La capacitación especializada, para todos sus integrantes, en materia de perspectiva de género y violencia feminicida es un contenido fundamental para nuestro grupo parlamentario.

Nos congratulamos también de que desaparezca de la redacción constitucional la conformación de una Junta de Jefes de Estado Mayor y sea en un transitorio que se ordene la integración de una instancia de coordinación operativa interinstitucional formada por representantes de las secretarías del ramo de seguridad, defensa nacional y de marina.

La trascendencia de este cambio es destacada porque ha sido una larga petición de los integrantes de las Fuerzas Armadas la creación de un Estado Mayor Conjunto que pueda coordinar a estas actividades operativas y, ahora, será una institución civil la responsable de la dirección de estos esfuerzos.

Adicionalmente, no soslayamos la trascendencia del transitorio que establece la permanencia de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública por cinco años  al establecer, como se ha solicitado por los organismos internacionales, que será de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria.

Esperamos que se conjunten los esfuerzos necesarios para que esta Guardia Nacional funcione de manera óptima. De lo contrario, habremos aplazado nuevamente la solución de los problemas.

Es por todo lo anterior que el Grupo Parlamentario del PRD expresa su compromiso y reconocimiento con las organizaciones de la sociedad civil y con los organismos nacionales e internacionales defensores de derechos humanos. En su momento, hicimos nuestros sus planteamientos y hoy reafirmamos nuestro compromiso para que, en las leyes que habremos de aprobar, no se caiga en la tentación de anular los avances que hoy estaremos aprobando.

Asumimos como propia la responsabilidad de seguir defendiendo el régimen federalista que hemos construido a lo largo de muchos años, las instituciones que han sido erigidas a partir del esfuerzo de las y los mexicanos, así como los derechos humanos que tenemos todas y todos.

Hacemos un reconocimiento a todas las víctimas que, de manera directa o indirecta, coadyuvaron en la construcción de este dictamen, reconociendo también que es gracias a sus exigencias que hoy podamos confluir todas las fuerzas políticas a favor de una nueva institución que nos ayude a lograr la tan anhelada paz social, en nombre de quienes perdieron el bien más preciado que tiene una persona: su vida.

El consenso que hoy construimos para sacar adelante la Guardia Nacional es un reflejo de la disposición que en el futuro debemos revisar en este Congreso de la Unión.

Sí se puede debatir, sí se puede reflexionar. Sí podemos reconocernos y reconocer al contrario. Sí podemos coincidir y sí podemos construir en beneficio de las y los mexicanos, como el día de hoy seguramente lo haremos todos los grupos parlamentarios.

Es cuánto, presidenta.